México, D.F.- Una decena de agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República custodian el piso de terapia intensiva del Hospital Ángeles del Pedregal, donde el ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier, se encuentra bajo arraigo, desde el pasado jueves, hace siete días, debido a que sufre problemas cardiovasculares que lo mantienen en estado “crítico” pero “estable”.
Y de esos agentes, entre hombres y mujeres, de pantalón beige y chaleco o playera, azul con la leyenda de PGR, dos en especial se encuentran en los costados de la puerta de acceso de la Unidad Coronaria, cuarto tres, ubicada en el primer piso del hospital privado, las 24 horas al día.
En la sala de espera localizada a un costado de terapia intensiva sólo se permite el acceso de algunos familiares de pacientes que se encuentran internados en dicho hospital, al igual que Granier, y cercana de esa sala, hay otra donde permanecen los abogados del ex gobernador, entre ellos, Eduardo Luengo Creel.
La seguridad en el hospital privado se intensificó ayer al grado de que el personal interno, ataviado con traje oscuro y corbata roja, restringió el acceso a diversas personas desde la entrada del hospital, y sólo con previa identificación es como dejaban subir al elevador a los familiares. Situación que llegó a molestar a diversos usuarios de los servicios. “Uno no puede pasar, salgase” era acompañado “de un disculpe usted…es por seguridad, no pasa nada”.
Granier no está inconsciente. Tampoco sedado. Se la pasa durmiendo, convaleciendo. Hasta ahora se le han realizado, conforme a la información proporcionada a Milenio, todo tipo de estudios desde química sanguínea hasta de detección de obstrucción arterial que conlleven a la muerte del músculo cardíaco. Esto para descartar el dolor de pecho que el ex gobernador argumentó sentir.
En algunos estudios ha sido movilizado a la torre tres donde se encuentran los aparatos sofisticados, pero siempre, bajo la custodia de agentes de la Policía Federal Ministerial de la PGR hasta que, como fue ordenado por un juez, sea puesto a disposición de las autoridades tabasqueñas para que responda a la causa penal DGI-67/2013 por los delitos de ejercicio indebidos del servicio público y peculado cometidos en perjuicio del erario público del estado de Tabasco.
La mayor parte del tiempo Granier se encuentra solo. No recibe visitas de amigos ni de familiares. Su hijo, Fabián Granier Calles, visitó a su padre el primer día que estuvo internado. Pero fuera de eso se encuentra en manos de un equipo importante de enfermeras y de diversos médicos especialistas que no han descartado la posibilidad de una cirugía.
Y de esos agentes, entre hombres y mujeres, de pantalón beige y chaleco o playera, azul con la leyenda de PGR, dos en especial se encuentran en los costados de la puerta de acceso de la Unidad Coronaria, cuarto tres, ubicada en el primer piso del hospital privado, las 24 horas al día.
En la sala de espera localizada a un costado de terapia intensiva sólo se permite el acceso de algunos familiares de pacientes que se encuentran internados en dicho hospital, al igual que Granier, y cercana de esa sala, hay otra donde permanecen los abogados del ex gobernador, entre ellos, Eduardo Luengo Creel.
La seguridad en el hospital privado se intensificó ayer al grado de que el personal interno, ataviado con traje oscuro y corbata roja, restringió el acceso a diversas personas desde la entrada del hospital, y sólo con previa identificación es como dejaban subir al elevador a los familiares. Situación que llegó a molestar a diversos usuarios de los servicios. “Uno no puede pasar, salgase” era acompañado “de un disculpe usted…es por seguridad, no pasa nada”.
Granier no está inconsciente. Tampoco sedado. Se la pasa durmiendo, convaleciendo. Hasta ahora se le han realizado, conforme a la información proporcionada a Milenio, todo tipo de estudios desde química sanguínea hasta de detección de obstrucción arterial que conlleven a la muerte del músculo cardíaco. Esto para descartar el dolor de pecho que el ex gobernador argumentó sentir.
En algunos estudios ha sido movilizado a la torre tres donde se encuentran los aparatos sofisticados, pero siempre, bajo la custodia de agentes de la Policía Federal Ministerial de la PGR hasta que, como fue ordenado por un juez, sea puesto a disposición de las autoridades tabasqueñas para que responda a la causa penal DGI-67/2013 por los delitos de ejercicio indebidos del servicio público y peculado cometidos en perjuicio del erario público del estado de Tabasco.
La mayor parte del tiempo Granier se encuentra solo. No recibe visitas de amigos ni de familiares. Su hijo, Fabián Granier Calles, visitó a su padre el primer día que estuvo internado. Pero fuera de eso se encuentra en manos de un equipo importante de enfermeras y de diversos médicos especialistas que no han descartado la posibilidad de una cirugía.
Solución política
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