Un estudio dice que cada vez hay más fragmentos diminutos de plástico en nuestro cerebro
“Las concentraciones que vimos en el tejido cerebral de individuos normales, que tenían una edad media de unos 45 o 50 años, fueron de 4.800 microgramos por gramo, o el 0,5% en peso”, dijo el autor principal del estudio, Matthew Campen, profesor de ciencias farmacéuticas de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque.
“En comparación con las muestras de cerebro de la autopsia de 2016, eso es aproximadamente un 50% más alto”, dijo Campen. “Eso significaría que nuestros cerebros actuales son 99,5% cerebro y el resto es plástico”.
Sin embargo, ese aumento solo muestra la exposición y no brinda información sobre el daño cerebral, dijo Phoebe Stapleton, profesora adjunta de farmacología y toxicología en la Universidad Rutgers en Piscataway, Nueva Jersey, quien no participó en la prepublicación.
“No está claro si, en vida, estas partículas son fluidas, entran y salen del cerebro, o si se acumulan en los tejidos neurológicos y promueven la enfermedad”, dijo en un correo electrónico. “Se necesitan más investigaciones para comprender cómo pueden interactuar las partículas con las células y si esto tiene una consecuencia toxicológica”.
Las muestras de cerebro contenían entre un 7% y un 30% más de fragmentos diminutos de plástico que las muestras de los riñones y el hígado de los cadáveres, según la prepublicación.
“Los estudios han encontrado estos plásticos en el corazón humano, en los grandes vasos sanguíneos, en los pulmones, en el hígado, los testículos, el tracto gastrointestinal y la placenta”, dijo el pediatra y profesor de biología Dr. Philip Landrigan, director del Programa de Salud Pública Global y el Bien Común y el Observatorio Global de Salud Planetaria en Boston College.
“Es importante no asustar a la gente, porque la ciencia en este campo todavía está evolucionando, y nadie en el año 2024 va a vivir sin plástico”, dijo Landrigan, quien no participó en la prepublicación.
“Le digo a la gente: ‘Escucha, hay algunos plásticos de los que no puedes escapar. No vas a conseguir un teléfono celular o una computadora que no contenga plástico’. Pero trata de minimizar la exposición al plástico que puedes evitar, como las bolsas y las botellas de plástico”.
CNN se comunicó con el Consejo Estadounidense de Química, una asociación de la industria, pero no recibió respuesta antes de la publicación.
Los nanoplásticos “se infiltran” en el cerebro
Para el estudio, los investigadores examinaron los tejidos del cerebro, los riñones y el hígado de 92 personas que fueron sometidas a una autopsia forense para verificar la causa de la muerte en 2016 y 2024. Se recogieron muestras de tejido cerebral de la corteza frontal, el área del cerebro asociada con el pensamiento y el razonamiento, y que es la más afectada por la demencia frontotemporal (FTD) y las etapas posteriores de la enfermedad de Alzheimer.
“Basándonos en nuestras observaciones, creemos que el cerebro está atrayendo las nanoestructuras más pequeñas, como de 100 a 200 nanómetros de longitud, mientras que algunas de las partículas más grandes, de un micrómetro a cinco micrómetros, van al hígado y los riñones”, dijo Campen.
Los microplásticos son fragmentos que pueden variar desde menos de 0,2 pulgadas (5 milímetros) o aproximadamente el tamaño de una goma de borrar de lápiz, hasta 1 nanómetro. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, una hebra de cabello humano tiene unos 80.000 nanómetros de ancho. Cualquier cosa más pequeña es un nanoplástico que debe medirse en milmillonésimas de metro.
Los expertos afirman que los nanoplásticos son los plásticos más preocupantes para la salud humana, porque las minúsculas piezas pueden instalarse dentro de células individuales.
“De alguna manera, estos nanoplásticos se abren paso a través del cuerpo y llegan al cerebro, cruzando la barrera hematoencefálica”, dijo Campen. “A los plásticos les encantan las grasas o lípidos, por lo que una teoría es que los plásticos se están abriendo camino con las grasas que comemos y que luego se envían a los órganos a los que realmente les gustan los lípidos; el cerebro es el primero de ellos”.
El cerebro humano está compuesto aproximadamente por un 60% de grasa en peso, mucho más que cualquier otro órgano. Los ácidos grasos esenciales, como los omega 3, son clave para la fuerza y el rendimiento de las células del cerebro. Dado que el cuerpo humano no puede producir ácidos grasos esenciales por sí solo, deben provenir de los alimentos o suplementos.
La dieta es la principal vía de exposición a los micro y nanoplásticos, afirmó Landrigan, autor principal de un informe de marzo de 2023 de la Comisión de Plásticos y Salud Humana de Minderoo, Mónaco, un consorcio mundial de científicos, trabajadores de la salud y analistas de políticas encargados de seguir los plásticos desde su creación hasta el producto final.
En ese informe, el consorcio determinó que los plásticos están asociados con daños a la salud humana en cada una de las etapas de su ciclo de vida.
“Algunos microplásticos también se transmiten por el aire”, afirmó Landrigan. “Por ejemplo, cuando la gente conduce por la autopista y sus neumáticos se desgastan contra la superficie de la carretera, una cierta cantidad de partículas microplásticas se lanzan al aire”.
“Si vives cerca de la costa, algunas de las partículas microplásticas que están en el océano son expulsadas al aire por la acción de las olas”, afirmó. “Por lo tanto, la ingestión es probablemente la vía dominante, pero la inhalación también es una vía importante”.
Plásticos relacionados con el cáncer
El polietileno, que se utiliza en bolsas, películas y botellas de plástico y no es biodegradable, fue el tipo de plástico predominante encontrado en las muestras de tejido. Se encontró en mayores cantidades en el cerebro que en el hígado o el riñón, según la prepublicación.
El polietileno también fue el tipo de polímero predominante encontrado en los testículos humanos y de perros, según un estudio de agosto de 2024 realizado por Campen y su equipo.
La producción de diversas formas de polietileno, como los plásticos de tereftalato de polietileno (PET), es el mayor contribuyente a la liberación del disolvente 1,4-dioxano al medio ambiente, según datos de la industria recopilados por “Defend our Health”, un grupo de defensa del medio ambiente.
El Programa Nacional de Toxicidad de EE.UU. y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer consideran que el 1,4-dioxano es posiblemente cancerígeno para los humanos. En 2023, la EPA publicó un borrador de informe en el que decía que el disolvente plantea un “riesgo irrazonable de daño a la salud” para los trabajadores del plástico y los residentes de la comunidad cuya agua potable ha sido contaminada por los desechos de las fábricas de plásticos PET.
“La pregunta más importante es: ‘Bien, ¿qué nos están haciendo estas partículas?’ Honestamente, todavía hay muchas cosas que no sabemos”, dijo Landrigan. “Lo que sí sabemos con total certeza es que estas partículas microplásticas son como caballos de Troya: llevan consigo todos los miles de productos químicos que hay en los plásticos y algunos son muy malos actores”.
Al invadir células y tejidos individuales en los principales órganos, los nanoplásticos pueden interrumpir potencialmente los procesos celulares y depositar sustancias químicas disruptoras endocrinas como bisfenoles, ftalatos, retardantes de llama, metales pesados y sustancias perfluoradas y polifluoradas, o PFAS.
Según la Sociedad de Endocrinología, los disruptores endocrinos interfieren en el sistema reproductivo humano y provocan malformaciones genitales y reproductivas, así como infertilidad femenina y una disminución del recuento de espermatozoides.
“Tenemos algunos indicios bastante claros de que los microplásticos y los nanoplásticos causan daños, aunque estamos muy lejos de conocer el alcance total de esos daños”, afirmó Landrigan. “Yo diría que tenemos suficiente información como para empezar a tomar medidas de protección”.
Aprende a usar menos plástico
Hay muchas medidas que las personas pueden tomar para reducir su exposición a los plásticos y su huella de plástico, dicen los expertos.
“Es difícil evitar los alimentos envueltos en film plástico, pero asegúrate de sacarlos del envoltorio plástico antes de cocinarlos o ponerlos en el microondas”, dijo Landrigan. “Cuando calientas el plástico, eso acelera el movimiento de los microplásticos del envoltorio hacia los alimentos.
Invierte en una bolsa de tela con cierre y pide a la tintorería que te devuelva la ropa en ella en lugar de esas finas láminas de plástico, sugirió el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo de defensa del medio ambiente. Lleva una taza de viaje a la cafetería local para llevar y cubiertos a la oficina para reducir los vasos y utensilios de plástico.
“No uses bolsas de plástico cuando vayas de compras. Usa una bolsa de tela o una bolsa de papel o una bolsa de reciclaje. Trata de evitar las botellas de agua de plástico, si es posible”, dijo Landrigan.
Un estudio de marzo de 2024 descubrió que un litro de agua embotellada (el equivalente a dos botellas de agua de tamaño estándar que suelen comprar los consumidores) contenía un promedio de 240.000 partículas de plástico de siete tipos de plásticos. Alrededor del 90% de ellas eran nanoplásticos.
“Utiliza un vaso de metal o vidrio en lugar de uno de plástico. Guarda tus alimentos en recipientes de vidrio en lugar de plásticos”, dijo Landrigan. “Trabaja en tu comunidad local para prohibir las bolsas de plástico, como ya lo han hecho muchas comunidades en todo Estados Unidos. Hay mucho que puedes hacer”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario