México.- Profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rompieron por unas horas la tregua que tenían con el Gobierno del Distrito Federal al extender su campamento instalado en el Zócalo capitalino, pero finalmente tuvieron que dar marcha atrás a su acción.
Desde las 7 de la mañana arribaron alrededor de mil maestros provenientes de Michoacán y Oaxaca para reforzar el campamento magisterial. Mientras, algunos trabajadores retiraban el escenario utilizado para el concierto de Miguel Bosé del pasado domingo, así como las vallas de metal que rodeaban la Plaza de la Constitución.
Dos horas después y al ver que la plancha estaba libre, profesores cargaron sus tiendas de campaña y tomaron su pertenencias para extender su campamento, lo que provocó la molestia de las autoridades del GDF, quienes ofrecieron una mesa de trabajo para discutir el asunto, pues desde el pasado jueves solo se les permitió instalarse en 10 por ciento de la explanada.
“La decisión de los maestros de estar en el Zócalo es unilateral, eso no fue acordado con el gobierno de la ciudad; lo que hemos tratado de hacer es que el impacto sea el menor posible y es ahí donde entramos a un proceso de acuerdo y negociación con ellos”, dijo Héctor Serrano, secretario de Gobierno local.
Desde las 7 de la mañana arribaron alrededor de mil maestros provenientes de Michoacán y Oaxaca para reforzar el campamento magisterial. Mientras, algunos trabajadores retiraban el escenario utilizado para el concierto de Miguel Bosé del pasado domingo, así como las vallas de metal que rodeaban la Plaza de la Constitución.
Dos horas después y al ver que la plancha estaba libre, profesores cargaron sus tiendas de campaña y tomaron su pertenencias para extender su campamento, lo que provocó la molestia de las autoridades del GDF, quienes ofrecieron una mesa de trabajo para discutir el asunto, pues desde el pasado jueves solo se les permitió instalarse en 10 por ciento de la explanada.
“La decisión de los maestros de estar en el Zócalo es unilateral, eso no fue acordado con el gobierno de la ciudad; lo que hemos tratado de hacer es que el impacto sea el menor posible y es ahí donde entramos a un proceso de acuerdo y negociación con ellos”, dijo Héctor Serrano, secretario de Gobierno local.
La Jornada
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