AYOTZINAPA EL PRETEXTO
Mientras los padres de los 43 desaparecidos de la Universidad Rural de Ayotzinapa siguen preocupados y esperanzados de que sus hijos aparezcan con vida, muchos grupos porriles, seudo estudiantes y seudo líderes sociales han tomando como pretexto el tema para cometer desmanes ante la indiferencia de la autoridades, lo que los hace sentirse intocables, capaces de destruir oficinas de gobierno, casetas de peaje, o quemar vehículos oficiales, a lo largo y ancho del país.
El Estado de México no ha sido la excepción de estos atropellos porque grupos de jóvenes, en aparente solidaridad con los padres de los normalistas desaparecidos, han tomado casetas permitiendo el peaje sin pagar.
Muchos mexicanos nos preguntamos si en todas estas manifestaciones hay presencia de al menos uno de los principales afectados, los pobladores de Guerrero que buscan por todos lados rastro de sus hijos desaparecidos.
Acaso no se dan cuenta quienes destruyen edificios públicos que están echando a la basura lo que nos ha costado a todos con nuestros impuestos. Peor aún, de nuestros impuestos se volverán a construir y reparar los daños causados por seudo gente preocupada por lo que pasó en Iguala.
Si me equivoco que nos digan, cuantos normalistas han aparecido con cada escritorio destruido, en cada vidrio roto y vehículo quemado. La civilidad esta convirtiéndose en un mito o anécdota que platicaremos en el futuro, si es que nos dejan llegar.
El Estado de México no ha sido la excepción de estos atropellos porque grupos de jóvenes, en aparente solidaridad con los padres de los normalistas desaparecidos, han tomado casetas permitiendo el peaje sin pagar.
Muchos mexicanos nos preguntamos si en todas estas manifestaciones hay presencia de al menos uno de los principales afectados, los pobladores de Guerrero que buscan por todos lados rastro de sus hijos desaparecidos.
Acaso no se dan cuenta quienes destruyen edificios públicos que están echando a la basura lo que nos ha costado a todos con nuestros impuestos. Peor aún, de nuestros impuestos se volverán a construir y reparar los daños causados por seudo gente preocupada por lo que pasó en Iguala.
Si me equivoco que nos digan, cuantos normalistas han aparecido con cada escritorio destruido, en cada vidrio roto y vehículo quemado. La civilidad esta convirtiéndose en un mito o anécdota que platicaremos en el futuro, si es que nos dejan llegar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario