Aunque no se dejan de consumir, las familias se olvidaron de adquirir productos por kilo, por lo que optan por puños o pocas piezas, dicen oferentes.
Aunque no se dejan de consumir, las familias se olvidaron de adquirir productos por kilo, por lo que optan por puños o pocas piezas, dicen oferentes.
En Tamaulipas hay una nueva canasta básica en las familias, la crisis la ha obligado a evolucionar a tal grado de que eso ha repercutido en una baja en la venta de alimentos hasta del 50 por ciento, aseguran comerciantes.
Hoy los ciudadanos se olvidaron de comprar por kilos, un puño de chile basta o dos cebollas para sacar adelante la despensa, porque los productos aumentaron al doble en los últimos años, una problemática que resienten en mercados.
“No los dejan de comprar, pero se llevan poco", comentó el locatario René Venegas, lo cual ya representa una baja en las ventas desde hace más de lodos años, lo cual atribuyen a la crisis del covid-19 y a la inflación.
“La gente no deja de llevar su despensa, pero compra menos, si antes adquiría uno o dos kilos de papa, tomate, cebolla, chile o cualquier fruta, ahora es algo mínimo, porque estaban acostumbrados, pero ya no es lo mismo", declaró un locatario del mercado.
“Hay días que no se vende nada, por ejemplo, los martes o miércoles que las tiendas grandes ponen sus promociones, nosotros prácticamente no vendemos nada", refirió con preocupación el comerciante de los mercados porteños que esperan una nueva obra.
La crisis genera que el producto que se queda se remate, como el chile jalapeño o un poco de plátano para freír, que, a pesar de ser rematado, aún hay en existencia. Ya se acerca la hora de regalarlo a las personas en condición vulnerable para que no se eche a perder.
“En general todos los comerciantes no tienen ganancias, todo se ha convertido en pérdidas, por eso se ha tenido que bajar los precios, o bajar la compra, porque si antes se compraban toneladas, hoy son medios costales los que se adquieren para vender", exponen.
Dicha crisis impactó a los comerciantes de alimentos como la torta de la barda, que tuvo que subir los precios por lo menos 5 o 10 pesos, una situación que ha sido generalizada.
Es un alimento que tiene elementos que han sido costosos, tal es el caso del guacamole, que su precio por kilo supera los 100 pesos y así se ha mantenido en los últimos meses. Pero el precio del huevo es igual, ha superado el rango de los 100 pesos y poco a poco han disminuido, pero al final de cuentas se ha mantenido costoso en medio de meses complejos porque la inflación ha sido contundente.
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