LUNES NEGRO
Por: José Calzada
El gobierno de Javier Duarte de Ochoa ya no siente lo duro sino lo tupido, cada día pareciera que algo nuevo se agrega a la de por sí decadente administración, mientras que el discurso de la oposición se consolida cada vez más en base a la realidad que viven desde maestros, alumnos, pensionados, empleados, proveedores, becarios, gobiernos municipales, inseguridad, desaparecidos y ciudadanía en general que pierde lo más valioso que es la confianza.
Ayer, no fue la excepción, no había llegado el mediodía cuando un video que se viralizó en las redes sociales daba cuenta de un supuesto y vergonzoso abucheo al Jefe del Ejecutivo en el tradicional café de la Parroquia que se ubica en el paseo del Malecón del puerto jarocho, sin embargo, aunque efectivamente el mandatario no se encontraba en el lugar, el daño fue mismo como si lo estuviera, es decir, una expresión de repudió a las acciones de su gobierno por parte de los pensionados.
Todo indica que la insensibilidad o falta de una política de administración realista y de comunicación efectiva le dan un nuevo jalón a la ya débil cuerda que sostiene al agonizante gobierno para quitarle vida, ya que en medio de la crisis de credibilidad todos creyeron que, en efecto, el gobernador Javier Duarte de Ochoa había sido abucheado y corrido a gritos de los jubilados del café, pero en realidad nunca estuvo ahí y aunque lo aclaró vía twitter, obvio que nadie lo creyó.
Es verdad que cuando existe el descrédito y la falta de confianza en un gobierno la opinión pública mantiene la percepción negativa y aunque en el video no aparece el gobernador, la gran mayoría asegura que sí, y que disfruta de saber que los pensionados tuvieron el valor de encarar al gobernante y sacarlo de un lugar público.
Pero, ese efecto en la percepción no es más que un juicio sumario que se multiplica todos los días por los diferentes sectores que mantienen inconformidades hacia un gobierno que no les cumple, que está por terminar y no ofrece resultados palpables en beneficio de la población como corresponde al juramento a la Constitución.
En contra parte, unos cuantos políticos del actual gobierno gozan de suficientes recursos y sus empresas sí reciben el pago oportuno y hasta adelantado por sus obras o proveedurías al gobierno estatal, pero coinciden esos nombres con los que trae la Auditoría Superior de la Federación en las cuentas públicas de la administración estatal.
Por lo tanto, el gobernador Javier Duarte está obligado a una última reflexión sobre su actuar y sobre el actuar de sus colaboradores, tal vez sea tarde para reparar tanto daño a los veracruzanos, pero no lo es para mandar un mensaje de honorabilidad.
Como este lunes negro, vendrán otros días de crisis como muchos que ya pasaron y en efecto el gobierno constitucional terminará hasta que lo marca la ley, pero haya o no justicia, la percepción pública tardará años en olvidar un gobierno que no dio resultados a la población.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario