Bamba Política

miércoles, 16 de julio de 2014

Eventos clandestinos por la voracidad de funcionarios capitalinos y ayuntamientos mexiquenses

México, D.F.- La clandestinidad fue la única salida que le dejaron las autoridades gubernamentales a Giovani.
El joven empresario intentó organizar de manera legal conciertos de música electrónica en la zona oriente del Valle de México, pero la voracidad de funcionarios de delegaciones capitalinas y de ayuntamientos mexiquenses lo orillaron a efectuar “raves” clandestinos.
“Si yo iba a la delegación y tramitaba el permiso conforme a la ley, no me lo daban, tenía que entrarle con mi ‘mordida’, de lo contrario no me lo daban, aunque cumpliera con extintores, ambulancias, salidas de emergencia y todo.
La vez que fui a solicitarlo me pedían 10 mil pesos en la delegación Iztapalapa en el área de Establecimientos Mercantiles y Espectáculos Públicos”, contó.
“Si no me das la lana, aunque cumplas con todo, no te doy el permiso y si lo haces te voy a caer, me dijo uno que según era el subdirector. Prefería no pedir permiso y hacerlos clandestinamente”, relató.
Giovani rentaba terrenos de 2 mil o 3 mil metros cuadrados por los que pagaba de renta entre 2 a 3 mil pesos por nueve o 10 horas, que era lo que duraban los eventos.
Por la misma puerta donde ingresaban los asistentes, por esa misma salían. “No tenía un plan de protección civil, ni señalamientos de salidas de emergencia, ni ambulancias, ni personal preparado para una emergencia”, reconoció.
En sus conciertos siempre había peleas entre los mismos asistentes que se embriagaban: “Sacábamos a los peleoneros y seguía la fiesta”.
En 10 horas, Giovani obtenía entre 25 y 30 mil pesos libres. Pagaba a los que le ayudaban, por la renta del terreno, la cerveza y “mordidas” a algunos servidores.
“Llegaban los policías en patrullas y me pedían pa’l chesco, les daba 500 pesos. Me decían que bajara el volumen y cuando se fueran que le volviera a subir. Me decían que si los volvían a llamar de la delegación les iban a decir que ya habían venido y nos hacemos los occisos”.
“99 de cada 100 eventos son clandestinos”, asegura. Desde hace unos meses, Giovani organiza conciertos de reguetón, que también son ilegales, aunque dice que son más peligrosos porque muchos llevan armas, hay más peleas y hasta muertos”, expresó.

El Universal

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