Oaxaca.- Al menos uno de los nueve policías federales que comparecieron ante diputados y senadores integrantes de la comisión especial de seguimiento sobre Nochixtlán admitió que sí accionó su pistola 9 milímetros en contra de la población civil durante los acontecimientos en esta población oaxaqueña, el pasado 19 de junio.
A pregunta expresa del senador del PRD, Fidel Demédicis, uno de los policías federales, con el sobrenombre de “José”, admitió que tuvo que accionar su arma.
–Insisto, ¿usted llevaba arma? –le preguntó el senador.
–Yo llevaba arma, sí.
–¿Qué tipo de arma?
–Yo llevaba mi pistola.
–¿Qué calibre?
–9 milímetros.
–¿La accionó?
–La accioné, sí, la tuve que accionar –admitió.
El interrogatorio provocó la airada reacción de legisladores del PRI y del Partido Verde, así como de la senadora panista Mariana Gómez del Campo, presidenta de la comisión Nochixtlán, quien aclaró que ellos no son ministerio público.
El testimonio del policía federal contradijo la versión de los directivos de la PF, presentes durante la comparecencia, quienes impidieron que los otros ocho agentes respondieran a la misma interrogante o precisaran quién disparó primero y qué autoridades estaban al mando.
La comparecencia de 9 de los 96 policías federales heridos trataba de justificar la violencia. Los agentes afirmaron que después de una hora de haber logrado desbloquear la vía de la autopista federal, en el tramo de Nochixtlán, escucharon a las 9 de la mañana las campanadas de la iglesia del centro del pueblo. Entre las 10 y las 11 de la mañana civiles iniciaron las agresiones.
“Nos incendiaron. Ellos sí venían con el afán de dañarnos. Se les salió de las manos a los líderes”, afirmó uno de los agentes con el sobrenombre de “Juan”.
Otro afirmó que lo rociaron con gasolina y que presuntos habitantes de Nochixtlán lo amenazaron con quemarlo vivo.
“David” indicó que se toparon con “personas armadas con cohetones, machetes, piedras”, mientras que la agente “Luisa” afirmó que no llevaban instrucciones de agredir sino sólo de “desalojar”.
La confesión de uno de los policías de haber disparado contra la población provocó que la diputada federal del PRI, Mariana Benítez, exigiera que no se “revictimizara” a los lesionados.
El senador Fidel Demédicis amagó con retirarse de la comparecencia, sin embargo, después admitió la importancia de que, al menos, un miembro de la PF reconociera que “iba armado y disparó”.
El diputado de Morena, Virgilio Caballero, deploró que no se aprovechara la presencia de los elementos de la PF para conocer la verdad.
Los tres policías que hablaron más fueron retenidos presuntamente por pobladores del municipio, protegidos por el párroco del pueblo y dos días después fueron intercambiados por 22 detenidos que, según señalaron, fueron seleccionados por dirigentes de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El diputado federal del PRI, Francisco Escobedo, les preguntó si el ombudsman de Oaxaca, Arturo Peimbert, los había defendido, y la policía “Luisa” reconoció que sí. No obstante, otro de los agentes federales lo rechazó.
Peimbert también compareció ante la comisión de Nochixtlán hace más de tres semanas y relató cómo agentes de la PF y de la Gendarmería persiguieron a pobladores durante cinco horas, a pesar de que ya habían logrado su cometido de liberar la autopista.
A pregunta expresa del senador del PRD, Fidel Demédicis, uno de los policías federales, con el sobrenombre de “José”, admitió que tuvo que accionar su arma.
–Insisto, ¿usted llevaba arma? –le preguntó el senador.
–Yo llevaba arma, sí.
–¿Qué tipo de arma?
–Yo llevaba mi pistola.
–¿Qué calibre?
–9 milímetros.
–¿La accionó?
–La accioné, sí, la tuve que accionar –admitió.
El interrogatorio provocó la airada reacción de legisladores del PRI y del Partido Verde, así como de la senadora panista Mariana Gómez del Campo, presidenta de la comisión Nochixtlán, quien aclaró que ellos no son ministerio público.
El testimonio del policía federal contradijo la versión de los directivos de la PF, presentes durante la comparecencia, quienes impidieron que los otros ocho agentes respondieran a la misma interrogante o precisaran quién disparó primero y qué autoridades estaban al mando.
La comparecencia de 9 de los 96 policías federales heridos trataba de justificar la violencia. Los agentes afirmaron que después de una hora de haber logrado desbloquear la vía de la autopista federal, en el tramo de Nochixtlán, escucharon a las 9 de la mañana las campanadas de la iglesia del centro del pueblo. Entre las 10 y las 11 de la mañana civiles iniciaron las agresiones.
“Nos incendiaron. Ellos sí venían con el afán de dañarnos. Se les salió de las manos a los líderes”, afirmó uno de los agentes con el sobrenombre de “Juan”.
Otro afirmó que lo rociaron con gasolina y que presuntos habitantes de Nochixtlán lo amenazaron con quemarlo vivo.
“David” indicó que se toparon con “personas armadas con cohetones, machetes, piedras”, mientras que la agente “Luisa” afirmó que no llevaban instrucciones de agredir sino sólo de “desalojar”.
La confesión de uno de los policías de haber disparado contra la población provocó que la diputada federal del PRI, Mariana Benítez, exigiera que no se “revictimizara” a los lesionados.
El senador Fidel Demédicis amagó con retirarse de la comparecencia, sin embargo, después admitió la importancia de que, al menos, un miembro de la PF reconociera que “iba armado y disparó”.
El diputado de Morena, Virgilio Caballero, deploró que no se aprovechara la presencia de los elementos de la PF para conocer la verdad.
Los tres policías que hablaron más fueron retenidos presuntamente por pobladores del municipio, protegidos por el párroco del pueblo y dos días después fueron intercambiados por 22 detenidos que, según señalaron, fueron seleccionados por dirigentes de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El diputado federal del PRI, Francisco Escobedo, les preguntó si el ombudsman de Oaxaca, Arturo Peimbert, los había defendido, y la policía “Luisa” reconoció que sí. No obstante, otro de los agentes federales lo rechazó.
Peimbert también compareció ante la comisión de Nochixtlán hace más de tres semanas y relató cómo agentes de la PF y de la Gendarmería persiguieron a pobladores durante cinco horas, a pesar de que ya habían logrado su cometido de liberar la autopista.
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