AYUNTAMIENTOS DESPERDICIADOS
Los gobiernos municipales son como los hijos malcriados del gobierno estatal y nietos del federal, porque mientras tienen dinero gastan a manos llenas, se dan vida de reyes en el gasto corriente o pagan prestaciones y servicios a precios de oro; pero cuando se les acaba la lana, corren con el papá o el abuelo para que los haga fuertes con una feria, no para pagar sus deudas sino para seguir gastando y viviendo bien.
Es así como las deudas de los municipios del país han acumulado una deuda de 50 mil millones de pesos y en lugar de preocuparse por ver como solventar la deuda, piden créditos para hacer obras caras y cubrir las elevadas nóminas.
Muchos tienen deudas históricas con la Comisión Nacional del Agua o la Comisión de Aguas del Estado de México, pero ambas dependencias deberían agradecer que por lo menos les paguen el consumo corriente, pues a ningún alcalde le preocupa pagar un adeudo que no es suyo y así seguiremos por los siglos de los siglos.
A penas estamos a poco más de la mitad de las actuales administraciones municipales en el Estado de México y ya están pensando los alcaldes cómo van a sobrevivir financieramente el último año de sus gobiernos porque no tienen dinero y quienes han ahorrado no ha sido para pagar deudas, sino que se van a echar toda la carne al asador en obras que generen votos para sus compañeros de partido o para ellos mismos pues la mayoría ya se ven como candidatos a una diputación federal o local.
Los gobiernos municipales son como los hijos malcriados del gobierno estatal y nietos del federal, porque mientras tienen dinero gastan a manos llenas, se dan vida de reyes en el gasto corriente o pagan prestaciones y servicios a precios de oro; pero cuando se les acaba la lana, corren con el papá o el abuelo para que los haga fuertes con una feria, no para pagar sus deudas sino para seguir gastando y viviendo bien.
Es así como las deudas de los municipios del país han acumulado una deuda de 50 mil millones de pesos y en lugar de preocuparse por ver como solventar la deuda, piden créditos para hacer obras caras y cubrir las elevadas nóminas.
Muchos tienen deudas históricas con la Comisión Nacional del Agua o la Comisión de Aguas del Estado de México, pero ambas dependencias deberían agradecer que por lo menos les paguen el consumo corriente, pues a ningún alcalde le preocupa pagar un adeudo que no es suyo y así seguiremos por los siglos de los siglos.
A penas estamos a poco más de la mitad de las actuales administraciones municipales en el Estado de México y ya están pensando los alcaldes cómo van a sobrevivir financieramente el último año de sus gobiernos porque no tienen dinero y quienes han ahorrado no ha sido para pagar deudas, sino que se van a echar toda la carne al asador en obras que generen votos para sus compañeros de partido o para ellos mismos pues la mayoría ya se ven como candidatos a una diputación federal o local.
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