México.- La divulgación del informe sobre la muerte del normalista Julio César Mondragón Fontes reabrió la controversia sobre el origen de la imagen del rostro descarnado del estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, difundido en redes sociales la mañana del 27 de septiembre de 2014, horas después de ser ultimado.
El lunes 11, el responsable de la Oficina Especial para el Caso Iguala de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Trinidad Larrieta Carrasco, presentó el resultado de una investigación sobre la muerte de Mondragón, derivada de análisis fotográfico, así como de bibliografía especializada y entrevistas con estudiantes sobrevivientes.
Asimismo, la indagatoria destaca la participación de la comisión como observadora en la exhumación y la segunda necropsia al cuerpo de Mondragón los primeros días de noviembre de 2015, realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y personal de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR).
También incluye los dictámenes elaborados a solicitud del Poder Judicial de Guerrero, donde se desarrolla el proceso penal por la muerte de Mondragón y cinco personas en los ataques armados en Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Si bien concuerda con los dictámenes del EAAF y la PGR sobre las causas de muerte del joven estudiante –traumatismo craneoencefálico y múltiples contusiones en tórax–, el documento de la CNDH discrepa de los peritos independientes y de la dependencia federal en el punto que causó indignación mundial: la ausencia del rostro de Mondragón.
El lunes 11, el responsable de la Oficina Especial para el Caso Iguala de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Trinidad Larrieta Carrasco, presentó el resultado de una investigación sobre la muerte de Mondragón, derivada de análisis fotográfico, así como de bibliografía especializada y entrevistas con estudiantes sobrevivientes.
Asimismo, la indagatoria destaca la participación de la comisión como observadora en la exhumación y la segunda necropsia al cuerpo de Mondragón los primeros días de noviembre de 2015, realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y personal de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR).
También incluye los dictámenes elaborados a solicitud del Poder Judicial de Guerrero, donde se desarrolla el proceso penal por la muerte de Mondragón y cinco personas en los ataques armados en Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Si bien concuerda con los dictámenes del EAAF y la PGR sobre las causas de muerte del joven estudiante –traumatismo craneoencefálico y múltiples contusiones en tórax–, el documento de la CNDH discrepa de los peritos independientes y de la dependencia federal en el punto que causó indignación mundial: la ausencia del rostro de Mondragón.
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