Coahuila.- Entre cuestionamientos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por la incorporación de nuevos criterios y modificaciones incluidas sobre la mesa que le fueron adversos, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el dictamen de gastos de campaña de las elecciones de Coahuila, en el que confirmó el rebase de topes del candidato de la coalición Por un Coahuila Seguro, encabezada por Miguel Ángel Riquelme, en 8 por ciento, según las cifras preliminares difundidas por el organismo.
Al dar a conocer una versión previa del impacto de los ajustes realizados, el consejero Ciro Murayama señaló –sin contabilizar por ahora el gasto no reportado en representantes de casilla– que Riquelme erogó en su campaña 20.8 millones de pesos, es decir, poco más de 1.5 millones por arriba de los 19.2 millones de pesos que era el tope.
Con estos egresos, el candidato oficialmente ganador ejerció 8 por ciento más de lo legalmente permitido, colocándose en el supuesto de ley de que en elecciones donde la diferencia de votos es inferior a 5 por ciento, se anularían los comicios cuando el rebase supera 5 por ciento. Corresponderá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinar si corresponde esta nulidad.
Visiblemente molesto por la votación –siete votos a cuatro–, el representante del PRI ante el INE, Jorge Carlos Ramírez Marín, dijo: ‘‘Los partidos quedamos en absoluta indefensión, no sabemos qué significa esto de reclasificar el gasto y cuál va a ser el impacto real. Nos vamos a ir de aquí sin saber cuál es efectivamente el dictamen que se hizo’’.
Agregó que la fiscalización realizada por el INE había tenido numerosas inconsistencias: ‘‘Para nosotros, fue un proceso totalmente desaseado, sobre todo por estas ultimas sorpresas que introdujeron los consejeros aquí en la sesión. Nos parece muy grave’’.
Durante la sesión, Ramírez Marín hizo patente su inconformidad sobre las modificaciones realizadas y que al final fueron votadas siete a cuatro.
Murayama precisó que en el caso del gasto de Riquelme, durante la sesión se había descontado el costo de 17 videos que –se acreditó– no fueron correctamente contabilizados. Sin embargo, se anexó gasto no reportado en Facebook, por una suma de 993 mil pesos.
En cuanto a las cifras erogadas en campaña por el aspirante panista, Guillermo Anaya, durante la sesión se le exculpó de un gasto de 1.2 millones de pesos que se le adjudicó indebidamente del pago de una encuesta de salida. La versión preliminar del gasto total de Anaya es que ejerció 993 mil pesos por arriba de los 20.2 millones permitidos; esto es, dijo Murayama, un poco más de 5 por ciento.
En ambos casos quedará pendiente el total de lo erogado hasta que concluyan los procedimientos oficiosos relacionados con los representantes de casilla, a la espera de que acrediten o no que éstos realizaron trabajo voluntario el día de la pasada jornada electoral.
Murayama precisó que el INE efectuará los engroses del dictamen de la elección –al igual que las otras tres– para remitirlo al TEPJF. Será en un segundo momento cuando se remita lo que se resuelva en torno al gasto o no de representantes de casilla.
Al dar a conocer una versión previa del impacto de los ajustes realizados, el consejero Ciro Murayama señaló –sin contabilizar por ahora el gasto no reportado en representantes de casilla– que Riquelme erogó en su campaña 20.8 millones de pesos, es decir, poco más de 1.5 millones por arriba de los 19.2 millones de pesos que era el tope.
Con estos egresos, el candidato oficialmente ganador ejerció 8 por ciento más de lo legalmente permitido, colocándose en el supuesto de ley de que en elecciones donde la diferencia de votos es inferior a 5 por ciento, se anularían los comicios cuando el rebase supera 5 por ciento. Corresponderá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinar si corresponde esta nulidad.
Visiblemente molesto por la votación –siete votos a cuatro–, el representante del PRI ante el INE, Jorge Carlos Ramírez Marín, dijo: ‘‘Los partidos quedamos en absoluta indefensión, no sabemos qué significa esto de reclasificar el gasto y cuál va a ser el impacto real. Nos vamos a ir de aquí sin saber cuál es efectivamente el dictamen que se hizo’’.
Agregó que la fiscalización realizada por el INE había tenido numerosas inconsistencias: ‘‘Para nosotros, fue un proceso totalmente desaseado, sobre todo por estas ultimas sorpresas que introdujeron los consejeros aquí en la sesión. Nos parece muy grave’’.
Durante la sesión, Ramírez Marín hizo patente su inconformidad sobre las modificaciones realizadas y que al final fueron votadas siete a cuatro.
Murayama precisó que en el caso del gasto de Riquelme, durante la sesión se había descontado el costo de 17 videos que –se acreditó– no fueron correctamente contabilizados. Sin embargo, se anexó gasto no reportado en Facebook, por una suma de 993 mil pesos.
En cuanto a las cifras erogadas en campaña por el aspirante panista, Guillermo Anaya, durante la sesión se le exculpó de un gasto de 1.2 millones de pesos que se le adjudicó indebidamente del pago de una encuesta de salida. La versión preliminar del gasto total de Anaya es que ejerció 993 mil pesos por arriba de los 20.2 millones permitidos; esto es, dijo Murayama, un poco más de 5 por ciento.
En ambos casos quedará pendiente el total de lo erogado hasta que concluyan los procedimientos oficiosos relacionados con los representantes de casilla, a la espera de que acrediten o no que éstos realizaron trabajo voluntario el día de la pasada jornada electoral.
Murayama precisó que el INE efectuará los engroses del dictamen de la elección –al igual que las otras tres– para remitirlo al TEPJF. Será en un segundo momento cuando se remita lo que se resuelva en torno al gasto o no de representantes de casilla.
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