Guillermo Carvallo Cano
Tierra Blanca, Veracruz.- Los pobres tienen prohibido enfermarse en Veracruz y menos en día festivo, toda vez que en hospitales como el de Tierra Blanca, Veracruz existe toda una mafia que actúa bajo la protección del Director de ese nosocomio Oscar Sánchez Segura y con la complacencia del administrador Ramón Dávalos Román, quienes cometen todo tipo de abusos.
Para muestra este lunes amanecieron decenas de familias con pacientes a las afueras de ese hospital sin ser atendidos, se trata de la señora Flor Delgado Hernández quien el pasado miércoles dio a luz una bebé prematura y ésta es la fecha que desconoce el estado de salud de esa criatura por no contar con la valoración de un pediatra, toda vez que los únicos dos especialistas en niños, simplemente están de vacaciones, y por tanto, no se la pueden entregar a la madre por lo que ésta llora de impotencia.
Otros casos son los de las señoras Teresa López Martínez, internada por encontrase embarazada, al igual que la señora Rosario Espinoza, quienes ingresaron la madrugada de este lunes apunto de alumbramiento y después del mediodía les informara la antipática recepcionista de urgencias del turno matutino, que para ambas era necesario realizarles la cesaría la cual tenía un costo de mil 500 pesos como pago al anestesiólogo de nombre Crispín, tipejo que amenazaba con abandonar el hospital y ante el temor de los familiares de las pacientes, tuvieron que pagar esa cantidad, de lo contario estaban sentenciadas por la trabajadora social y/o recepcionista que de no hacerlo se tendrían que canalizar a la ciudad de Veracruz y eso les costaría unos 3 mil pesos, dejando en claro la perversidad y complicidad de estos hampones de blanco a quienes éste reportero intentó llamar en dos ocasiones a números telefónicos que se encuentran en la sala de espera y ninguna línea se encontraba en servicio.
Lo peor es que la multimencionada trabajadora social de color moreno, quien siempre omitió su nombre junto con algunos empleados, se burlaban de las labores y desempeño de la prensa, también expresa textualmente que “Ya hemos salido muchas veces en los periódicos y nos hacen nada”.
Otro caso, posiblemente el más conmovedor fue el de la señora María Ramón Hernández, originaria de Palma Sola, Municipio de Tierra Blanca, quien llevaba consigo a su hijo dializado de nombre Juan Román Ramón, quien esperó desde las 8 de la mañana y eran las 4 de la tarde y nunca lo atendieron con el pretexto de que no había camas, mientras a ésta persona se le veía un mal aspecto en su rostro.
Estaremos publicando cada uno de los casos de los que se ha hecho mención en este espacio.
Para muestra este lunes amanecieron decenas de familias con pacientes a las afueras de ese hospital sin ser atendidos, se trata de la señora Flor Delgado Hernández quien el pasado miércoles dio a luz una bebé prematura y ésta es la fecha que desconoce el estado de salud de esa criatura por no contar con la valoración de un pediatra, toda vez que los únicos dos especialistas en niños, simplemente están de vacaciones, y por tanto, no se la pueden entregar a la madre por lo que ésta llora de impotencia.
Otros casos son los de las señoras Teresa López Martínez, internada por encontrase embarazada, al igual que la señora Rosario Espinoza, quienes ingresaron la madrugada de este lunes apunto de alumbramiento y después del mediodía les informara la antipática recepcionista de urgencias del turno matutino, que para ambas era necesario realizarles la cesaría la cual tenía un costo de mil 500 pesos como pago al anestesiólogo de nombre Crispín, tipejo que amenazaba con abandonar el hospital y ante el temor de los familiares de las pacientes, tuvieron que pagar esa cantidad, de lo contario estaban sentenciadas por la trabajadora social y/o recepcionista que de no hacerlo se tendrían que canalizar a la ciudad de Veracruz y eso les costaría unos 3 mil pesos, dejando en claro la perversidad y complicidad de estos hampones de blanco a quienes éste reportero intentó llamar en dos ocasiones a números telefónicos que se encuentran en la sala de espera y ninguna línea se encontraba en servicio.
Lo peor es que la multimencionada trabajadora social de color moreno, quien siempre omitió su nombre junto con algunos empleados, se burlaban de las labores y desempeño de la prensa, también expresa textualmente que “Ya hemos salido muchas veces en los periódicos y nos hacen nada”.
Otro caso, posiblemente el más conmovedor fue el de la señora María Ramón Hernández, originaria de Palma Sola, Municipio de Tierra Blanca, quien llevaba consigo a su hijo dializado de nombre Juan Román Ramón, quien esperó desde las 8 de la mañana y eran las 4 de la tarde y nunca lo atendieron con el pretexto de que no había camas, mientras a ésta persona se le veía un mal aspecto en su rostro.
Estaremos publicando cada uno de los casos de los que se ha hecho mención en este espacio.
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