ELECCIONES Y MÁS
Por Mariana Belem Arvizu Rivera
El consejo general del IFE aprobó el dictamen en donde se establecen las multas a cada uno de los partidos por el rebase en los topes de campaña. Esto dio inicio a protestas por parte de panistas y perredistas. El consejero Figueroa fue el único que señaló que el dictamen estaba pervertido y distorsionado porque los criterios no son iguales para medir a unos y otros. Sin embargo se establece que el problema no es la fiscalización propiamente, ya que la capacidad de auditar que los ingresos de los partidos sean lícitos y que sus egresos correspondan a su actividad es correcta. Se detectó el monto más alto no reportado por los partidos políticos. Sin embargo en cuanto al rebase de los topes de campaña existen reglas que no abonan de ninguna manera a la equidad -reglas aprobadas por partidos políticos y consejeros electorales-, porque les permite a los mismos prorratear es decir distribuir los gastos a su libre voluntad entre las campañas que vayan a efectuarse. Esto trae como consecuencia que puedan truquear cifras y generar una verdad contable que no obstante representa una verdad ficticia. No es un secreto que la coalición Compromiso por México fue la que más gasto, bastaba observar la cantidad de espectaculares, la forma de trasladarse del candidato. Sólo dos ejemplos: el primero, el gasto total de esta coalición fue de 1132 millones de pesos, 63.5 más que Movimiento progresista y el segundo la coalición Compromiso por México gastó 402 millones de pesos en espectaculares dos veces más el PAN. Ahora bien son reglas que han estado vigentes desde hace quince años y que fueron utilizadas por el PAN en el 2006, por lo que no pueden manifestar que las ignoraban. Es claro entonces que la rendición de cuentas no es equitativa y que se tienen que crear nuevas reglas. Los mexicanos nos merecemos elecciones transparentes y equitativas, por lo que se debe seguir trabajando para alcanzarlas.
En las elecciones realizadas el pasado siete de julio hubo de todo pero sobre todo el gasto erogado por los institutos locales para pagar a empresas privadas a quienes se les concesionó el PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares). Los sistemas fallaron en tres estados, Baja California. Tlaxcala y Veracruz. Siendo el peor caso el de Baja California, y Tlaxcala fue el última en comenzar su operación. En cuanto al costo la diferencia de lo pagado es abrumadora, por mencionar sólo dos casos: Baja California pago cinco millones 200 mil pesos y Puebla 16 millones 100 mil pesos. Estos datos son importantes porque es relevante pregúntales a los institutos electorales locales por qué no se utilizó la infraestructura con la que cuenta el Instituto Federal Electoral, por qué gastar esas cantidades, especulando en cuanto a la posible respuesta: serán amigos, empresas de familiares, reitero mera especulación. Ahora bien los costos fueron mas altos, desde el hecho de que en Baja California se tuvo tantos errores que su credibilidad fue nula, y la diferencia que se pago en un estado y otro fue también escandalosa.
Si bien es cierto que el gobierno forma y conforma gran parte de un sistema que requiere de forma urgente mejoras, en todos los ámbitos, también es una realidad que la sociedad necesita unirse a estas mejoras, realmente valorando el costo que tiene su voto y el valor sociocultural que representa. Recordemos que no hay elecciones más o menos importantes, ya que la democracia y gobierno se forjan desde los cimientos, mismos que se encuentran en la familia en la comunidad, en la escuela, en la vida. Son los Ayuntamientos de los municipios y los diputados locales debieran trabajar por una real democracia, porque son el primer contacto que toda persona tiene con la misma, aquellos candidatos que conocemos de nuestras comunidades, pensemos pues nuestro voto para que llegadas las "candidaturas de mayor peso", tengamos una mejor perspectiva para una elección mas limpia, equitativa y justa, es nuestro derecho y nuestra obligación.
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