México D.F.- Madrid. Petróleos Mexicanos (Pemex) puso en venta el 9,4 por cientos de sus acciones en la petrolera española Repsol, con lo que su decisión de irse definitivamente de esta multinacional está tomada y en curso, según una información que publico el portal El Confidencial, que cita fuentes del mercado financiero.
La operación se valoró en unos dos mil 400 millones de euros (43 mil 200 millones de pesos) y se origina a raíz de las diferencias añejas entre la cúpula Directiva de Repsol y los ejecutivos de Pemex, que reclaman desde hace cuatro años un giro en la gestión empresarial y más participación en la ejecución diaria de la empresa.
La información que fue publicada en España, Pemex se iría definitivamente de Repsol, una empresa a la que ha estado ligada desde hace décadas y que, con el paso de los años, se ha convertido en el segundo socio por número de acciones, sólo superada por la entidad financiera catalana La Caixa, que posee un 12.5 por ciento de las acciones.
La paraestatal mexicana poseía un 5 por ciento hasta hace dos años, cuando el anterior equipo ejecutivo de Pemex, presidido por Juan José Suárez Coppel, se alió con la constructora Sacyr-Vallehermosa para intentar hacerse con el control de Repsol y para lo que la petrolera mexicana adquirió un nuevo paquete de acciones del 4.4 por ciento de la empresa. La estrategia resultó un fracaso estrepitoso y se saldó con la dimisión y expulsión del consejo de administración del presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y con las relaciones al interior del Consejo muy mermadas, sobre todo entre los representantes de Pemex y el resto de los ejecutivos.
Con la llegada de Emilio Lozoya a la dirección de Pemex hubo una pequeña tregua que terminó en la intercesión de Pemex en el conflicto abierto entre Repsol y el gobierno de Argentina por la expropiación de YPF. De hecho Pemex, a través de su representante en Repsol, se convirtió en el defensor de las propuestas de negociación de YPF para firmar la paz, además de otras propuestas y críticas que revolvieron al Consejo de Administración de Repsol contra a quienes llaman “los socios mexicanos”.
La Jornada
La operación se valoró en unos dos mil 400 millones de euros (43 mil 200 millones de pesos) y se origina a raíz de las diferencias añejas entre la cúpula Directiva de Repsol y los ejecutivos de Pemex, que reclaman desde hace cuatro años un giro en la gestión empresarial y más participación en la ejecución diaria de la empresa.
La información que fue publicada en España, Pemex se iría definitivamente de Repsol, una empresa a la que ha estado ligada desde hace décadas y que, con el paso de los años, se ha convertido en el segundo socio por número de acciones, sólo superada por la entidad financiera catalana La Caixa, que posee un 12.5 por ciento de las acciones.
La paraestatal mexicana poseía un 5 por ciento hasta hace dos años, cuando el anterior equipo ejecutivo de Pemex, presidido por Juan José Suárez Coppel, se alió con la constructora Sacyr-Vallehermosa para intentar hacerse con el control de Repsol y para lo que la petrolera mexicana adquirió un nuevo paquete de acciones del 4.4 por ciento de la empresa. La estrategia resultó un fracaso estrepitoso y se saldó con la dimisión y expulsión del consejo de administración del presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y con las relaciones al interior del Consejo muy mermadas, sobre todo entre los representantes de Pemex y el resto de los ejecutivos.
Con la llegada de Emilio Lozoya a la dirección de Pemex hubo una pequeña tregua que terminó en la intercesión de Pemex en el conflicto abierto entre Repsol y el gobierno de Argentina por la expropiación de YPF. De hecho Pemex, a través de su representante en Repsol, se convirtió en el defensor de las propuestas de negociación de YPF para firmar la paz, además de otras propuestas y críticas que revolvieron al Consejo de Administración de Repsol contra a quienes llaman “los socios mexicanos”.
La Jornada
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