Ciudad de México.- Encima de que el Metro padece un déficit de inversión en mantenimiento, seguridad, infraestructura y mejoramiento de sus estaciones y servicio, según ha admitido el director de la red, Joel Ortega Cuevas, debe cargar con gastos millonarios derivados del vandalismo en los trenes.
Los grafitis son una práctica tan común como el comercio ambulante y no sólo merman el servicio al tener que sacar de manera parcial de circulación los convoyes dañados, sino que generan gastos para el Metro que deben ser cubiertos con el dinero de los capitalinos.
Sólo en los últimos tres años, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) perdió casi 10 millones de pesos por borrar poco más de 400 pintas ilegales, por las cuales ha iniciado 80 carpetas de investigación y actas especiales instauradas por el delito de daño a la propiedad del Gobierno capitalino por grafiti.
Del 1 de enero de 2012 al 31 de diciembre de 2014, el Metro detectó 428 grafitis en sus trenes que implicaron que se erogaran ocho millones 916 mil 935 pesos de recursos públicos, eso sin contar el impacto en el servicio a los usuarios al tener que sacar de circulación de manera parcial los convoyes afectados.
Esa cantidad es similar a la que invirtió el Metro durante el año pasado para la sustitución de placas de mármol afectadas en escaleras y pisos de los pasillos de 21 estaciones en siete Líneas de la red.
Es apenas inferior a los 10 millones de pesos que el Metro destinó el año pasado al mantenimiento de pintura e imagen de 176 mil 459 metros cuadrados en 26 estaciones de ocho Líneas del Metro.
Datos del Metro entregados a 24 HORAS a través del sistema de transparencia e información pública indican que durante 2012 el STC detectó 113 grafitis realizados en trenes y se gastaron dos millones 533 mil 602 pesos para borrarlos.
Al año siguiente se registraron 247 grafitis en trenes del STC, por lo cual se tuvieron que erogar cinco millones 13 mil 806 pesos para la reparación de los convoyes.
Las cifras del Metro precisan que durante el año pasado la cifra de grafitis que sufrieron los trenes del Metro fue de 68, por lo que se tuvieron [que] destinar un millón 369 mil 527 pesos.
En enero del año pasado el director de Metro, Joel Ortega, reconoció que el “reto mayor de mantenimiento, hay que decirlo claramente, es el vandalismo. Tenemos un problema de vandalismo muy delicado dentro del Metro, expresado principalmente en las personas que rayan los cristales y lastiman los trenes”.
El Metro ha identificado a por lo menos 10 grupos de grafiteros que pintan los trenes, principalmente durante las madrugadas, cuando ya no hay servicio en la red.
Este diario requirió al Metro los nombres de los grupos de grafiteros que han sido identificados, pero no precisó los datos solicitados; sin embargo, se sabe que una de las agrupaciones más conocidas es Team Destructo.
Dicho grupo agrega consignas políticas a sus grafitis; en 2013, cuando el Gobierno local anunció el ajuste tarifario en el Metro, realizaron una pinta en todo un vagón con la leyenda “No al aumento”.
Los grafitis son una práctica tan común como el comercio ambulante y no sólo merman el servicio al tener que sacar de manera parcial de circulación los convoyes dañados, sino que generan gastos para el Metro que deben ser cubiertos con el dinero de los capitalinos.
Sólo en los últimos tres años, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) perdió casi 10 millones de pesos por borrar poco más de 400 pintas ilegales, por las cuales ha iniciado 80 carpetas de investigación y actas especiales instauradas por el delito de daño a la propiedad del Gobierno capitalino por grafiti.
Del 1 de enero de 2012 al 31 de diciembre de 2014, el Metro detectó 428 grafitis en sus trenes que implicaron que se erogaran ocho millones 916 mil 935 pesos de recursos públicos, eso sin contar el impacto en el servicio a los usuarios al tener que sacar de circulación de manera parcial los convoyes afectados.
Esa cantidad es similar a la que invirtió el Metro durante el año pasado para la sustitución de placas de mármol afectadas en escaleras y pisos de los pasillos de 21 estaciones en siete Líneas de la red.
Es apenas inferior a los 10 millones de pesos que el Metro destinó el año pasado al mantenimiento de pintura e imagen de 176 mil 459 metros cuadrados en 26 estaciones de ocho Líneas del Metro.
Datos del Metro entregados a 24 HORAS a través del sistema de transparencia e información pública indican que durante 2012 el STC detectó 113 grafitis realizados en trenes y se gastaron dos millones 533 mil 602 pesos para borrarlos.
Al año siguiente se registraron 247 grafitis en trenes del STC, por lo cual se tuvieron que erogar cinco millones 13 mil 806 pesos para la reparación de los convoyes.
Las cifras del Metro precisan que durante el año pasado la cifra de grafitis que sufrieron los trenes del Metro fue de 68, por lo que se tuvieron [que] destinar un millón 369 mil 527 pesos.
En enero del año pasado el director de Metro, Joel Ortega, reconoció que el “reto mayor de mantenimiento, hay que decirlo claramente, es el vandalismo. Tenemos un problema de vandalismo muy delicado dentro del Metro, expresado principalmente en las personas que rayan los cristales y lastiman los trenes”.
El Metro ha identificado a por lo menos 10 grupos de grafiteros que pintan los trenes, principalmente durante las madrugadas, cuando ya no hay servicio en la red.
Este diario requirió al Metro los nombres de los grupos de grafiteros que han sido identificados, pero no precisó los datos solicitados; sin embargo, se sabe que una de las agrupaciones más conocidas es Team Destructo.
Dicho grupo agrega consignas políticas a sus grafitis; en 2013, cuando el Gobierno local anunció el ajuste tarifario en el Metro, realizaron una pinta en todo un vagón con la leyenda “No al aumento”.
Ciudadanos en red
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