LAS SORPRESAS DE LA VIDA.
Nacemos y crecemos en una familia que no pedimos, pero a la que llegamos rodeados de amor y expectativas de nuestros padres por hacernos grandes seres humanos y profesionales. No hay mayor dicha para los padres que hablar de sus hijos. Siempre nos tienen presentes y a su manera nos amarán y formarán. Por el lado de los hijos, no hay superhéroes más grandes ni generosos que sus padres. Entre más temprana sea la edad de los hijos, los elogios respecto a las habilidades y cualidades de padres e hijos son los máximos y, tristemente, a medida que se crece, éstos van ajustándose a una realidad que es producto de las acciones y hechos mostrados...Nota completa aquí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario