Frente a la pandemia las fiestas y reuniones se han transformado y con ello las tradiciones también se tambalean.
Desde hace dos años, el mundo cambió, la pandemia de covid-19 cimbró todo lo que ahora conocemos; las fiestas y reuniones se han transformado y con ello las tradiciones también se tambalean; pero hay tejedoras que se encargan de preservarlas, quienes en cada pieza ponen su alma y corazón. En sus manos no sólo guardan una tradición, también el conocimiento de generaciones, que ven al tejido de la palma como una forma de preservar la historia de un pueblo, una de esas tejedoras es la señora Cruz González, originaria de la comunidad otomí de San Cristóbal Huichochitlán, al norte de Toluca, quien desde hace varios años se dedica a la venta de sombreros, monederos y otros productos hechos a base de palma, tejidos de manera artesanal...Nota completa aquí.
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