Por: Anabella Pezet
Hace casi siete meses, el pasado 4 de diciembre de 2015, ocurrió una explosión de gas natural en la Colonia Alianza Popular Revolucionaria, conocida como Fovissste Miramontes, en la Ciudad de México, dejando como saldo una persona fallecida, otros dos adultos con lesiones que quedaron con secuelas permanentes y un menor de edad herido.
Tres familias perdieron su patrimonio, su hogar. El día de los hechos, una vecina estuvo llamando por teléfono a la empresa Gas Natural Fenosa porque había un fuerte olor a gas. Tres trabajadores de la empresa se presentaron en el lugar de los hechos para tratar de encontrar la fuga de gas y repararla. Cavaron un hoyo en la tierra de aproximadamente 60 centímetros, dijeron a los vecinos que no tenían material para poder reparar el ducto donde habían localizado la fuga. Estuvieron esperando el material para hacer la reparación durante casi un hora. Otros trabajadores llegaron para apoyarlos y al manipular las tuberías, y ante la acumulación de gas, sucedió una gran explosión.
A las pocas horas de la tragedia recibí la llamada de un amigo, cuya madre, la señora María Matilde Maya Hernández, había sido una de las víctimas, quien finalmente, tras meses de luchar contra las secuelas en su salud, la semana pasada perdió la vida. Me informaba que la representante legal de la empresa Gas Natural Fenosa se estaban haciendo pato con su responsabilidad. Conseguí el teléfono del Presidente de la gasera, el Ingeniero español Ángel Larraga Palacios. El directivo me llamó por teléfono diciéndome que se harían cargo de todo y harían frente a su responsabilidad (sic). Al cabo de algunos días, la representante legal siguió con la misma actitud de no responder a la tragedia, por lo que le mandé de nueva cuenta un mensaje al Ingeniero Larraga, el cual nunca tuvo respuesta.
Como dato curioso, la apoderada legal de la empresa Comercializadora Metrogas S.A. de C.V. es la ex diputada local y consejera nacional panista Olivia Garza de los Santos. Irónicamente dentro de su currículum tiene un diplomado “Hacia un nuevo liderazgo político” por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir. Garza de los Santos ha declarado dos veces ante la autoridad ministerial y no ha sido responsable de las omisiones que cometió la empresa que representa frente a esta tragedia.
Me imagino al Señor Larraga y a Olivia Garza de los Santos sin preocupación por la tragedia, y cómo no, si la empresa que representan ha tejido todo un entramado legal para evadir su responsabilidad.
Resulta que Gas Natural Fenosa es el nombre comercial, por lo tanto no es un ente jurídico al cual se le pueda imputar algún delito.
Al consultar el permiso de distribución de gas natural para la zona geográfica del Distrito Federal, número G7041/DIS/98 otorgado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se observa que dicho permiso está a nombre de Distribuidora de Gas Natural del Estado de México, S.A. de C.V., hoy Comercializadora Metrogas S.A. de C.V., es decir, la verdadera empresa que surte a Gas Natural Fenosa.
A su vez, Comercializadora Metrogas contrató a una tercera empresa de nombre Sossa Cogeneración S.A. de C.V., la cual es responsable de contratar a los trabajadores que atienden las fugas de gas. Por ende, ni Comercializadora Metrogas, ni Sossa Cogeneración se hacen responsables ante cualquier tragedia, explosión u hecho delictivo en que puedan incurrir sus trabajadores.
Dentro de las obligaciones legales que tiene un permisionario de gas natural, está el dar aviso a la CRE de cualquier hecho que pueda poner en riesgo la salud y la seguridad pública, así como presentar anualmente su programa de mantenimiento del sistema de distribución y comprobar su cumplimento con el dictamen de una unidad de verificación debidamente acreditada. Asimismo se deben utilizar equipos, materiales, instalaciones y demás dispositivos que cumplan con las normas oficiales mexicanas. Obligaciones que Gas Natural Fenosa no ha cumplido.
A pesar de que los tres trabajadores aceptaron, en sus declaraciones ministeriales, no están capacitados, como lo marcan las normas oficiales mexicanas, ni especializados en el manejo adecuado y reparación de las tuberías del peligroso gas natural, las empresas decidieron no hacerse responsables. Al tiempo.
Por su parte, las autoridades a cargo del Ministerio Público de la Fiscalía Desconcentrada en Coyoacán, cuya titular es la Fiscal Claudia Elizabeth Cañizo Vera, ni el Procurador General de Justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, quisieron investigar a las empresas involucradas. Inclusive, para sorpresa de las familias afectadas, la autoridad de protección civil prohibió a los familiares sacar alguna pertenencia de los inmuebles, y al cabo de algunos días decretó demoler las tres viviendas, tratando de ocultar las evidencias y romper la cadena de custodia del lugar de los hechos, situación que fue impedida por los afectados.
Han pasado casi 7 meses de la tragedia y nada ha sucedido, las autoridades han ignorado a las víctimas, a sus patrimonios, a su integridad y a la sociedad que clama justicia por este caso. La empresa Gas Natural Fenosa ha preferido ocultarse detrás del entramado legal que le ha permitido también burlarse de las víctimas. No fueran sus familiares, sus padres, sus hijos los afectados. La ex Diputada local Olivia de los Santos ha presumido, en más de una ocasión, tener todo el poder dentro de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, y dentro del Poder Judicial, como para que no se les impute delito alguno. Este es sin duda un caso más de corrupción, tráfico de influencias e impunidad, de los cuales ya estamos hartos los mexicanos. Además, el gas natural, que corre por debajo de las calles de toda la ciudad, representa un verdadera bomba de tiempo que puede estallar en cualquier minuto.
Hace casi siete meses, el pasado 4 de diciembre de 2015, ocurrió una explosión de gas natural en la Colonia Alianza Popular Revolucionaria, conocida como Fovissste Miramontes, en la Ciudad de México, dejando como saldo una persona fallecida, otros dos adultos con lesiones que quedaron con secuelas permanentes y un menor de edad herido.
Tres familias perdieron su patrimonio, su hogar. El día de los hechos, una vecina estuvo llamando por teléfono a la empresa Gas Natural Fenosa porque había un fuerte olor a gas. Tres trabajadores de la empresa se presentaron en el lugar de los hechos para tratar de encontrar la fuga de gas y repararla. Cavaron un hoyo en la tierra de aproximadamente 60 centímetros, dijeron a los vecinos que no tenían material para poder reparar el ducto donde habían localizado la fuga. Estuvieron esperando el material para hacer la reparación durante casi un hora. Otros trabajadores llegaron para apoyarlos y al manipular las tuberías, y ante la acumulación de gas, sucedió una gran explosión.
A las pocas horas de la tragedia recibí la llamada de un amigo, cuya madre, la señora María Matilde Maya Hernández, había sido una de las víctimas, quien finalmente, tras meses de luchar contra las secuelas en su salud, la semana pasada perdió la vida. Me informaba que la representante legal de la empresa Gas Natural Fenosa se estaban haciendo pato con su responsabilidad. Conseguí el teléfono del Presidente de la gasera, el Ingeniero español Ángel Larraga Palacios. El directivo me llamó por teléfono diciéndome que se harían cargo de todo y harían frente a su responsabilidad (sic). Al cabo de algunos días, la representante legal siguió con la misma actitud de no responder a la tragedia, por lo que le mandé de nueva cuenta un mensaje al Ingeniero Larraga, el cual nunca tuvo respuesta.
Como dato curioso, la apoderada legal de la empresa Comercializadora Metrogas S.A. de C.V. es la ex diputada local y consejera nacional panista Olivia Garza de los Santos. Irónicamente dentro de su currículum tiene un diplomado “Hacia un nuevo liderazgo político” por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir. Garza de los Santos ha declarado dos veces ante la autoridad ministerial y no ha sido responsable de las omisiones que cometió la empresa que representa frente a esta tragedia.
Me imagino al Señor Larraga y a Olivia Garza de los Santos sin preocupación por la tragedia, y cómo no, si la empresa que representan ha tejido todo un entramado legal para evadir su responsabilidad.
Resulta que Gas Natural Fenosa es el nombre comercial, por lo tanto no es un ente jurídico al cual se le pueda imputar algún delito.
Al consultar el permiso de distribución de gas natural para la zona geográfica del Distrito Federal, número G7041/DIS/98 otorgado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se observa que dicho permiso está a nombre de Distribuidora de Gas Natural del Estado de México, S.A. de C.V., hoy Comercializadora Metrogas S.A. de C.V., es decir, la verdadera empresa que surte a Gas Natural Fenosa.
A su vez, Comercializadora Metrogas contrató a una tercera empresa de nombre Sossa Cogeneración S.A. de C.V., la cual es responsable de contratar a los trabajadores que atienden las fugas de gas. Por ende, ni Comercializadora Metrogas, ni Sossa Cogeneración se hacen responsables ante cualquier tragedia, explosión u hecho delictivo en que puedan incurrir sus trabajadores.
Dentro de las obligaciones legales que tiene un permisionario de gas natural, está el dar aviso a la CRE de cualquier hecho que pueda poner en riesgo la salud y la seguridad pública, así como presentar anualmente su programa de mantenimiento del sistema de distribución y comprobar su cumplimento con el dictamen de una unidad de verificación debidamente acreditada. Asimismo se deben utilizar equipos, materiales, instalaciones y demás dispositivos que cumplan con las normas oficiales mexicanas. Obligaciones que Gas Natural Fenosa no ha cumplido.
A pesar de que los tres trabajadores aceptaron, en sus declaraciones ministeriales, no están capacitados, como lo marcan las normas oficiales mexicanas, ni especializados en el manejo adecuado y reparación de las tuberías del peligroso gas natural, las empresas decidieron no hacerse responsables. Al tiempo.
Por su parte, las autoridades a cargo del Ministerio Público de la Fiscalía Desconcentrada en Coyoacán, cuya titular es la Fiscal Claudia Elizabeth Cañizo Vera, ni el Procurador General de Justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, quisieron investigar a las empresas involucradas. Inclusive, para sorpresa de las familias afectadas, la autoridad de protección civil prohibió a los familiares sacar alguna pertenencia de los inmuebles, y al cabo de algunos días decretó demoler las tres viviendas, tratando de ocultar las evidencias y romper la cadena de custodia del lugar de los hechos, situación que fue impedida por los afectados.
Han pasado casi 7 meses de la tragedia y nada ha sucedido, las autoridades han ignorado a las víctimas, a sus patrimonios, a su integridad y a la sociedad que clama justicia por este caso. La empresa Gas Natural Fenosa ha preferido ocultarse detrás del entramado legal que le ha permitido también burlarse de las víctimas. No fueran sus familiares, sus padres, sus hijos los afectados. La ex Diputada local Olivia de los Santos ha presumido, en más de una ocasión, tener todo el poder dentro de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, y dentro del Poder Judicial, como para que no se les impute delito alguno. Este es sin duda un caso más de corrupción, tráfico de influencias e impunidad, de los cuales ya estamos hartos los mexicanos. Además, el gas natural, que corre por debajo de las calles de toda la ciudad, representa un verdadera bomba de tiempo que puede estallar en cualquier minuto.
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