Ciudad de México.- Luis Felipe Molina García, quien se desempeñaba como funcionario de la Procuraduría General de la República, se aprovechaba de su cargo para elegir y secuestrar a personas de altos recursos económicos que se acercaban a la dependencia para presentar alguna denuncia.
Una de sus víctimas fue Julio Diego Velasco Muñoz, de 23 años, integrante de una familia dedicada al mármol, quien se presentó en la PGR para denunciar el extravío de su licencia de piloto.
Luego de 19 días, Velasco Muñoz fue secuestrado por Molina García: lo ejecutó con tres balazos tras cobrar por su rescate.
Aunque presuntamente se le realizaron exámenes de confianza al ingresar a la Procuraduría como profesional ejecutivo y auxiliar de Ministerio Público, el secuestrador era un ejecutor y psicópata sin remordimiento alguno.
En alianza con su tío Artemio Molina Soberanis, ideó sembrarle una atractiva chica a Julio Diego para cazarlo. Se trata de Sandra Anahí Hernández Martínez, de 19 años, amiga de Oswaldo Israel Martínez Salas, un compañero de la carrera de Derecho de Molina García.
La joven sedujo a la víctima, quien fue privado de su libertad. A la familia le pidieron un rescate de 3’500,000 pesos y luego lo mataron.
Todos los cómplices del crimen ya fueron detenidos por la policía de Jalisco, pero el funcionario de la PGR es prófugo de la justicia.
Molina García también está acusado del secuestro y homicidio de Alfonso Gerardo Lugo Cruz, su compañero de escuela, por quien pidieron un rescate de 200,000 pesos. El cuerpo sin vida del joven apareció días después en un balneario.
Una de sus víctimas fue Julio Diego Velasco Muñoz, de 23 años, integrante de una familia dedicada al mármol, quien se presentó en la PGR para denunciar el extravío de su licencia de piloto.
Luego de 19 días, Velasco Muñoz fue secuestrado por Molina García: lo ejecutó con tres balazos tras cobrar por su rescate.
Aunque presuntamente se le realizaron exámenes de confianza al ingresar a la Procuraduría como profesional ejecutivo y auxiliar de Ministerio Público, el secuestrador era un ejecutor y psicópata sin remordimiento alguno.
En alianza con su tío Artemio Molina Soberanis, ideó sembrarle una atractiva chica a Julio Diego para cazarlo. Se trata de Sandra Anahí Hernández Martínez, de 19 años, amiga de Oswaldo Israel Martínez Salas, un compañero de la carrera de Derecho de Molina García.
La joven sedujo a la víctima, quien fue privado de su libertad. A la familia le pidieron un rescate de 3’500,000 pesos y luego lo mataron.
Todos los cómplices del crimen ya fueron detenidos por la policía de Jalisco, pero el funcionario de la PGR es prófugo de la justicia.
Molina García también está acusado del secuestro y homicidio de Alfonso Gerardo Lugo Cruz, su compañero de escuela, por quien pidieron un rescate de 200,000 pesos. El cuerpo sin vida del joven apareció días después en un balneario.
Reforma
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