Tiene una receta simple: jugar al 'juego duro' con compañías, con cargos criminales incluidos.
En poco más de un mes, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha convencido a compañías como Walmart de México y Fomento Económico Mexicano (Femsa) para que paguen un total de más de mil millones de dólares en una avalancha de acuerdos fiscales inesperados.
Mientras que algunos representantes de compañías dicen que la represión fiscal es similar al "terrorismo fiscal" en el que se 'pisotean' los derechos, el procurador fiscal, Carlos Romero Aranda, dice que solo está "retomando las riendas" después de que las administraciones anteriores..Nota completa aquí.
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