Autoridades intervinieron este martes el Cereso 3 de Ciudad Juárez, donde el pasado 1 de enero se registró un motín que dejó 17 muertos
Autoridades de Chihuahua y Fuerzas Federales llevaron a cabo un operativo de revisión en el Centro de Reinserción Social (Cereso) No. 3 de Ciudad Juárez, donde el pasado Año Nuevo se registró un motín que dejó un saldo de 17 personas muertas.
En la acción conjunta participaron la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPE), Fiscalía General del Estado (FGE) Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional y Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Ciudad Juárez,, en donde fueron aseguradas armas punzocortantes, bombas molotov, droga y aparatos electrónicos.
La intervención en el Cereso 3 de Ciudad Juárez se efectuó la tarde del martes 1 de enero, en la que participaron autoridades de los tres órdenes de gobierno con apoyo del helicóptero Águila 2, a fin de localizar objetos prohibidos, así como garantizar la gobernabilidad del Penal.
Elementos policiacos realizaron las revisiones correspondientes, en las que localizaron diversos objetos no permitidos en el Reglamento, en los que destacan armas punzocortantes, navajas, cuchillos.
También se aseguraron envoltorios de droga, alimentos diversos, medicamentos y aparatos electrónicos como aires acondicionados, televisores, videojuegos y juegos de mesa.
Además, las fuerzas policiales encontraron dinero en efectivo sumando un total de 105 mil pesos en papel billete nacional, mil 720 pesos en moneda nacional y mil 700 dólares.
La Fiscalía General del Estado de Chihuahua apuntó que el operativo se mantiene sin contratiempos y bajo todos los protocolos de seguridad.
El pasado domingo 1 de enero, se registró un motín en el Cereso 3 de Ciudad Juárez, el cual tuvo como saldo 17 personas muertas, entre ellos diez custodios, y 30 reos fugados.
Entre los reos fugados se encontraba Ernesto Alberto Piñón de la Cruz, alias El Neto y líder de Los Mexicles, quien fue abatido por fuerzas federales el pasado 5 de enero.
Lo anterior ocasionó con la destitución del director del penal, el traslado de presos a diferentes centros penitenciarios en el país y la llegada de 300 agentes del Ejército mexicano.
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