lunes, 20 de noviembre de 2017

20 de noviembre de 1910, el día que comenzó la Revolución Mexicana

Ciudad de México.- En el año de 1875, el general Porfirio Díaz decidió postularse en las elecciones presidenciales de ese año. Esta sería la tercera vez que intentaba llegar al poder y la primera en que no tendría que enfrentarse en las urnas contra el presidente Benito Juárez -que falleció en 1872 -pero si contra su sucesor, Sebastián Lerdo de Tejada, presidente interino de México.
Desde que Lerdo de Tejada anunciara sus intenciones de participar en las elecciones de 1876, Díaz dirigió la campaña en su contra acusándolo de realizar modificaciones legales que facilitaran su reelección. Lerdo de Tejada reprimió con la fuerza a los partidarios de Díaz y terminó reeligiéndose al cargo. Como consecuencia hubo varios levantamientos armados, uno de estos comandado por el general Díaz en la población de Tuxtepec, Oaxaca el 10 de enero de 1876. Así empezó un período de guerra civil que llevaría a la salida de Lerdo de Tejada y el ascenso del general Díaz a la presidencia; primero provisionalmente el 21 de noviembre de 1876 y después el 5 de mayo de 1877. Comenzaba el período histórico de más de tres décadas que conoceríamos como Porfiriato.
El general Díaz tenía una idea clara de cómo gobernar a México y para esto echó mano del ejercito - el cual conocía bien - para pacificar al país, sofocando todos los movimientos de insurrección y descontento que aparecían, y también agrediendo y asesinando a sus adversarios que querían llegar al poder. Además, fomentó un centralismo oficial haciendo que todos los estados de la federación se sometieran a su mandato colocando a personas leales a él. La estrategia de Díaz funcionó como él lo había pensado. México empezó a tener un auge que se vio reflejado en el desarrollo y modernización de su industria, el comercio y el transporte pero bajo una dependencia directa de empresas extranjeras. Sin embargo, la mayor parte de la población del país vivía en la pobreza, trabajando para latifundistas en jornadas sin descanso con salarios que apenas les permitían la subsistencia y sin tener la oportunidad de recibir educación formal o mínimos servicios de salud. El descontento crecía y los trabajadores, cansados de tales condiciones de trabajo empezaron a declararse en huelga contra las empresas y el gobierno. Tal fue el caso de la huelga de los trabajadores de la mina de cobre en Cananea en Sonora que comenzó el primero de junio de 1906 con la consigna: "¡Cinco pesos y ocho horas de trabajo!". Esta huelga terminaría en la misma semana con el encarcelamiento de sus líderes pero sería la primera de muchas en diferentes partes del país.
La sociedad mexicana comenzaba a reaccionar y comenzaron a surgir grupos y organizaciones que aspiraban a un cambio en el país y la salida de Porfirio Díaz del poder. El mismo Díaz en una entrevista con un reportero estadounidense declaró que México ya estaba listo para tener unas elecciones democráticas. Lo que no mencionó el general Díaz es que él también deseaba participar en esas mismas elecciones.
En los años que precedieron a 1910 el escenario político se activó con el surgimiento de clubes antirreleccionistas, periódicos y gacetillas que criticaban al gobierno y la celebración de mítines públicos. Al convocarse las elecciones para el período 1910-1916 Francisco I. Madero es postulado el 15 de abril de 1906 como candidato presidencial por el partido antirreleccionista y competiría contra el general Díaz que iba por su octavo período. Madero tenía años activo en la arena política y gradualmente había crecido el número de simpatizantes, lo que preocupó al gobierno que constantemente boicoteó sus mítines al grado de encarcelar a Madero cinco días antes de las elecciones que se llevarían a cabo el 26 de junio de 1910. El reclamo de fraude electoral empezó a escucharse en las plazas públicas del país y ante la Cámara de Diputados se hace el reclamó de anulación de los comicios, pero son desestimados los argumentos de los opositores.
Madero sale de la capital mexicana y se refugia en San Luis Potosí donde concibe la idea del que será conocido como El Plan de San Luis Potosí -publicado el 5 de octubre de 1910- en donde hace un llamado a las armas para derrocar al tirano y posteriormente realizar las reformas que fueran necesarias por medio de un renovado Congreso de la Unión. El levantamiento se convocaba para la tarde del domingo 20 de noviembre de 1910, fecha que se recordaría como el inicio de la Revolución Mexicana.
En diferentes regiones del país hubo levantamientos y pronunciamientos que durante los meses siguientes las fuerzas federales combatieron y trataron de contener. Sin embargo, las fuerzas opositoras tomaron el control de la mayor parte del país por lo que el general Díaz no tuvo más opción que anunciar el 25 de mayo de 1911 su renuncia como presidente de México. Cinco días después abandonó el país a bordo del buque Ypiranga en el puerto de Veracruz con rumbo a Europa.
Francisco I. Madero entró victorioso a la Ciudad de México el 7 de junio de 1911 rumbo al Palacio Nacional dando término al Porfiriato. El general Díaz moriría en París el 2 de julio de 1915 junto a la esperanza de volver a su país, sin reconocer que ese México ya había cambiado.

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