martes, 12 de abril de 2016

Destruyen casas de indigenas para facilitar obra de Grupo Higa

Estado de México.- El nombre completo de este poblado es San Francisco Xochicuautla y se ubica en el Municipio de Lerma, en el Estado de México. Es una comunidad otomí que desde el 2007 lucha para defender no sólo sus propiedades, sino también a los recursos naturales que los rodean.
Todo comenzó ese año, cuando los pobladores de Xochicuautla se percataron de la presencia de ingenieros que realizaban evaluaciones en la región, así como de la llegada de materiales de construcción. Al querer indagar más se les dijo que estaban realizando pruebas para un proyecto carretero. Es importante recalcar que antes de esto, ninguno de los habitantes habían sido contactados por ninguna autoridad del Estado de México.
Las implicaciones de un proyecto así
Poco a poco los pobladores fueron recabando más información. Así supieron que sus tierras se encuentran amenazadas por un proyecto carretero que busca unir a Toluca con Naucalpan, y que pasaría por el Gran Bosque Otomí. Dicha construcción partiría este importante espacio natural, atravesando municipios como Toluca, Lerma, Huixquilucan y Naucalpan del Estado de México, destruyendo y/o dañando varias hectáreas naturales, y provocando el desalojo de pobladores de comunidades como San Francisco Xochicuautla, San Lorenzo Huitzizilapan, Santa María Atarasquillo, Ayotuxco.
El desmembramiento de este espacio natural con una carretera, traería afectaciones naturales como:
*Devastación de la zona del Gran Bosque Otomí
*Daño ecológico al Santuario del Agua y Forestal Subcuenca Tributaria Río San Lorenzo y Las Ciénegas de Lerma, que se se encuentran protegidas por tratados nacionales e internacionales.
*Se estarán afectando 296 especies de flora y fauna, varias sujetas a protección especial o en peligro de extinción.
*Reducción en la producción de agua que ocasionaría que los mantos acuíferos sean insuficientes para proveer agua para la población. Xochicuautla. Estos manantiales llegan hasta el sistema Cutzamala que abastece a la Ciudad de México.
Esta carretera también imposibilitaría a los otomís para poder subsistir del cultivo e interrumpiría el libre flujo de los pobladores por la zona, afectando también los rituales y actividades de los pobladores.
Los otomís tienen una profunda relación con la naturaleza y dentro de la zona que se pretende devastar hay lugares considerados como sagrados. Los habitantes conocen a este bosque y al circuito de cerros que lo integran como “Divino Rostro” y han vivido ahí milenariamente. Para ellos el área guarda un significado religioso, social y cultural.
¿Quién está detrás de esta construcción?
Primero debemos señalar que este proyecto fue apoyado desde el 2006 por Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México. Ahora, su construcción está a cargo de Autovan, que forma parte de Constructora Teya, que a su vez es propiedad de Grupo Higa.
¡Sorpresa! ¿Alguien se acuerda de La Casa Blanca?
Como sabemos, esta empresa es de Juan Armando Hinojosa Cantú, quien es cercano al PRI y a Enrique Peña Nieto.
El plan, alegan las voces en contra del proyecto, no solamente se compone de la carretera, sino que forma parte de un ambicioso plan para instalar en la zona conjuntos urbanos, corredores industriales y desarrollos turísticos.

Sopitas.com

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