Por: Samuel Aguirre Ochoa
En los últimos días, el Gobernador del Estado ha venido anunciando la construcción de obras en el estado, algunas de importancia, pero todas tienen como rasgo característico, el que están dirigidas a beneficiar a grupos y a políticos afines a la alianza, que impulsa la candidatura de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, conformada por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano. A los que no compaginan con dicho proyecto no les resuelven nada, aunque se trate de demandas justas y de importancia para la colectividad.
Ya he dicho en reiteradas ocasiones que, desde el inicio de la actual administración, el Comité Estatal del Movimiento Antorchista en Veracruz, presentó al Gobernador del Estado el pliego petitorio de los asuntos de los pueblos y colonias Antorchistas, llegando al acuerdo de que en 2017 se atenderían aquellas obras que tuvieran algún avance en el proceso constructivo, pero a la fecha, después de un año de dicho acuerdo, no hay resultados, no se ha cumplido nada de lo acordado. Situación que generó la inconformidad de los campesinos y colonos antorchistas, que en el mes de noviembre del año pasado protestaran con cadenas humanas en varias ciudades del estado.
El resultado de dicha movilización fue una nueva audiencia con el Gobernador el pasado 4 de diciembre, audiencia en la que después de argumentaciones y contraargumentaciones, éste nos propuso hiciéramos una priorización de los asuntos más urgentes que aquejan a las comunidades organizadas en Antorcha. En el afán de avanzar en la solución de los problemas y dar una muestra de disposición al diálogo accedimos a dicha petición y se presentó el nuevo documento en la Secretaría de Gobierno. El Secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, citó a los titulares de las Secretarías para otra revisión de los mismos asuntos: y los resultados, hasta donde vamos ahorita, son los mismos que el año pasado, asisten funcionarios sin capacidad de resolver, que después de horas de discusión, en las que se les demuestra que los campesinos y colonos tienen razón, se limitan a responder que ellos no pueden decidir y que requieren la indicación del Gobernador.
En tales reuniones, se somete a la gente a un calvario y a un ritual inútil, pues lo que pretenden los funcionarios es cansarlos para que dejen de estar gestionando lo que por derecho les corresponde. Pero lo que están consiguiendo es que la gente se irrite, se decepcione de este gobierno y salga a manifestarse a la calle. Pero ahora con la amenaza de que echarán sobre ellos la fuerza pública para que dejen de andar exigiendo lo que es obligación del gobierno resolver. Hasta dónde va a aguantar el pueblo veracruzano esta situación, no lo sabemos, pero lo que sí nos queda claro es que no será mucho tiempo, porque una manera de atacar la pobreza que lacera a millones de veracruzanos es atendiendo y resolviendo sus problemas más ingentes, como son la falta de servicios básicos, como agua potable, luz eléctrica, drenaje, pavimentos, la falta de vivienda, de servicios de salud, de educación, etc. Y en Veracruz no se está haciendo en la cantidad suficiente, y lo poco realizado tiene fines claramente electorales. Un claro ejemplo de esta actitud sectaria y partidista, lo constituye la gestión del Sistema Múltiple de Agua Potable de Cerro Jocutla, que están gestionando los antorchistas de Tantoyuca: llegó el gobernador a inaugurar, quiso hacer a un lado al Comité de gestión Antorchista para entregar la obra a los dirigentes del PAN en dicho municipio, obvio la gente no lo permitió.
El Lic. Miguel Ángel Yunes Linares cree que su hijo está preparado para gobernar Veracruz, pero la ciudadanía no lo considera así y tampoco está de acuerdo con el uso faccioso de los programas de gobierno y seguramente le cobrará caro dicho agravio. Nunca segundas partes fueron buenas, dijo Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha. Si Yunes Linares, a quien se le reconoce alguna inteligencia y perseverancia en sus propósitos, no está pudiendo resolver los problemas de Veracruz, qué podemos esperar de Yunes Márquez, pues quienes lo conocemos sabemos de sus limitaciones, de sus exabruptos, de la soberbia y la arrogancia con la que se conduce, de su falta de conocimiento de los problemas del estado y lo peor, de su visión política en favor de los ricos del estado y del país. Nunca gobernaría para construir una sociedad en la que la riqueza se distribuya en forma más equitativa.
Los veracruzanos no merecen este trato y no ven bien que el actual gobierno esté haciendo exactamente lo mismo que tanto criticó a sus adversarios políticos del PRI. Programas como “Veracruz Comienza Contigo” no resolverán los problemas que aquejan al estado; se requiere una política que genere empleos, con buenos salarios; direccionar el gasto público hacia los sectores más desprotegidos, mejorar la producción en el campo y atender los problemas de comercialización: ¿Qué sabe Yunes Márquez de esto? Nada.
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