REDES SOCIALES ENEMIGOS DE NIÑOS
La computadora y las redes sociales se han convertido en uno de los principales enemigos de niños y adolescentes, ante la incidencia del delito de trata de personas en la web, donde México se encuentra en los primeros sitios de este negocio del crimen organizado, el segundo más redituable.
La Comisión Especial de Lucha Contra la Trata de Personas de la Cámara de Diputados federal, alertó que millones de menores están en riesgo por la trata de personas desde el momento que están frente a una computadora, sin que ningún adulto los supervise, ya que hacen amistad con quien no deben en redes sociales como Facebook.
Este delito es un mal endémico alentado por la corrupción, falta de voluntad política, compromiso social y sensibilidad para atacarlo, y donde está involucrada mucha gente.
Por ello la prevención e información de cómo se engancha a las víctimas vía cibernética son indispensables para frenar este crimen, cuyo aumento se refleja en las alertas Amber.
Mucha gente ve lejana la posibilidad de que alguien de su familia, un conocido de la escuela o del trabajo sea víctima de este delito; sin embargo, está más cerca de lo que puedas imaginar.
Las redes sociales también ofrecen beneficios, pero muchos papás creen que sus hijos están seguros con su computadora dentro de la casa y es donde se encuentran más inseguros por el acceso a sitios electrónicos sin que nadie los regule, por eso hay que estar atentos.
Es preocupante que todos los niños de un salón de quinto año de primaria tengan celular con acceso al Internet y Facebook. Esa tendencia alienta un incremento de este delito y más pornografía infantil, por el que México ocupa el primer lugar. Ahora, son los menores los que la producen, sin darnos cuenta.
Es común verlos en las redes sociales con poses que no concuerdan con su edad y casi sin ropa convirtiéndose en presas de ser enganchados fácilmente, mientras los padres trabajan y ni cuenta se dan, porque no están vigilando al menor, ya que tienen el compromiso de cubrir muchas necesidades económicas.
Es vergonzoso, lamentable e indignante que no se haga nada por salvaguardar la integridad de las niñas y niños y avancen otras reformas que son necesarias, pero las personas son las que requieren atención y protección, en particular los menores de edad que corren un gran riesgo de ser víctimas de la trata.
¿Quién piensa realmente en la estabilidad de las familias para que puedan trabajar en paz, a gusto y rendir a México? La batalla es a partir de la concientización en la familia, para que se difunda cómo operan los enganchadores y estar alerta. La solución provendrá de la sociedad civil en su conjunto, con el apoyo de los medios de comunicación, los cuales son primordiales, porque no se canaliza un presupuesto suficiente para combatir la trata de personas.
La computadora y las redes sociales se han convertido en uno de los principales enemigos de niños y adolescentes, ante la incidencia del delito de trata de personas en la web, donde México se encuentra en los primeros sitios de este negocio del crimen organizado, el segundo más redituable.
La Comisión Especial de Lucha Contra la Trata de Personas de la Cámara de Diputados federal, alertó que millones de menores están en riesgo por la trata de personas desde el momento que están frente a una computadora, sin que ningún adulto los supervise, ya que hacen amistad con quien no deben en redes sociales como Facebook.
Este delito es un mal endémico alentado por la corrupción, falta de voluntad política, compromiso social y sensibilidad para atacarlo, y donde está involucrada mucha gente.
Por ello la prevención e información de cómo se engancha a las víctimas vía cibernética son indispensables para frenar este crimen, cuyo aumento se refleja en las alertas Amber.
Mucha gente ve lejana la posibilidad de que alguien de su familia, un conocido de la escuela o del trabajo sea víctima de este delito; sin embargo, está más cerca de lo que puedas imaginar.
Las redes sociales también ofrecen beneficios, pero muchos papás creen que sus hijos están seguros con su computadora dentro de la casa y es donde se encuentran más inseguros por el acceso a sitios electrónicos sin que nadie los regule, por eso hay que estar atentos.
Es preocupante que todos los niños de un salón de quinto año de primaria tengan celular con acceso al Internet y Facebook. Esa tendencia alienta un incremento de este delito y más pornografía infantil, por el que México ocupa el primer lugar. Ahora, son los menores los que la producen, sin darnos cuenta.
Es común verlos en las redes sociales con poses que no concuerdan con su edad y casi sin ropa convirtiéndose en presas de ser enganchados fácilmente, mientras los padres trabajan y ni cuenta se dan, porque no están vigilando al menor, ya que tienen el compromiso de cubrir muchas necesidades económicas.
Es vergonzoso, lamentable e indignante que no se haga nada por salvaguardar la integridad de las niñas y niños y avancen otras reformas que son necesarias, pero las personas son las que requieren atención y protección, en particular los menores de edad que corren un gran riesgo de ser víctimas de la trata.
¿Quién piensa realmente en la estabilidad de las familias para que puedan trabajar en paz, a gusto y rendir a México? La batalla es a partir de la concientización en la familia, para que se difunda cómo operan los enganchadores y estar alerta. La solución provendrá de la sociedad civil en su conjunto, con el apoyo de los medios de comunicación, los cuales son primordiales, porque no se canaliza un presupuesto suficiente para combatir la trata de personas.
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