Toluca, México.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se convirtió en la nota y comentarios en Twitter y redes sociales, pues mientras fue invitado a comer cordero asado, se quedó con el antojo del chorizo toluqueño.
En la Cumbre de Líderes de América del Norte realizada en Toluca, donde el primer ministro, Stephen Harper, y los presidentes, Barack Obama y Enrique Peña, tocaron temas de competitividad, comercio, energía, cambio climático, comunicaciones y migración, entre otros, pero toda la solemnidad se relajó con el buen humor del mandatario de EU.
El ambiente en el primer cuadro de Toluca era totalmente serio, pues el evento se celebró en una zona amurallada y vigilada por elementos del Estado Mayor Presidencial y del Servicio Secreto de EU.
La comida fue programada en el Cosmovitral Jardín Botánico, donde los mexicanos se esmeraron en ofrecer buenos platillos, en medio de un escenario paradisiaco.
Muy sonriente, Barack paladeó, junto con Peña Nieto y Harper, un exótico menú que incluyó taquitos de flor de jamaica en salsa de nopales, queso panela y salsa de cacahuate, sopa fresca de lima y brocheta de pato.
Pero pareciera que el presidente norteamericano no se vio impresionado por el chef. Su antojo era otro y, de haberle sido posible, tal vez hubiera ido a los locales de los Portales de Toluca y echarse una tortita de chorizo.
El Universal
En la Cumbre de Líderes de América del Norte realizada en Toluca, donde el primer ministro, Stephen Harper, y los presidentes, Barack Obama y Enrique Peña, tocaron temas de competitividad, comercio, energía, cambio climático, comunicaciones y migración, entre otros, pero toda la solemnidad se relajó con el buen humor del mandatario de EU.
El ambiente en el primer cuadro de Toluca era totalmente serio, pues el evento se celebró en una zona amurallada y vigilada por elementos del Estado Mayor Presidencial y del Servicio Secreto de EU.
La comida fue programada en el Cosmovitral Jardín Botánico, donde los mexicanos se esmeraron en ofrecer buenos platillos, en medio de un escenario paradisiaco.
Muy sonriente, Barack paladeó, junto con Peña Nieto y Harper, un exótico menú que incluyó taquitos de flor de jamaica en salsa de nopales, queso panela y salsa de cacahuate, sopa fresca de lima y brocheta de pato.
Pero pareciera que el presidente norteamericano no se vio impresionado por el chef. Su antojo era otro y, de haberle sido posible, tal vez hubiera ido a los locales de los Portales de Toluca y echarse una tortita de chorizo.
El Universal
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