Ciudad de México.- La implementación del doble Hoy No Circula en estos días de contingencia ambiental, como en ninguna otra aplicación de este programa tiene efecto en la reducción de los contaminantes atmosféricos, como el ozono, señaló Héctor Riveros Rotgé, investigador del Instituto de Física de la UNAM, quien ha estudiado los datos y resultados de éste desde su implementación en 1989.
El científico expone lo anterior con base en el análisis de los datos de las estaciones de monitoreo atmosférico de la Zona Metropolitana y Valle de México, donde no se refleja una disminución por el empleo del programa en ningún momento desde 1989, enfatiza.
Por ejemplo, en la semana de contingencia ambiental de mediados de marzo, explica, el día 15 —cuando circularon todos los automóviles— se declaró la contingencia que repercutió en el endurecimiento del Hoy No Circula los días 16 y 17, cuando se registró 1 millón menos de vehículos. Sin embargo, en las mediciones de contaminantes no se observa ningún cambio, explica Riveros, también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
“Los días 15, 16 y 17 de marzo el cambio en la concentración de las emisiones contaminantes no es tan grande como pudo pasar si, al sacar este millón de autos, no hubiera sido compensada por las emisiones del transporte público”. Lo que el científico ha enfatizado a lo largo de estos años, ya sea hablando sobre cambios en el Hoy No Circula, su doble aplicación o su implementación sabatina, es que el programa no tiene sentido si no se moderniza del transporte público, principalmente taxis y microbuses, puesto que su empleo ampliado por la falta de autos particulares, genera más contaminantes en el aire.
“La contaminación no baja si las emisiones de taxis y microbuses se intensifican, entonces no se gana nada sacando a los autos particulares de circulación”. El físico aclara que no se trata de victimizar tampoco al usuario y autos particulares, sino de homologar las acciones de este tipo de programas con acciones que permita tener un transporte público más limpio y eficiente y resarcir esta disparidad entre falta de autos e intensificación del uso de transporte público contaminante.
En entrevista explica que si bien se piensa que los microbuses son más eficientes porque transportan muchos pasajeros, no significa que contaminen menos por utilizar gas LP “Los hidrocarburos emitidos por los microbuses son mayores, como en la emisión de oxido de nitrógeno, generado por quemar gas LP en vez de gasolina”.
Riveros señala que una medida de emergencia efectiva para contrarrestar los efectos de la contaminación atmosférica en la capital es aplicar sistemas más limpios a los microbuses, como convertidores catalíticos, así como efectuar una verificación vehicular más periódica a éstos y a los taxis.
Otras recomendaciones elementales que puntualiza el investigador son permitir la vuelta a la derecha de los autos, circular a una velocidad más eficiente y reducir el número excesivo de topes en la ciudad… Esto último, explica, consume mucha gasolina y genera que los autos pierdan eficiencia energética al tener que acelerar de nuevo.
CONTINGENCIA TODOS LOS DÍAS. Otra medida que el científico resalta como poco eficaz es el cambio de parámetros realizado por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) para declarar contingencia ambiental. En tanto se consideraba una precontingencia ambiental si en el aire se rebasaban los 150 puntos de ozono o partículas PM10, y contingencia por arriba de 200, ahora se activará la Fase 1 de la contingencia ambiental en 150 puntos.
Acorde a los datos de los niveles de contaminación tan sólo del año pasado, Riveros enfatiza que de tener un año igual, que es lo más probable, tendremos declaratorias de contingencia ambiental muchas veces en estos meses de acuerdo a los nuevos parámetros. “Tendremos un demonial de días con contingencia”, lo que significa la aplicación del doble Hoy No Circula, “lo que, como vimos el miércoles, puede provocar una parálisis en la ciudad”, es decir, saturación del trasporte público y manifestaciones y paros de transportistas.
Para el investigador, sólo se deben sacar los autos de circulación cuando las condiciones metereológicas prevean que habrá contingencia y no todos los días con medidas más arbitrarias. “Así, la gente aceptará más la medida, pero además hay que darles información, como de cuántos enfermos se registran en la ciudad por problemas respiratorios cuando tenemos niveles de 150 o 200 puntos de contaminantes”.
De otra manera, no hay forma de que justifiquen las medidas, señala, como con el programa Hoy No Circula, que no ha podido ser defendido con argumentos científicos y estadísticos por ningún gobierno capitalino desde su implementación. “Parece que actúan sólo por principio de autoridad y no saben lo que hacen”.
El científico expone lo anterior con base en el análisis de los datos de las estaciones de monitoreo atmosférico de la Zona Metropolitana y Valle de México, donde no se refleja una disminución por el empleo del programa en ningún momento desde 1989, enfatiza.
Por ejemplo, en la semana de contingencia ambiental de mediados de marzo, explica, el día 15 —cuando circularon todos los automóviles— se declaró la contingencia que repercutió en el endurecimiento del Hoy No Circula los días 16 y 17, cuando se registró 1 millón menos de vehículos. Sin embargo, en las mediciones de contaminantes no se observa ningún cambio, explica Riveros, también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
“Los días 15, 16 y 17 de marzo el cambio en la concentración de las emisiones contaminantes no es tan grande como pudo pasar si, al sacar este millón de autos, no hubiera sido compensada por las emisiones del transporte público”. Lo que el científico ha enfatizado a lo largo de estos años, ya sea hablando sobre cambios en el Hoy No Circula, su doble aplicación o su implementación sabatina, es que el programa no tiene sentido si no se moderniza del transporte público, principalmente taxis y microbuses, puesto que su empleo ampliado por la falta de autos particulares, genera más contaminantes en el aire.
“La contaminación no baja si las emisiones de taxis y microbuses se intensifican, entonces no se gana nada sacando a los autos particulares de circulación”. El físico aclara que no se trata de victimizar tampoco al usuario y autos particulares, sino de homologar las acciones de este tipo de programas con acciones que permita tener un transporte público más limpio y eficiente y resarcir esta disparidad entre falta de autos e intensificación del uso de transporte público contaminante.
En entrevista explica que si bien se piensa que los microbuses son más eficientes porque transportan muchos pasajeros, no significa que contaminen menos por utilizar gas LP “Los hidrocarburos emitidos por los microbuses son mayores, como en la emisión de oxido de nitrógeno, generado por quemar gas LP en vez de gasolina”.
Riveros señala que una medida de emergencia efectiva para contrarrestar los efectos de la contaminación atmosférica en la capital es aplicar sistemas más limpios a los microbuses, como convertidores catalíticos, así como efectuar una verificación vehicular más periódica a éstos y a los taxis.
Otras recomendaciones elementales que puntualiza el investigador son permitir la vuelta a la derecha de los autos, circular a una velocidad más eficiente y reducir el número excesivo de topes en la ciudad… Esto último, explica, consume mucha gasolina y genera que los autos pierdan eficiencia energética al tener que acelerar de nuevo.
CONTINGENCIA TODOS LOS DÍAS. Otra medida que el científico resalta como poco eficaz es el cambio de parámetros realizado por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) para declarar contingencia ambiental. En tanto se consideraba una precontingencia ambiental si en el aire se rebasaban los 150 puntos de ozono o partículas PM10, y contingencia por arriba de 200, ahora se activará la Fase 1 de la contingencia ambiental en 150 puntos.
Acorde a los datos de los niveles de contaminación tan sólo del año pasado, Riveros enfatiza que de tener un año igual, que es lo más probable, tendremos declaratorias de contingencia ambiental muchas veces en estos meses de acuerdo a los nuevos parámetros. “Tendremos un demonial de días con contingencia”, lo que significa la aplicación del doble Hoy No Circula, “lo que, como vimos el miércoles, puede provocar una parálisis en la ciudad”, es decir, saturación del trasporte público y manifestaciones y paros de transportistas.
Para el investigador, sólo se deben sacar los autos de circulación cuando las condiciones metereológicas prevean que habrá contingencia y no todos los días con medidas más arbitrarias. “Así, la gente aceptará más la medida, pero además hay que darles información, como de cuántos enfermos se registran en la ciudad por problemas respiratorios cuando tenemos niveles de 150 o 200 puntos de contaminantes”.
De otra manera, no hay forma de que justifiquen las medidas, señala, como con el programa Hoy No Circula, que no ha podido ser defendido con argumentos científicos y estadísticos por ningún gobierno capitalino desde su implementación. “Parece que actúan sólo por principio de autoridad y no saben lo que hacen”.
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