Ciudad de México.- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, informó ayer que entre los fallecidos la madrugada del domingo en el ataque al club ‘Pulse’ de Orlando hay tres ciudadanos mexicanos. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó luego, a última hora, el deceso de otro conciudadano, un extremo que se había barajado durante la tarde. La SRE no ofreció datos sobre este último fallecido.
Los tres primeros fueron identificados como Juan Chávez Martínez, de 25 años y originario de Huichapan, Hidalgo; Joel Rayón Paniagua, de 32 años y procedente de Córdoba, Veracruz, y Miguel Honorato, de 30 años y nacido en Tenaguillo de las Cañas, Guerrero.
En un acto oficial, Peña Nieto explicó que hay otro ciudadano mexicano más herido, identificado como Javier Nava Coria, oriundo de la Ciudad de México. Sin embargo, se informó que está estable y fuera de peligro.
CONDENA. Durante el acto, Peña Nieto mostró su “amplia condena y mayor repudio” al atentado y a “todas las expresiones que sólo dividen, que generan confrontación y que provocan violencia”. Añadió que lo ocurrido en Orlando pone de relieve las consecuencias de las “palabras que siembran odio” y que son “discriminatorias”.
El mandatario mexicano aseguró además que su gobierno está “prestando todo el auxilio” y ayuda posibles a los familiares de los muertos y heridos.
TERROR. El ataque ocurrió la madrugada del domingo, cuando Omar Mateen, un ciudadano estadunidense de 29 años y de origen afgano, entró al ‘Pulse’, un club de ambiente gay de Orlando, con un rifle de asalto Ar-15, y disparó a discreción contra los presentes, matando a 49 personas e hiriendo a 53 más.
Mateen, que murió a disparos de los SWAT estadunidenses, compró legalmente el arma, y juró fidelidad al Estado Islámico en una llamada al servicio de emergencias de Estados Unidos poco antes de atacar. Posteriormente, el Daesh se atribuyó el atentado, calificando al pistolero de “combatiente” de su causa.
“CONGRESO DE EU DEBE REFLEXIONAR”. El presidente del Senado mexicano, Roberto Gil Zuarth, lamentó la tragedia, e instó al Congreso de los Estados Unidos a cambiar la política del país sobre las armas de asalto. “¿Cuánta gente más tiene que morir?”, se preguntó, para que “se den cuenta de que esta política” de libre acceso a las armas de asalto “sólo conduce a muertes y tragedias”. El panista también invitó a la reflexión en México, sobre como “el discurso del odio en el debate público” puede llevar a “este tipo de acontecimientos”.
“Lástima que fueron 50 y no 100”
Un funcionario del gobierno de Jalisco, Jesús Manzo Corona, fue ayer fulminantemente despedido tras conocerse que publicó en su cuenta en Facebook el siguiente mensaje: “Lástima que fueron 50 y no 100”, en referencia a los asesinados en el atentado de la madrugada del domingo en el club Pulse.
La primera reacción negativa fue la de sus amigos en la red social, que le reprocharon con contundencia el comentario, incluso anunciando que le iban a borrar de la red social. Ante la avalancha de críticas, Manzo escribió: “Perdón, simplemente no concuerdo con la ideología gay. Si ofendí a alguien con diferente preferencia, una disculpa”. Posteriormente borró la publicación.
Pero era demasiado tarde, la noticia ya se había extendido, y el gobierno de Jalisco reaccionó con rapidez y contundencia, y el gobernador Aristóteles Sandoval anunció el inmediato despido de su empleado. Manzo trabajaba como coordinador en la Secretaría de Desarrollo e Integración Social de Jalisco (SEDIS). El organismo se apresuró a recordar en un mensaje en Twitter que el “gobierno de Jalisco no acepta en ninguno de sus trabajadores una postura de violencia ni discriminatoria”.
Los tres primeros fueron identificados como Juan Chávez Martínez, de 25 años y originario de Huichapan, Hidalgo; Joel Rayón Paniagua, de 32 años y procedente de Córdoba, Veracruz, y Miguel Honorato, de 30 años y nacido en Tenaguillo de las Cañas, Guerrero.
En un acto oficial, Peña Nieto explicó que hay otro ciudadano mexicano más herido, identificado como Javier Nava Coria, oriundo de la Ciudad de México. Sin embargo, se informó que está estable y fuera de peligro.
CONDENA. Durante el acto, Peña Nieto mostró su “amplia condena y mayor repudio” al atentado y a “todas las expresiones que sólo dividen, que generan confrontación y que provocan violencia”. Añadió que lo ocurrido en Orlando pone de relieve las consecuencias de las “palabras que siembran odio” y que son “discriminatorias”.
El mandatario mexicano aseguró además que su gobierno está “prestando todo el auxilio” y ayuda posibles a los familiares de los muertos y heridos.
TERROR. El ataque ocurrió la madrugada del domingo, cuando Omar Mateen, un ciudadano estadunidense de 29 años y de origen afgano, entró al ‘Pulse’, un club de ambiente gay de Orlando, con un rifle de asalto Ar-15, y disparó a discreción contra los presentes, matando a 49 personas e hiriendo a 53 más.
Mateen, que murió a disparos de los SWAT estadunidenses, compró legalmente el arma, y juró fidelidad al Estado Islámico en una llamada al servicio de emergencias de Estados Unidos poco antes de atacar. Posteriormente, el Daesh se atribuyó el atentado, calificando al pistolero de “combatiente” de su causa.
“CONGRESO DE EU DEBE REFLEXIONAR”. El presidente del Senado mexicano, Roberto Gil Zuarth, lamentó la tragedia, e instó al Congreso de los Estados Unidos a cambiar la política del país sobre las armas de asalto. “¿Cuánta gente más tiene que morir?”, se preguntó, para que “se den cuenta de que esta política” de libre acceso a las armas de asalto “sólo conduce a muertes y tragedias”. El panista también invitó a la reflexión en México, sobre como “el discurso del odio en el debate público” puede llevar a “este tipo de acontecimientos”.
“Lástima que fueron 50 y no 100”
Un funcionario del gobierno de Jalisco, Jesús Manzo Corona, fue ayer fulminantemente despedido tras conocerse que publicó en su cuenta en Facebook el siguiente mensaje: “Lástima que fueron 50 y no 100”, en referencia a los asesinados en el atentado de la madrugada del domingo en el club Pulse.
La primera reacción negativa fue la de sus amigos en la red social, que le reprocharon con contundencia el comentario, incluso anunciando que le iban a borrar de la red social. Ante la avalancha de críticas, Manzo escribió: “Perdón, simplemente no concuerdo con la ideología gay. Si ofendí a alguien con diferente preferencia, una disculpa”. Posteriormente borró la publicación.
Pero era demasiado tarde, la noticia ya se había extendido, y el gobierno de Jalisco reaccionó con rapidez y contundencia, y el gobernador Aristóteles Sandoval anunció el inmediato despido de su empleado. Manzo trabajaba como coordinador en la Secretaría de Desarrollo e Integración Social de Jalisco (SEDIS). El organismo se apresuró a recordar en un mensaje en Twitter que el “gobierno de Jalisco no acepta en ninguno de sus trabajadores una postura de violencia ni discriminatoria”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario