México, D.F.- El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, aseguró que Los caballeros templarios asesinaron a Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la octava Zona Naval en Puerto Vallarta, Jalisco, y al segundo maestre Francisco Ricardo Hernández Mercado.
En tanto, autoridades de la Secretaría de Marina y de la Policía Federal confirmaron que el domingo hubo bloqueos en cuatro puntos carreteros de Michoacán para demandar la salida de las fuerzas del orden, pero ninguno tiene relación con el homicidio del vicealmirante.
Reiteraron que las manifestaciones de transportistas y taxistas, en las que se exigía la salida de la Policía Federal y del Ejército mexicano, son ajenas a la muerte del mando naval, por lo que descartaron la versión de la emboscada. Las protestas se realizaron en las casetas de peaje de Ecuandureo, Contepec, Copanduro y Parindícuaro.
El titular de la PGR reveló que la organización liderada por Servando Gómez Martínez, La Tuta, fue la responsable de estos hechos, y aseguró que paga a sus integrantes 7 mil 500 pesos mensuales “por robar, extorsionar y generar secuestros, entre otra serie de delitos”.
Lo anterior se desprende de las declaraciones rendidas por los tres detenidos: Timoteo Vargas Infante, José Trinidad Arroyo Regalado y Ramiro Barajas Alvarado, quienes aceptaron su participación en los crímenes.
Eduardo Sánchez, vocero del gobierno federal en materia de seguridad, informó que los tres sujetos se encuentran en la SEIDO e indicó que fueron detenidos con cuatro armas largas y una corta, todas ellas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, además de cargadores y cartuchos.
En un mensaje en el que no aceptó preguntas, Murillo Karam puntualizó que la muerte del mando naval fue circunstancial, pues regresaba a Puerto Vallarta después de pasar el fin de semana con su familia. El vicealmirante pasó la noche del sábado en Morelia.
El Economista
En tanto, autoridades de la Secretaría de Marina y de la Policía Federal confirmaron que el domingo hubo bloqueos en cuatro puntos carreteros de Michoacán para demandar la salida de las fuerzas del orden, pero ninguno tiene relación con el homicidio del vicealmirante.
Reiteraron que las manifestaciones de transportistas y taxistas, en las que se exigía la salida de la Policía Federal y del Ejército mexicano, son ajenas a la muerte del mando naval, por lo que descartaron la versión de la emboscada. Las protestas se realizaron en las casetas de peaje de Ecuandureo, Contepec, Copanduro y Parindícuaro.
El titular de la PGR reveló que la organización liderada por Servando Gómez Martínez, La Tuta, fue la responsable de estos hechos, y aseguró que paga a sus integrantes 7 mil 500 pesos mensuales “por robar, extorsionar y generar secuestros, entre otra serie de delitos”.
Lo anterior se desprende de las declaraciones rendidas por los tres detenidos: Timoteo Vargas Infante, José Trinidad Arroyo Regalado y Ramiro Barajas Alvarado, quienes aceptaron su participación en los crímenes.
Eduardo Sánchez, vocero del gobierno federal en materia de seguridad, informó que los tres sujetos se encuentran en la SEIDO e indicó que fueron detenidos con cuatro armas largas y una corta, todas ellas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, además de cargadores y cartuchos.
En un mensaje en el que no aceptó preguntas, Murillo Karam puntualizó que la muerte del mando naval fue circunstancial, pues regresaba a Puerto Vallarta después de pasar el fin de semana con su familia. El vicealmirante pasó la noche del sábado en Morelia.
El Economista
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