lunes, 28 de noviembre de 2016

Actual contralor de Veracruz quiere librarse de culpas, protege a Tarek Abdalá, responsable de esta red de corrupción

Veracruz.- El contralor general del Estado, Ricardo García Guzmán, intenta protegerse y librarse de todas las irregularidades que encubrió en el gobierno estatal, y para ello presenta denuncias basadas en documentos falsos, práctica que ha hecho común ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Procuraduría General de la República (PGR), acusó el ex contralor Iván López Fernández.
A tres años de haber dejado la Contraloría General del Estado (CGE), mantuvo su postura de que hay por lo menos 600 empresas fantasmas, de las cuales siempre tuvo conocimiento el gobernador Javier Duarte de Ochoa y la Auditoría Superior fue enterada del tema, y quien fue el responsable de cuadrar toda esta red de corrupción fue el ex tesorero y actual diputado federal, Tarek Abdalá Saad.
Sin embargo, advirtió que el actual contralor ha protegido a Tarek Abdalá y a toda la red de directores administrativos de cada una de las dependencias, quienes fueron los responsables de encubrir y alimentar la licuadora, y únicamente se inhabilitó por 10 años al ex tesorero, pero con un expediente tan débil que puede ser fácilmente impugnado.
Tras escuchar de viva voz del actual contralor el pasado viernes, que será denunciado por la certificación de obras fantasmas con recursos de Banobras, dijo que eso le causa mayor temor, pues está consiente que los documentos utilizados para armar la denuncia son apócrifos.
"Lo que sí me preocupa es ver la forma mediante la cual se ha pisoteado la ley por parte del contralor y su equipo de colaboradores para presentar denuncias con documentos falsos y otras irregularidades que ellos han cometido", añadió.
Explicó que en 2013, efectivamente hizo una certificación, a petición de la Tesorería del Estado, de diversos proyectos de obras que se iban a realizar con recursos gestionados ante Banobras. Sin embargo, precisó que la certificación fue únicamente a los proyectos y a las fuentes de financiamiento, de donde procedían y a qué instancias se iban entregar, "yo nunca certifiqué las obras, porque como contralor no estaba facultado para ello y mucho menos para certificar obras de terceros".
En este sentido, dijo que el actual contralor utilizó tres oficios para armar la denuncia en su contra. En el primero se habla de la certificación presupuestal, que sí ocurrió, pero en el segundo, advirtió que la firma que aparece es falsa; mientras que el tercero es un oficio totalmente falso, porque se inventó con papelería que ya no se utilizaba, además que aparecen encimadas varias firmas.
También indicó que se está utilizando un documento firmado por el ex delegado de Banobras, Salvador Manzur Díaz, con quien ya tuvo una plática y le confesó que lo firmó por instrucciones superiores sin conocer el contenido del mismo.
Ante este panorama, mencionó que Ricardo García Guzmán está intentando salvar el pellejo, porque es responsable de haber tapado todas las irregularidades y de haber encubierto a los funcionarios y ex funcionarios duartistas: "nadie le cree que ahora se haga víctima y los baños de pureza que se da, ya es tiempo que se los vaya quitando", refirió.
Empresas fantasma y licuadora son creaciones de Tarek Abdalá
Respecto al tema de las empresas fantasma, Iván López Fernández reiteró su postura de que son al menos 600 las que él pudo detectar en los casi tres años que estuvo al frente de la Contraloría General del Estado (CGE), y de esta situación tuvieron conocimiento el gobernador Javier Duarte de Ochoa y la ASF.
Además, señaló al ex tesorero y actual diputado federal, Tarek Abdalá Saad, como el creador de las mismas, así como de la licuadora de recursos, que se trató de una cuenta bancaria secreta, desde la cual se pagó a las compañías fachadas.
A esta ilegalidad, acusó, se fueron sumando los directores administrativos de cada una de las dependencias que respaldaron durante mucho tiempo, que los fondos federales etiquetados, fueran sacados de las cuentas bancarias de cada dependencia y posteriormente enviados a la cuenta concentradora.Este hecho, aseguró, fue reportado a la ASF, pues recordó que al finalizar cada ejercicio fiscal, él personalmente presentaba un reporte de algunas anomalías, entre ellas la aparición de empresas que ganaban licitaciones o recibían por asignación directa contratos millonarios, pero que reportaban en ceros ante la Secretaría de Hacienda y que además tenían sólo uno o dos empleados.
Dijo que de todo esto tiene pruebas y las presentó en su momento, pero si es requerido por alguna autoridad para aclararlo, entonces nuevamente lo hará.

La Jornada

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