Los habitantes de poblaciones ubicadas en las faldas del Pico de Orizaba señalan que los turistas dañan su ecosistema y ponen en riesgo sus vidas por falta de guías que les hablen sobre el cuidado de la naturaleza.
El Pico de Orizaba se enfrenta a varios poblemas ambientales y de inseguridad, ante la falta de guías expertos y de conciencia sobre el cuidado de la naturaleza, por parte de visitantes o turistas que llegan a esta montaña.
Los problemas más comunes que causa la falta de regulación, son el robo de especies endémicas y la desaparición de turistas que se aventuran sin conocer las condiciones que tiene la montaña, lo que ya cobró la vida de dos personas.
La situación generó que se vuelva necesario controlar el acceso a este parque ecoturístico, ya que a pesar de la afluencia que presenta, no hay organizaciones que velen por el cuidado tanto de los visitantes, como del lugar en sí.
Existe la Red de Turismo de Montaña, Sol y Niebla, A.C., que se ha enfrentado con presuntos montañistas, que a través de las redes sociales generan desinformación y desprestigio sobre los habitantes de estas comunidades, que por años han trabajado en la preservación del parque nacional y que por esta razón se han quedado sin una fuente de ingresos para sus familias.
Santa Sandoval, presidenta de la Red de Turismo de Montaña, Sol y Niebla, explicó que hay comunidades en municipios de la región de las altas montañas que han encontrado en el turismo de naturaleza una alternativa de ingresos, combinándola con la preservación del medio ambiente.
El intento por regular el acceso a este espacio causó la molestia de algunos visitantes que dicen amar la montaña, pero que han atacado en redes sociales, sin respetar los usos y costumbres de aquellos que buscan cuidar tanto del turista, como del centro natural.
“Es un problema que todos los lugares que tenemos naturaleza presentamos, con grupos que quieren disfrutar, pero no de la manera adecuada y que llegan a los lugares que han hecho un gran esfuerzo para generar un turismo responsable y se sienten con el derecho de hacer mal uso de las instalciones y no limpiar; entonces se convierte en un problema, porque hoy dicen que todos los lugares son de los mexicanos, pero la gente debe entender que debe de respetar”, señaló.
Pobladores de una comunidad de Veracruz, denominada Atlahuilco, se dedicaban a brindar servicios de alimentos, guía a unas grutas y cascadas, pero dejaron de recibir visitantes por falsas acusaciones en redes sociales.
Santa explicó que comunidades como esta habían comenzado vivir del turismo, por lo que se organizaban en grupos para recibir a los 5, 10, 15 turistas que llegaban y a través de senderos llevarlos a los atractivos turísticos naturales.
Sin embargo, en una ocasión, mientras las personas se dedicaban a realizar la faena, llegó un grupo de personas a visitar el lugar, los habitantes pidieron cooperación "para el refresco", a cambio de llevarlos a recorrer, pero los turistas se dijeron secuestrados, se dijeron agredidos, se dijeron ofendidos e hicieron una campaña en redes sociales desprestigiando a los pobladores.
"En redes sociales dijeron que era gente salvaje, gente que los quería linchar, ¿se imagina como afectó eso a la comunidad?, una comunidad que empezaba a recibir turismo, lo perdió por la desinformación”, expuso.
Agregó que las comunidades, los ambientalistas y los prestadores de servicios, tomaron la iniciativa de cuidar el Pico de Orizaba, mediante aprovechamiento respetuoso, responsable, por lo que llamaron a respetar a estas cooperativas.
“Hay varios emprendimientos como el centro este de cascadas y ahora tenemos una Red de Turismo de Montaña, que está constituida y que nos está permitiendo que las operadoras turísticas pequeñas puedan entender, conocer, hacer turismo social, turismo ambiental, hacer ecoturismo, está permitiendo ir mitigando un poco la voracidad que se tiene al no haber planes de desarrollo de los municipios", expresó Emilio Benigno Zilli Debernardi, presidente de la Iniciativa del volcán al mar.
Sin embargo, a decir de los interesados, esos esfuerzos son insuficientes cuando no hay control, ni vigilancia alguna y la llegada de visitantes crece.
“Se ha dado un gran incremento de visitas después de la pandemia, los lugares que tienen naturaleza son lugares con mayor demanda, hoy la gente quiere convivir más con el entorno natural; también debemos de tener la responsabilidad de llevarnos todas las fotografías que queramos, pero no sustraer absolutamente nada. Generalmente en la zona alta de la montaña se sustrae mucho la rosa del volcán, está de hecho prohibido, es un delito hacerlo, pero hay personas que se llevan los ramilletes completos, entonces finalmente es un delito”, sentenció.
Santa expuso que urge mayor vigilancia en el parque nacional:
“Somos un parque nacional, si tú vas a Argentina, a Canadá o a China, todos los parques nacionales son áreas protegidas y se paga un usufructo por entrar, no es nada económico y sirve para estar allí; aquí hay un brazalete que se tiene que pagar, pero la gente sube y no hay ni siquiera quien cobre, no hay control, no se sabe cuántos suben y quienes bajan”, añadió .
El director de Turismo de Aventura, Ricardo Rodríguez Deméneghi, alertó sobre esa situación de falta de vigilancia y control, que llega a provocar muertes.
Llamó a los turistas que visiten las altas montañas, a contratar servicios de guías y empresas certificadas, pero sobre todo a que reporten su visita al parque nacional, para que los cuerpos de emergencia y rescate tengan una ruta, ante cualquier eventualidad, pues se han registrado siete accidentes con personas lesionadas y dos fallecidas por estas circunstancias.
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