Cuernavaca, Morelos.- En más de dos años que duraron las obras del Paso Exprés se provocó otro gran socavón, que ha acumulado cascadas de corrupción, de extorsiones, de amparos, de minutas, de daños colaterales, de reclamos, de promesas incumplidas y de miedo entre los pobladores de los ejidos y las colonias que quedaron atrapadas entre esta vía.
Para muchos habitantes de la zona los muros del Paso Exprés son ahora la pared de sus casas, sus patios la salida del agua del drenaje, sus recámaras verdaderas albercas. Los afortunados recibieron sólo el primer pago de una indemnización de 40 por ciento del valor del predio. Otros, simplemente, han tenido que abandonar sus hogares debido a que las obras los dejaron sin servicios, sin luz, sin agua potable, sin teléfono.
Entre litigantes de los afectados, aseguraron a Excélsior que son al menos 500 amparos los que los vecinos interpusieron por el despojo de sus terrenos que usaron como vía del Paso Exprés.
Héctor Carranza, abogado especializado en juicio de amparo de la Universidad Estatal de Morelos, explicó que el proceso de notificación para realizar una expropiación requiere de seis a 18 meses, lo cual no ocurrió con muchos afectados del Paso Exprés.
“Yo vi, antes de que estuviera en funciones el famoso Paso Exprés, infinidad de juicios de amparo, desgraciadamente mal hechos”, aseguró el abogado.
Carranza llegó a ver en los juzgados tercero, cuarto y sexto de distrito de Cuernavaca que había más de 500 demandas de juicio de amparo.
Denunció que, en su caso particular, como afectado por funcionarios de la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Morelos, no sólo fue víctima de la corrupción y extorsión para ser despojado de su propiedad; sino que incluso personal del equipo de José Luis Alarcón Ezeta falsificó planos para acusarlo de invasión de propiedad federal.
Si bien su caso se refiere a obras realizadas en el municipio de Tetecala, es un hecho que se reprodujo en torno del Paso Exprés.
Además de la corrupción, detrás del Paso Exprés están una inminente demanda por daño moral, que interpondrá el abogado de la familia Mena, Darío Oscós Coria, por la muerte de Juan, padre, y Juan, hijo, que podría alcanzar hasta 30 millones de pesos.
También en esta cascada legal las minutas y las quejas que han sido una constante por el incumplimiento de las autoridades que prometieron devolver los servicios a los vecinos, a los que dejaron sin luz, sin agua y con sus casas llenas de tierra.
Eva Martínez prestó su pared para que ahí pusieron los medidores de luz de una treintena de vecinos de la colonia Las Águilas, porque estaban colocados sobre la vía del Paso Exprés.
“No sólo me afectaron el muro que construyeron junto a mi casa, sino también con lo que es la luz de mis vecinos, porque cuando la máquina estaba excavando, si no le avisamos, literal, a los ingenieros que estaban ahí, los medidores de luz, el trabajador que estaba haciendo maniobras se hubiera electrocutado. Debido a la gravedad les di la oportunidad de que pusieran los medidores, supuestamente dos semanas, en lo que es mi pared, pero han pasado más de ocho meses y no han vendido a retirarlos, siendo que ellos se comprometieron a hacerlo y que me están poniendo en riesgo”, dijo Eva.
Así como a Eva, a Margarita Arriaga las autoridades de la SCT le aseguraron por escrito en la minuta 1334/2916 que, cuando terminaran esta obra, la cual tenían urgencia de concluir, regresarían a su casa a recoger la tierra que dejaron con la excavación y a restablecerle los servicios que le quitaron, pero cuatro meses después de entregado El Paso Exprés siguen sin solucionar sus demandas.
“Dejaron tierra de excavación, mi tubería de agua potable, la dejaron provisional: desde hace más de año y medio una manguera, cuando yo tenía tubo galvanizado. Lo que hicieron fue dejarme una manguera doblada y fue todo. Me dijeron que en cuanto acabaran las obras, porque ya les urgía y nos pidieron que les diéramos chance, pero desde abril que he estado yendo para ver qué respuesta me dan, todavía no me han dado solución”, lamentó Margarita.
Miguel Castrejón, habitante de Las Águilas, narró la forma como una de las paredes de una de sus recámaras se convirtió en una cascada, debido a que la inundación de la casa del vecino traspasó el muro.
Explicó que uno de los expertos de la SCT acudió a verificar los daños, pero que al arrancar yeso, advirtió que la reparación consistiría en sólo rellenar el desperfecto.
El Paso Exprés llegó para convertirse en la pesadilla de los vecinos morelenses.
Para muchos habitantes de la zona los muros del Paso Exprés son ahora la pared de sus casas, sus patios la salida del agua del drenaje, sus recámaras verdaderas albercas. Los afortunados recibieron sólo el primer pago de una indemnización de 40 por ciento del valor del predio. Otros, simplemente, han tenido que abandonar sus hogares debido a que las obras los dejaron sin servicios, sin luz, sin agua potable, sin teléfono.
Entre litigantes de los afectados, aseguraron a Excélsior que son al menos 500 amparos los que los vecinos interpusieron por el despojo de sus terrenos que usaron como vía del Paso Exprés.
Héctor Carranza, abogado especializado en juicio de amparo de la Universidad Estatal de Morelos, explicó que el proceso de notificación para realizar una expropiación requiere de seis a 18 meses, lo cual no ocurrió con muchos afectados del Paso Exprés.
“Yo vi, antes de que estuviera en funciones el famoso Paso Exprés, infinidad de juicios de amparo, desgraciadamente mal hechos”, aseguró el abogado.
Carranza llegó a ver en los juzgados tercero, cuarto y sexto de distrito de Cuernavaca que había más de 500 demandas de juicio de amparo.
Denunció que, en su caso particular, como afectado por funcionarios de la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Morelos, no sólo fue víctima de la corrupción y extorsión para ser despojado de su propiedad; sino que incluso personal del equipo de José Luis Alarcón Ezeta falsificó planos para acusarlo de invasión de propiedad federal.
Si bien su caso se refiere a obras realizadas en el municipio de Tetecala, es un hecho que se reprodujo en torno del Paso Exprés.
Además de la corrupción, detrás del Paso Exprés están una inminente demanda por daño moral, que interpondrá el abogado de la familia Mena, Darío Oscós Coria, por la muerte de Juan, padre, y Juan, hijo, que podría alcanzar hasta 30 millones de pesos.
También en esta cascada legal las minutas y las quejas que han sido una constante por el incumplimiento de las autoridades que prometieron devolver los servicios a los vecinos, a los que dejaron sin luz, sin agua y con sus casas llenas de tierra.
Eva Martínez prestó su pared para que ahí pusieron los medidores de luz de una treintena de vecinos de la colonia Las Águilas, porque estaban colocados sobre la vía del Paso Exprés.
“No sólo me afectaron el muro que construyeron junto a mi casa, sino también con lo que es la luz de mis vecinos, porque cuando la máquina estaba excavando, si no le avisamos, literal, a los ingenieros que estaban ahí, los medidores de luz, el trabajador que estaba haciendo maniobras se hubiera electrocutado. Debido a la gravedad les di la oportunidad de que pusieran los medidores, supuestamente dos semanas, en lo que es mi pared, pero han pasado más de ocho meses y no han vendido a retirarlos, siendo que ellos se comprometieron a hacerlo y que me están poniendo en riesgo”, dijo Eva.
Así como a Eva, a Margarita Arriaga las autoridades de la SCT le aseguraron por escrito en la minuta 1334/2916 que, cuando terminaran esta obra, la cual tenían urgencia de concluir, regresarían a su casa a recoger la tierra que dejaron con la excavación y a restablecerle los servicios que le quitaron, pero cuatro meses después de entregado El Paso Exprés siguen sin solucionar sus demandas.
“Dejaron tierra de excavación, mi tubería de agua potable, la dejaron provisional: desde hace más de año y medio una manguera, cuando yo tenía tubo galvanizado. Lo que hicieron fue dejarme una manguera doblada y fue todo. Me dijeron que en cuanto acabaran las obras, porque ya les urgía y nos pidieron que les diéramos chance, pero desde abril que he estado yendo para ver qué respuesta me dan, todavía no me han dado solución”, lamentó Margarita.
Miguel Castrejón, habitante de Las Águilas, narró la forma como una de las paredes de una de sus recámaras se convirtió en una cascada, debido a que la inundación de la casa del vecino traspasó el muro.
Explicó que uno de los expertos de la SCT acudió a verificar los daños, pero que al arrancar yeso, advirtió que la reparación consistiría en sólo rellenar el desperfecto.
El Paso Exprés llegó para convertirse en la pesadilla de los vecinos morelenses.
Excelsior
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