Ciudad de México.- La Secretaría de Gobernación compró 500 sedanes y 500 camionetas para la Policía Federal y la Gendarmería; esto sin la autorización expresa de su Comité de Adquisiciones.
Sin licitación pública de por medio y sin la autorización expresa de su Comité de Adquisiciones, la Secretaría de Gobernación compró mil patrullas (500 autos sedán y 500 camionetas) para la Policía Federal y la Gendarmería.
Pero lo peor, es que una parte del equipamiento con el que fueron dotados estos vehículos no cumple con las especificaciones técnicas de funcionamiento, con lo que, de acuerdo con expertos consultados por El Financiero, “se pone en grave riesgo a los elementos policiacos que patrullan el país”.
Derivado de la compra directa de estos vehículos se firmó el contrato SEGOB/PF/SG/DGRM/C0103/2014 a favor de las empresas Crymex, SA de CV y Vesa Automotriz, SA de CV (antes la proveedora).
Si bien es cierto que la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios de la Administración Pública Federal permite diversas excepciones a los procedimientos de licitación pública –como la invitación restringida a cuando menos tres empresas o incluso la adjudicación directa–, también lo es que estas excepciones están perfectamente reglamentadas, y, para su utilización, es necesario cubrir requisitos únicos e ineludibles que acrediten transparencia y apego a la ley.
De esta forma, para el caso específico de la adquisición de estos mil vehículos, pese a que hubiese estado fundamentada en cuestiones de seguridad pública, resultaba indispensable la autorización del Comité de Adquisiciones de la propia dependencia. Pero ésta no existe, con lo que se puede afirmar que la compra de estas mil patrullas fue irregular.
POLICÍAS EN RIESGO
Como parte de la adquisición de estas mil patrullas, la Policía Federal ordenó la instalación de equipos de radiocomunicación con una tecnología denominada Tetrapol, misma que funciona enlazada a la red denominada IRIS. También ordenó la instalación de radios VHF.
Sin embargo, El Financiero consultó a un especialista en el tema de la radiocomunicación –que pidió reservar su nombre, puesto que su empresa participa en algunas licitaciones federales–, quien aseguró que la red IRIS es absolutamente obsoleta, “pues fue desarrollada en los años 80”.
Señaló que la tecnología Tetrapol –cuyo único usuario en el mundo es México–, también es una arquitectura ya muy rebasada en casi todo el mundo.
Señaló que, “con estos equipos sí se pone en riesgo la seguridad de los elementos policiacos. Por ejemplo, en la emboscada en la que murieron cinco elementos de la Gendarmería el pasado día 19 en Jalisco, tal vez no se hubiera podido salvarles la vida, pero sí se hubiera podido reaccionar a tiempo y detener a los delincuentes si se hubiera utilizado una tecnología más adecuada a nuestro país”.
Sin licitación pública de por medio y sin la autorización expresa de su Comité de Adquisiciones, la Secretaría de Gobernación compró mil patrullas (500 autos sedán y 500 camionetas) para la Policía Federal y la Gendarmería.
Pero lo peor, es que una parte del equipamiento con el que fueron dotados estos vehículos no cumple con las especificaciones técnicas de funcionamiento, con lo que, de acuerdo con expertos consultados por El Financiero, “se pone en grave riesgo a los elementos policiacos que patrullan el país”.
Derivado de la compra directa de estos vehículos se firmó el contrato SEGOB/PF/SG/DGRM/C0103/2014 a favor de las empresas Crymex, SA de CV y Vesa Automotriz, SA de CV (antes la proveedora).
Si bien es cierto que la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios de la Administración Pública Federal permite diversas excepciones a los procedimientos de licitación pública –como la invitación restringida a cuando menos tres empresas o incluso la adjudicación directa–, también lo es que estas excepciones están perfectamente reglamentadas, y, para su utilización, es necesario cubrir requisitos únicos e ineludibles que acrediten transparencia y apego a la ley.
De esta forma, para el caso específico de la adquisición de estos mil vehículos, pese a que hubiese estado fundamentada en cuestiones de seguridad pública, resultaba indispensable la autorización del Comité de Adquisiciones de la propia dependencia. Pero ésta no existe, con lo que se puede afirmar que la compra de estas mil patrullas fue irregular.
POLICÍAS EN RIESGO
Como parte de la adquisición de estas mil patrullas, la Policía Federal ordenó la instalación de equipos de radiocomunicación con una tecnología denominada Tetrapol, misma que funciona enlazada a la red denominada IRIS. También ordenó la instalación de radios VHF.
Sin embargo, El Financiero consultó a un especialista en el tema de la radiocomunicación –que pidió reservar su nombre, puesto que su empresa participa en algunas licitaciones federales–, quien aseguró que la red IRIS es absolutamente obsoleta, “pues fue desarrollada en los años 80”.
Señaló que la tecnología Tetrapol –cuyo único usuario en el mundo es México–, también es una arquitectura ya muy rebasada en casi todo el mundo.
Señaló que, “con estos equipos sí se pone en riesgo la seguridad de los elementos policiacos. Por ejemplo, en la emboscada en la que murieron cinco elementos de la Gendarmería el pasado día 19 en Jalisco, tal vez no se hubiera podido salvarles la vida, pero sí se hubiera podido reaccionar a tiempo y detener a los delincuentes si se hubiera utilizado una tecnología más adecuada a nuestro país”.
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