México, D.F.- A pesar de los índices de obesidad y sobrepeso en los menores de edad, los fabricantes o quienes se dedican a la venta de uniformes escolares no han tenido demanda por tallas grandes, más bien, el aumento, a unos días del inicio del nuevo ciclo, se ha dado en la ropa de niños de seis y tres años.
Al realizar un recorrido por varios establecimientos, los dependientes explicaron que una tendencia por parte de los padres de familia es comprar esas prendas una e incluso dos tallas más grandes de la que usan sus hijos, con el fin de que les dure todo el año y no realicen gastos extraordinarios, sobre todo cuando los salarios son precarios.
Una de las personas que atiende en Marusa fabricantes, expresó que las ventas han disminuido considerablemente con respecto al año pasado, debido a la situación económica y los padres o tutores optan por reusar o comprar sólo lo indispensable.
Indicó que el precio de un uniforme escolar que comprende, pantalón o falda según sea el caso, camisa o blusa y suéter oscila en cerca de 600 pesos.
No obstante, esperan que se compongan las ventas, ya que es frecuente se acuda muy cerca al retorno a clases.
Respecto a las tallas, dijo, la demanda es variada, pero se aprecia con más constancia en las de tres, seis y 12 o 14 años de edad porque son quienes ingresan al kínder, primaria y secundaria, respectivamente.
Sin embargo, padres de familia que tienen hijos con obesidad o sobrepeso, requieren de tallas grandes, es decir, para un infante de los primeros grados de primaria se les recomienda una 12; para adolescentes de secundaria con ese problema una talla 33.
Por su parte, el propietario de una tienda de uniformes deportivos y escolares del centro de la ciudad expresó que los padres de familia, independientemente de que su hijo tenga algunos de esos padecimientos, procuran comprar una o dos tallas más grandes a su medida.
Lo anterior, para ahorrar dinero y no hacer gastos en los meses subsiguientes, ya que los niños y adolescentes se encuentran en etapa de crecimiento.
Excelsior
Al realizar un recorrido por varios establecimientos, los dependientes explicaron que una tendencia por parte de los padres de familia es comprar esas prendas una e incluso dos tallas más grandes de la que usan sus hijos, con el fin de que les dure todo el año y no realicen gastos extraordinarios, sobre todo cuando los salarios son precarios.
Una de las personas que atiende en Marusa fabricantes, expresó que las ventas han disminuido considerablemente con respecto al año pasado, debido a la situación económica y los padres o tutores optan por reusar o comprar sólo lo indispensable.
Indicó que el precio de un uniforme escolar que comprende, pantalón o falda según sea el caso, camisa o blusa y suéter oscila en cerca de 600 pesos.
No obstante, esperan que se compongan las ventas, ya que es frecuente se acuda muy cerca al retorno a clases.
Respecto a las tallas, dijo, la demanda es variada, pero se aprecia con más constancia en las de tres, seis y 12 o 14 años de edad porque son quienes ingresan al kínder, primaria y secundaria, respectivamente.
Sin embargo, padres de familia que tienen hijos con obesidad o sobrepeso, requieren de tallas grandes, es decir, para un infante de los primeros grados de primaria se les recomienda una 12; para adolescentes de secundaria con ese problema una talla 33.
Por su parte, el propietario de una tienda de uniformes deportivos y escolares del centro de la ciudad expresó que los padres de familia, independientemente de que su hijo tenga algunos de esos padecimientos, procuran comprar una o dos tallas más grandes a su medida.
Lo anterior, para ahorrar dinero y no hacer gastos en los meses subsiguientes, ya que los niños y adolescentes se encuentran en etapa de crecimiento.
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