Este no es el único juego del crimen organizado que se comercializa
El Chapo Guzmán, Pablo Escobar, El Mayo Zambada, Dámaso López, El Mochomo... ¡lotería! La narcolotería es el juego mexicano de moda en Culiacán. Se vende en la capilla de Malverde, el santo de los narcotraficantes. En el juego de mesa aparecen los principales líderes de los grupos criminales. No se discrimina a ningún cártel, porque incluye fotografías de todos los jefes de la mafia recientes y de antaño.
“Aparecen todos los narcotraficantes que han existido y que son famosos en todo México. Viene Caro Quintero, El Mencho, El Chino Ántrax, Los Chapitos ni se diga; viene Malverde también, viene Javier Torres, vienen todos”, comentó Miguel Ángel, comerciante de la capilla de Malverde.
Así es Culiacán, la capital mundial de la narcocultura, cuna de los más famosos y célebres capos del mundo, por eso el tráfico de drogas es parte del ADN de Sinaloa. La mayoría de los compradores de este juego de mesa son extranjeros que, seducidos por la narcocultura, llegan a Culiacán a conocer a Malverde, el bandido que se hizo santo por robarle a los ricos para darle a los pobres.
“Mucha gente la compra, vienen personas del otro lado o de aquí de Culiacán; vienen de todas partes”, narró Miguel Ángel. La narcolotería se vende entre 700 y mil 200 pesos. La primera es más barata porque está confeccionada en papel tipo cartulina, su calidad de impresión es baja; la más cara está plastificada, las imágenes son más nítidas y las cartas son más grandes.
Los turistas y fieles que llegan a la capilla de Malverde, por morbo o devoción, se sorprenden al ver el juego de mesa del crimen organizado. Miguel Ángel pensó que la narcolotería no se vendería, pero con el paso de los meses el juego tomó fama; hoy vende en promedio al menos un par por semana.
“La gente se agarró cura porque es algo que no se imaginaba; una lotería con puro narco. Al principio la gente no la compraba, después se hizo muy famosa”, dijo Miguel Ángel. A pesar del fervor que sienten algunas personas por Malverde, no todos comprarían la narcolotería.
“Yo no. Cada quien su cultura, viejo, pero yo en particular, no; porque no me gusta mucho eso y además está muy cara”, dijo Alberto.
Pero no es el único producto que se vende vinculado al crimen organizado. También se pueden encontrar bustos en yeso de Malverde, con un precio de entre 250 y mil pesos; gorras con las siglas CDS (cártel de Sinaloa) o el 701, número que le asignó la revista Forbes a Joaquín El Chapo Guzmán en la lista de los hombres más ricos del mundo. También hay figuras en miniatura del Chapo. Se vende en mil 500 pesos. Está hecha de hueso y plástico. La pequeña figura no supera los 20 centímetros de altura, pero refleja la importancia de Guzmán para el mundo del narcotráfico.
Las gorras, los bustos de Malverde, la figura del Chapo y hasta la narcolotería son bendecidas con una esencia de olor preparada a partir de una mezcla de flores y aceites; de acuerdo con los creyentes, esto ayuda para atraer la buena suerte, el amor y hasta el dinero.
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