Ciudad de México.- DESPLEGADO.- Promocionando su campaña por la presidencia de la república los fines de semana en los estados de Durango, Chiapas, Michoacán, Chihuahua, Tlaxcala, Sinaloa, etc., el jefe de gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, viene tratando de presumir éxitos que él titula como sobresalientes durante los cuatro años de su gobierno en la ciudad, tales como Médico en tu casa, Cunas CDMX, Silbato “vive segura”, etc., que a decir de él y sus portavoces, son ejemplos brillantes de un gobierno exitoso a favor de los pobladores más desamparados de la capital, y más que dignos de replicarse por todo el país, con los cuales, asegura, que el negro panorama actual de los mexicanos se tornará color de rosa, “igual al que ya disfrutan los habitantes que tienen la suerte de ser gobernados por tan sobresaliente político del partido que desde hace 20 años tiene el poder en la capital”.
Sin embargo, bien vistas las cosas, para no engañarnos con espejismos, los más de 8 millones de seres que vivimos en esta ciudad y sufrimos sus enormes carencias en las 16 delegaciones, el contenido de dichos programas “maravilla” que promete el mancerismo para los pobres de este país que formamos la mayoría y que cada día que pasa vemos más lejos que nada el progreso real y efectivo para nuestras familias, los éxitos de gobierno que presume Mancera son simplemente la cortina de humo ad hoc creada con el despilfarro de los recursos públicos que bien deberían de emplearse para una mejor causa.
Son más publicidad y fotos que una mejoría de fondo para aliviar las carencias de un pueblo hambriento e insatisfecho a más no poder, como el de la capital de la república que durante los cuatro años de gobierno cumplidos con Mancera vemos a esta querida ciudad en franco declive en todos los órdenes de su vida cotidiana.
La ciudad más importante del país se encuentra sumida en el caos: llena de basura, baches, orines, inseguridad, un ineficiente y caro servicio del Metro, insuficiencia en el suministro de agua potable sobre todo en las vastas y numerosas colonias y asentamientos irregulares donde tienen sus moradas cientos de miles de sus habitantes humildes, respiramos un aire venenoso, y así podemos seguir citando un largo etcétera de carencias, la mayoría de ellas que bien podría resolver un gobernante y un partido verdaderamente comprometido; esta es la herencia que va regando y no lo contrario, no lo que nos da a conocer el montón de propaganda que despilfarra Mancera quien dista mucho de ser, de representar el gobierno de izquierda prometida por él y su partido de la “Revolución Democrática”.
Miguel Ángel Mancera es un gobernante que abusa de su poder, no con los poderosos sino con el pueblo más desprotegido. A la gente de dinero todas las facilidades, va sólo un ejemplo entre muchísimos otros: la concesión por 44 años, cuatro décadas y pico, a favor dos empresas españolas para que exploten con una torre de oficinas y centro comercial, todo de lujo, el amplio predio situado en la salida del Metro Chapultepec, un espacio cargado de historia patria, violando flagrantemente el uso de suelo que es de conservación ecológica; cede lo que es de la ciudad y por tanto de todos nosotros sin consultar a nadie. En cambio, dos ejemplos lo retratan de cuerpo entero:
UNO, la destrucción con maquinaria pesada sin miramiento alguno de 300 casas habitación de igual número de familias de trabajadores pobres, precisamente el pasado día 5 de febrero que celebramos a la Constitución; esta agresión a los legítimos dueños realizada por su gobierno, sigue sin ser reparada a pesar de sus promesas de restituir lo destruido. Desde entonces sus habitantes se cubren con una lona en el lugar donde estaban sus hogares, el predio La Ciénega, en Tláhuac. DOS, ejemplo palpable de lo inhumano de su gobierno es la retención desde hace cuatro años, los que tiene en el poder, de seis millones de pesos gestionados por Antorcha ante la federación para la construcción de la secundaria Wenceslao Victoria en Cuautepec, delegación Gustavo A. Madero; los muchachos siguen tomando clases prácticamente a la intemperie.
Los antorchistas de esta ciudad, centro de toda la república, nos encontramos desde hace cuatro años en lucha contra la política sectaria de ver únicamente y resolverles demandas exclusivamente a los de su partido, el PRD, que Mancera aplica contra lo encomendado por nuestra Constitución: atender a todos, sean del color que sean. En esta difícil lucha, porque Mancera tiene el control del presupuesto oficial de todos los capitalinos y su policía nos reprime constantemente, contamos con el apoyo irrestricto material y político del millón y medio de antorchistas del país que no están dispuestos igual que nosotros, a que Mancera reprima con violencias y no resuelva peticiones de elemental justicia social a los ciudadanos organizados en nuestro movimiento.
Sin embargo, bien vistas las cosas, para no engañarnos con espejismos, los más de 8 millones de seres que vivimos en esta ciudad y sufrimos sus enormes carencias en las 16 delegaciones, el contenido de dichos programas “maravilla” que promete el mancerismo para los pobres de este país que formamos la mayoría y que cada día que pasa vemos más lejos que nada el progreso real y efectivo para nuestras familias, los éxitos de gobierno que presume Mancera son simplemente la cortina de humo ad hoc creada con el despilfarro de los recursos públicos que bien deberían de emplearse para una mejor causa.
Son más publicidad y fotos que una mejoría de fondo para aliviar las carencias de un pueblo hambriento e insatisfecho a más no poder, como el de la capital de la república que durante los cuatro años de gobierno cumplidos con Mancera vemos a esta querida ciudad en franco declive en todos los órdenes de su vida cotidiana.
La ciudad más importante del país se encuentra sumida en el caos: llena de basura, baches, orines, inseguridad, un ineficiente y caro servicio del Metro, insuficiencia en el suministro de agua potable sobre todo en las vastas y numerosas colonias y asentamientos irregulares donde tienen sus moradas cientos de miles de sus habitantes humildes, respiramos un aire venenoso, y así podemos seguir citando un largo etcétera de carencias, la mayoría de ellas que bien podría resolver un gobernante y un partido verdaderamente comprometido; esta es la herencia que va regando y no lo contrario, no lo que nos da a conocer el montón de propaganda que despilfarra Mancera quien dista mucho de ser, de representar el gobierno de izquierda prometida por él y su partido de la “Revolución Democrática”.
Miguel Ángel Mancera es un gobernante que abusa de su poder, no con los poderosos sino con el pueblo más desprotegido. A la gente de dinero todas las facilidades, va sólo un ejemplo entre muchísimos otros: la concesión por 44 años, cuatro décadas y pico, a favor dos empresas españolas para que exploten con una torre de oficinas y centro comercial, todo de lujo, el amplio predio situado en la salida del Metro Chapultepec, un espacio cargado de historia patria, violando flagrantemente el uso de suelo que es de conservación ecológica; cede lo que es de la ciudad y por tanto de todos nosotros sin consultar a nadie. En cambio, dos ejemplos lo retratan de cuerpo entero:
UNO, la destrucción con maquinaria pesada sin miramiento alguno de 300 casas habitación de igual número de familias de trabajadores pobres, precisamente el pasado día 5 de febrero que celebramos a la Constitución; esta agresión a los legítimos dueños realizada por su gobierno, sigue sin ser reparada a pesar de sus promesas de restituir lo destruido. Desde entonces sus habitantes se cubren con una lona en el lugar donde estaban sus hogares, el predio La Ciénega, en Tláhuac. DOS, ejemplo palpable de lo inhumano de su gobierno es la retención desde hace cuatro años, los que tiene en el poder, de seis millones de pesos gestionados por Antorcha ante la federación para la construcción de la secundaria Wenceslao Victoria en Cuautepec, delegación Gustavo A. Madero; los muchachos siguen tomando clases prácticamente a la intemperie.
Los antorchistas de esta ciudad, centro de toda la república, nos encontramos desde hace cuatro años en lucha contra la política sectaria de ver únicamente y resolverles demandas exclusivamente a los de su partido, el PRD, que Mancera aplica contra lo encomendado por nuestra Constitución: atender a todos, sean del color que sean. En esta difícil lucha, porque Mancera tiene el control del presupuesto oficial de todos los capitalinos y su policía nos reprime constantemente, contamos con el apoyo irrestricto material y político del millón y medio de antorchistas del país que no están dispuestos igual que nosotros, a que Mancera reprima con violencias y no resuelva peticiones de elemental justicia social a los ciudadanos organizados en nuestro movimiento.
MACDMX
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