Ciudad de México.- Ahora que productores nacionales -alertados por la organización ambientalista Greenpeace-, buscan combatir la siembra de maíz transgénico, pues a decir de la agrupación, es del tipo Bt que fue manipulado para producir un insecticida que ataca al gusano barrenador europeo, pero también perjudica a otros insectos que ayudan a controlar plagas, entre ellos la mariposa monarca, además de provocar serios problemas para la salud humana, es bueno saber que un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), están generando un maíz más nutritivo para combatir la desnutrición.
El objetivo de la investigación es obtener variedades de maíz que se usen en la producción de tortilla y generar un impacto en la nutrición en la población mexicana.
De acuerdo a la información proporcionada por la catedrática de la UNAM, Margarita Tadeo Robledo a la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el proyecto se dirige a los sectores de la población que no tienen el acceso a las proteínas tradicionales, indicó la investigadora de la UNAM.
“A pesar de que ya se tienen variedades de maíz que se producen en el clima tropical y subtropical con estos nutrientes, en el caso de nuestro programa estamos en esa etapa, pues ya le incorporamos el valor proteínico a los maíces de los valles altos”, detalló.
Tadeo Robledo mencionó que ahora quieren conservar este nuevo tipo de maíz que tiene lisina y triptófano para registrarlo y se pueda poner en manos de los productores. Sin embargo, la catedrática comentó que todavía es complicado que estas variedades lleguen a ser utilizadas por los agricultores, aunque los especialistas trabajan para que sea lo más pronto posible.
Para lograr obtener la alta calidad de proteína en el maíz, los científicos incorporaron germoplasma a través de cruzas con las variedades de maíz con un buen rendimiento en el campo, y para poder saber si la variedad conserva ese carácter, se tiene que hacer una serie de pruebas de laboratorio “con los resultados, tenemos material que podría próximamente salir al mercado.
Esto con técnica de retrocruza hacia los materiales que nosotros tenemos aquí en la facultad”.
El objetivo de la investigación es obtener variedades de maíz que se usen en la producción de tortilla y generar un impacto en la nutrición en la población mexicana.
De acuerdo a la información proporcionada por la catedrática de la UNAM, Margarita Tadeo Robledo a la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el proyecto se dirige a los sectores de la población que no tienen el acceso a las proteínas tradicionales, indicó la investigadora de la UNAM.
“A pesar de que ya se tienen variedades de maíz que se producen en el clima tropical y subtropical con estos nutrientes, en el caso de nuestro programa estamos en esa etapa, pues ya le incorporamos el valor proteínico a los maíces de los valles altos”, detalló.
Tadeo Robledo mencionó que ahora quieren conservar este nuevo tipo de maíz que tiene lisina y triptófano para registrarlo y se pueda poner en manos de los productores. Sin embargo, la catedrática comentó que todavía es complicado que estas variedades lleguen a ser utilizadas por los agricultores, aunque los especialistas trabajan para que sea lo más pronto posible.
Para lograr obtener la alta calidad de proteína en el maíz, los científicos incorporaron germoplasma a través de cruzas con las variedades de maíz con un buen rendimiento en el campo, y para poder saber si la variedad conserva ese carácter, se tiene que hacer una serie de pruebas de laboratorio “con los resultados, tenemos material que podría próximamente salir al mercado.
Esto con técnica de retrocruza hacia los materiales que nosotros tenemos aquí en la facultad”.
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