DISCRIMINACIÓN VERBAL: GESTIÓN ESTATAL–EXCLUSIÓN SOCIAL
Por Mariana Belem Arvizu Rivera
El 21 de marzo se celebra el Día Internacional del Idioma Materno, el cual su fundamento se basa en la tolerancia y el diálogo dentro de los pueblos, así como la diversidad cultural y lingüística que existe en cada país y por ende en el mundo.
Unas de las principales causas de discriminación son: la pobreza, el subdesarrollo, la marginación, la exclusión social (también ligados al racismo), las desigualdades económicas, y su asidua presencia contribuyen a la persistencia de actitudes de exclusión social. Pues bien: conocer, comprender, entender las diversas lenguas y lenguajes primero de nuestra pequeña comunidad, de nuestra localidad, ayuda y permite a más personas hacer que se escuche su voz y participar de forma más activa en el rumbo de la sociedad (política y socialmente), acrecentando de este modo una mayor tolerancia hacia todos nosotros. Además de que en algunos países (Estados) las estructuras o instituciones políticas y jurídicas que hoy por hoy persisten, no pertenecen ni se interesan por las características multiétnicas, pluriculturales y plurilingües de su población, dando lugar en muchos casos a ser un factor importante de discriminación.
Este día “celebra la diversidad lingüística y cultural junto al multilingüismo como factor para la paz y el desarrollo sostenible.”(Mensaje del Secretario General, Ban Ki-moon, ONU).
El lenguaje pues, es un arma de doble filo, debido a que sirve para agredir tanto como para apaciguar o calmar los diferentes conflictos que surgen entre los seres humanos. Este don y arma tan importante debe de hacernos recapacitar, reflexionar y pensar en los comunicados que se difunden por todos los medios y de parte de quien se transmiten dichos informes, así como el mensaje mismo que nos envían con cada uno de estos comunicados.
El pensamiento cultural se va formando y reformando en cada generación; muchas de las características de dicho razonamiento se va diversificando o bien cambiando con los acuerdos y los desacuerdos que se generan entre las ideologías de las personas de las diferentes edades, razas, culturas y la convivencia constante que se va dando entre las mismas.
Entonces, si el diálogo sirve para conjugar pensamientos, llegar acuerdos y tener con esto una mejor convivencia, una sociedad más sana, ¿qué pasará si nos imponen que se puede escuchar, a quiénes debemos prestar atención, quién se puede expresar y cómo debemos reflexionar?
Hechos que pueden influir en dichos cuestionamientos, se dieron recientemente en el Estado de México, donde el gobierno del estado prohibió y desplegó fuerzas policiacas para evitar que se llevará a cabo el festival de música metal “Hell and Heaven metal fest 2014”, y en donde también se prohibió la entrada a Rigoberta Menchú (Premio Nobel de la Paz) a la Universidad de Chapingo donde impartiría una conferencia sobre “El empoderamiento de la mujer dentro del desarrollo económico y social actual” - con motivo del Festival de las Mujeres que organiza el ayuntamiento – y a la cual no se le brindó ninguna explicación por parte de las autoridades de dicha institución ya que nunca aparecieron.
Ambos eventos, en un lugar tan “pequeño” como el municipio de Texcoco y donde el primer argumento de parte de las autoridades estatales fue salvaguardar la seguridad de todos los asistentes (sin demeritar dichos argumentos), generan un cuestionamiento:¿Por qué el Estado de México continúa siendo el primer lugar en feminicidios? (teniendo en cuenta también que se celebró en estas fechas el Día Internacional de la mujer), ¿En dónde se encuentran las autoridades que muestran tanto interés por toda la población, acaso no tiene la misma relevancia?
Estoy de acuerdo, con el hecho de que si ambos recintos no contaban con las cuestiones de seguridad (en el caso del festival) o de requerimiento técnicos (para la conferencia), no deben llevarse a cabo – por respeto a los ponentes, y respeto a los asistentes – pero son cuidados, parte de la diplomacia que se debe de ver con antelación y no de último momento en donde se da un desdén hacia todos los participantes de dichos eventos (o cualquiera otro que hubiera sido el caso).
Entonces pues, abramos bien todos nuestros sentidos, ya que la comunicación y el entendimiento se da a través de todos ellos. Beneficiémonos del LENGUAJE – definido por la Real Academia Española como un conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente; manera de expresarse; conjunto de señales que dan a entender algo, etc. – para mostrar y dar a conocer nuestros puntos de visto. Escuchemos con atención aquellas letras, palabras, sonidos, que buscan la libertad y proponen soluciones a los problemas de la vida diaria.
Las bellas artes (incluida la música y la oratoria) son medio de expresión que sirven para concientizar a la población, hacerles llegar mensajes, conocer las múltiples formas de ideas dentro de la sociedad que se desarrolla y se envuelve en un municipio, en un estado, país y en el mundo.
Orson Scott escribió: En el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarle, entonces, en ese preciso instante, también le quiero. Hay entonces que aprender y reaprender de la sociedad y las múltiples subculturas para así poder progresar como pueblo, estado y nación.
Hagamos nuestro principal lenguaje, aquel que dialoga con sensibilidad, sentimiento, tolerancia y amor. Y como decía el difunto Presidente Nelson Mandela: «Si hablas a un hombre en una lengua que entiende, llegas a su cabeza. Si le hablas en su propia lengua, llegas a su corazón».
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