Ecatepec, Edomex.- La señora Juana Pureco Ramírez y su esposo José Luis Contreras Jiménez, luego de ser brutalmente golpeados por negarse a pagar la extorsión por parte de una familia de criminales, durante varios días han tenido que peregrinar e imploran justicia a las autoridades mexiquenses. La víctima detalló que el pasado 25 de Junio, al filo de las 21:30 horas al arribar al domicilio ubicado en la calle Naranjo de la colonia Santa María Tulpetlac, ella y su esposo fueron brutalmente golpeados, motivo por el cual su esposo tuvo que ser hospitalizado, todo lo anterior por negarse a pagar una cuota mensual de 10,000 pesos, “para no ser molestados”.
Brutal nivel de terror aplican grupos criminales, en el Estado de México, este se ha convertido en un paraíso de la impunidad, con lagrimas en los ojos y el temor reflejado en su rostro la señora Pureco Ramírez y víctima de extorsión, aseguró que el día de los hechos acudió a la Procuraduría General de Justicia de Ecatepec, pomposamente llamado (Centro de Atención Ciudadana), ubicado en la calle de Palmas S/N. colonia la Mora en Ecatepec, Estado de México, donde a pesar de los visibles golpes y lesiones producidas por arma blanca, el ministerio público en turno, simplemente no quiso iniciar la carpeta de investigación, argumentando que las lesiones, no lo ameritaban. Por lo que enunció la visible complicidad de autoridades y criminales en perjuicio de los derechos humanos de millones de mexiquenses.
Lo grave del caso dijo la denunciante, que a partir de la fecha en que fueron agredidos, ella y su esposo, su vida cambio drásticamente, ya que temen represalias por parte de los criminales, señalaron que la pareja de esposos agredidos no duermen, no salen a la calle, no han acudido a trabajar, reciben constantes llamadas telefónicas de amenazas.
Por otra parte informaron, que ellos no son las únicas víctimas, mencionaron que son varias familias de la zona que tienen diferentes actividades, quienes si han pagado la “cuota”, al grupo de criminales, por el temor a las amenazas de ser agredidos, ellos y sus hijos.
La forma de operar del grupo de extorsionadores, consiste en vigilar los movimientos de los integrantes de las familias, en dónde trabajan, dónde estudian los hijos, saben de sus negocios y con llamadas telefónicas amedrentan a sus víctimas, caso contrario cumplen sus amenazas, como sucedió con la familia Contreras-Pureco, quiénes luego de varios días de limosnear justicia, además de ser apoyados por varios vecinos (también víctimas), finalmente les iniciaron la carpeta de investigación, por los delitos de intento de homicidio y extorción, en contra de los agresores, pero sobre todo exigieron protección a las autoridades, ante otro posible ataque.
Brutal nivel de terror aplican grupos criminales, en el Estado de México, este se ha convertido en un paraíso de la impunidad, con lagrimas en los ojos y el temor reflejado en su rostro la señora Pureco Ramírez y víctima de extorsión, aseguró que el día de los hechos acudió a la Procuraduría General de Justicia de Ecatepec, pomposamente llamado (Centro de Atención Ciudadana), ubicado en la calle de Palmas S/N. colonia la Mora en Ecatepec, Estado de México, donde a pesar de los visibles golpes y lesiones producidas por arma blanca, el ministerio público en turno, simplemente no quiso iniciar la carpeta de investigación, argumentando que las lesiones, no lo ameritaban. Por lo que enunció la visible complicidad de autoridades y criminales en perjuicio de los derechos humanos de millones de mexiquenses.
Lo grave del caso dijo la denunciante, que a partir de la fecha en que fueron agredidos, ella y su esposo, su vida cambio drásticamente, ya que temen represalias por parte de los criminales, señalaron que la pareja de esposos agredidos no duermen, no salen a la calle, no han acudido a trabajar, reciben constantes llamadas telefónicas de amenazas.
Por otra parte informaron, que ellos no son las únicas víctimas, mencionaron que son varias familias de la zona que tienen diferentes actividades, quienes si han pagado la “cuota”, al grupo de criminales, por el temor a las amenazas de ser agredidos, ellos y sus hijos.
La forma de operar del grupo de extorsionadores, consiste en vigilar los movimientos de los integrantes de las familias, en dónde trabajan, dónde estudian los hijos, saben de sus negocios y con llamadas telefónicas amedrentan a sus víctimas, caso contrario cumplen sus amenazas, como sucedió con la familia Contreras-Pureco, quiénes luego de varios días de limosnear justicia, además de ser apoyados por varios vecinos (también víctimas), finalmente les iniciaron la carpeta de investigación, por los delitos de intento de homicidio y extorción, en contra de los agresores, pero sobre todo exigieron protección a las autoridades, ante otro posible ataque.
El Heraldo
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