¿Y PARA ESO LES PAGAMOS?
Habiendo tantos temas sumamente importantes, los diputados federales pierden el tiempo en polemizar un tema intrascendente, “el orden de los apellidos después del nombre en el registro civil". La Comisión de Justicia aprobó reformas al Código Civil Federal para establecer que al momento de expedir el acta de nacimiento pueda ir, previo acuerdo de los padres, el apellido materno antes que el paterno, solo que el orden elegido deberá mantenerse para todos los demás hijos.
Según la propuesta, se busca eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares. Sin parecer machista, espero que esta disposición no vaya a traer problemas futuros para los matrimonios que no se puedan poner de acuerdo en el orden de los apellidos.
Este cambio no sólo sería legal, sino también cultural, pues en la mayoría de los formatos para cualquier trámite viene establecido primero el apellido paterno y luego el materno.
Además habrá que enfrentar las críticas culturales, ya que hay una tradición familiar en esta práctica.
Y qué decir de aquellos pueblos donde los usos y costumbres están tan arraigados donde se puede pensar en conflictos entre familias por el detalle de quien va primero en el orden. Las broncas que habrá cuando el padre o la madre vayan solos a registrar a los menores como ocurre actualmente, algunos van a preferir poner primero su apellido y otros tal vez prefieran lavarse las manos.
Habiendo tantos temas sumamente importantes, los diputados federales pierden el tiempo en polemizar un tema intrascendente, “el orden de los apellidos después del nombre en el registro civil". La Comisión de Justicia aprobó reformas al Código Civil Federal para establecer que al momento de expedir el acta de nacimiento pueda ir, previo acuerdo de los padres, el apellido materno antes que el paterno, solo que el orden elegido deberá mantenerse para todos los demás hijos.
Según la propuesta, se busca eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares. Sin parecer machista, espero que esta disposición no vaya a traer problemas futuros para los matrimonios que no se puedan poner de acuerdo en el orden de los apellidos.
Este cambio no sólo sería legal, sino también cultural, pues en la mayoría de los formatos para cualquier trámite viene establecido primero el apellido paterno y luego el materno.
Además habrá que enfrentar las críticas culturales, ya que hay una tradición familiar en esta práctica.
Y qué decir de aquellos pueblos donde los usos y costumbres están tan arraigados donde se puede pensar en conflictos entre familias por el detalle de quien va primero en el orden. Las broncas que habrá cuando el padre o la madre vayan solos a registrar a los menores como ocurre actualmente, algunos van a preferir poner primero su apellido y otros tal vez prefieran lavarse las manos.
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