Ciudad de México.- Lo sabe el Presidente Enrique Peña Nieto, y lo asumen los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de la Defensa, Salvador Cienfuegos; de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, y todos los directores y coordinadores de fuerzas Federales: -reprimir en estos momentos a estudiantes, maestros y padres de familia que exigen la aparición con vida de 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 y 27 de Septiembre, sería tanto como si cavaran sus propias renuncias, y colocar a México en el rango de la barbarie, ya que el problema ha rebasado las fronteras nacionales. La mirada del mundo está puesta en México y lo que suceda en los días por venir, y la salida, por lo tanto, debe ser pacífica, inteligente, anteponiendo el bien común, incluso de los anarquistas, porque en naciones como Alemania, España, Francia, Italia, Brasil, Argentina, Bolivia, Dinamarca, Colombia, Nicaragua, Canadá y muchos otros países más se han manifestado a favor de los estudiantes. Pero las protestas e indignación por la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, y el asesinato de tres alumnos y tres personas más en Iguala el 26 de Septiembre, elevaron el nivel de indignación en Uruguay, y este lunes miles de personas salieron a las calles de Montevideo para marchar hasta la embajada de México en aquel País en reclamo de respuestas por la desaparición y posible masacre hace siete semanas de los 43 alumnos normalistas, luego de un ataque en su contra por parte de policías municipales, quienes los habrían entregado a un grupo fuera de la ley (Guerreros Unidos). La multitud -que se solidarizó con los familiares de los estudiantes ausentes- se desplazó hasta el casco antiguo de la ciudad de Montevideo, donde se ubica la sede diplomática mexicana. Ahí se leyó una extensa proclama que reconoce la actitud solidaria de México en los años 60 y 70, cuando cobijó a miles de latinoamericanos que buscaban refugio huyendo de dictaduras. “El México luminoso no está derrotado; vive en las multitudinarias manifestaciones, en miles de protestas, marchas y en la solidaridad”, indicó la proclama divulgada por la central sindical PITCNT (Plenario Intersindical de Trabajadores), la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), los Familiares de Detenidos-Desaparecidos y otras seis organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos que denunciaron, sin embargo, que la vecindad geográfica y las estrechas relaciones con Estados Unidos “han tenido un costo, pues solamente en los años de la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), de 80 mil muertos y desaparecidos”. Bajo la consigna “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, los manifestantes llegaron hasta la embajada de México, acompañados de las fotografías de los estudiantes desaparecidos y con una gran pancarta en la que se leía: “Fue el Estado”. Sin duda, el tema se expande más allá de las fronteras, y reprimir en estos momentos las manifestaciones sería para el gobierno tanto como colocarse la soga en el cuello.
Gobernantes.com
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