Parece que Marcelo Ebrard se quedó sin alma desde la noche de la Línea 12.
En sus apariciones públicas parece un fantasma de aquel “todas-mías” que operaba y resolvía cuanta bronca brincaba en el gobierno del presidente López Obrador. La foto de ayer al lado de Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, buscaba contrarrestar las versiones de que los dos no se llevan bien. En la imagen, no podían lucir más tiesos: desde esa noche del 3 de mayo, Ebrard no parece cómodo ni consigo mismo. Al día siguiente de las elecciones, llega a México la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. Aterriza ya muy noche. Su agenda política será el martes. La visita ha desatado toda suerte de especulaciones...Nota completa aquí.
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