Estado de México.- Este 19 de noviembre se cumplen 30 años de la explosión de los almacenamientos de gas en el pueblo de San Juan Ixhuatepec, en Tlalnepantla, que cobró la vida de cerca de 600 personas y cuatro mil 248 resultaron heridas.
La serie de explosiones inició a las 5:45 de la mañana, cuando los vecinos escucharon un fuerte estruendo y sintieron que la tierra se cimbró.
La explosión se debió a una falla en los sistemas de almacenamiento de gas que provocaron una serie de explosiones que devastaron a San Juan Ixhuatepec, también llamado San Juanico.
La planta de almacenamiento de Pemex fue construida a principios los años 60, y contaba con 6 tanques gigantes esféricos y 48 cilíndricos de menor tamaño.
La primera explosión ocurrió a las 5:45, y le siguió una serie de estallidos.
El gas a presión provocó que las llamas se elevaran hasta unos 600 metros de altura (2.5 veces la altura de la Torre Mayor) y que cientos de personas prácticamente quedaran desintegradas por el calor de las llamas y el impacto de la onda expansiva.
Se registraron 11 explosiones. En cada una de ellas las llamas se elevaron a cientos de metros.
Solo algunos de los cuerpos fueron identificados por sus familiares, debido al grado de destrozo y calcinación de los cuerpos.
Ahora, aquella zona de tragedia está convertida en un parque, hay una central de bomberos y se delimitó un polígono de protección para evitar la instalación de empresas de alto riesgo, aunque al menos 6 gaseras siguen activas en la zona.
La serie de explosiones inició a las 5:45 de la mañana, cuando los vecinos escucharon un fuerte estruendo y sintieron que la tierra se cimbró.
La explosión se debió a una falla en los sistemas de almacenamiento de gas que provocaron una serie de explosiones que devastaron a San Juan Ixhuatepec, también llamado San Juanico.
La planta de almacenamiento de Pemex fue construida a principios los años 60, y contaba con 6 tanques gigantes esféricos y 48 cilíndricos de menor tamaño.
La primera explosión ocurrió a las 5:45, y le siguió una serie de estallidos.
El gas a presión provocó que las llamas se elevaran hasta unos 600 metros de altura (2.5 veces la altura de la Torre Mayor) y que cientos de personas prácticamente quedaran desintegradas por el calor de las llamas y el impacto de la onda expansiva.
Se registraron 11 explosiones. En cada una de ellas las llamas se elevaron a cientos de metros.
Solo algunos de los cuerpos fueron identificados por sus familiares, debido al grado de destrozo y calcinación de los cuerpos.
Ahora, aquella zona de tragedia está convertida en un parque, hay una central de bomberos y se delimitó un polígono de protección para evitar la instalación de empresas de alto riesgo, aunque al menos 6 gaseras siguen activas en la zona.
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