Tras la gradual reapertura en Texcoco ha aumentado el número de vendedores informales, no sólo en las calles céntricas, sino en todo el municipio.
El trabajo informal, además de ser una muestra clara de la calidad de trabajo que hay en el país, la precariedad y falta de regulación, se ha transformado en una actividad esencial para los mexicanos, prueba de ello es que muchas de estas actividades están completamente mezcladas con el día a día de las urbes, los tianguis, personas que recogen basura, vendedores de la calle y artesanos, por comentar algunos, son el sustento de miles de familias que han apostado por la informalidad para mantener su economía.
La llegada de la pandemia del Coronavirus en México, expuso las debilidades para las personas que laboran en la informalidad, la falta de seguridad social, prestaciones, la exposición en las calles, cada detalle que conforma el empleo informal se volvió en su contra cuando llegó el confinamiento; pocos ahorros, inversiones, mercancía de temporada almacenada, puestos guardados y más de 3 meses sin poder reanudar sus actividades, ha generado que las familias vivan al límite o que transiten hacia la pobreza... Nota completa aquí.
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