Estado de México.- María Villar Galaz tenía poco más de tres años en México y ocupaba un importante puesto como ejecutiva en la compañía IBM, donde realizaba proyectos en coordinación con instituciones bancarias. Desapareció la noche del 13 de septiembre, luego de abordar un taxi al salir de su empleo.
Las autoridades mexicanas afirman que no fallaron las negociaciones con los plagiarios, quienes redujeron sensiblemente las demandas económicas, pero los secuestradores no cumplieron, rompieron la comunicación y asesinaron a la sobrina del presidente de la Federación Española de Futbol, Ángel María Villar.
En cuentas de redes sociales se publicaron algunos avisos de amigos que pidieron ayuda para localizarla tras su desaparición. Pero ya no existen datos ni fotografías; algunos de los mensajes de María Villar ya no se encuentran, porque alguien que opera sus sitios ya colocó la leyenda ‘‘en recuerdo de VG María’’, lo que es indicativo que están por darlas de baja.
La mujer, de 39 años de edad, fue secuestrada y asesinada un día después por sus captores a pesar de que habían recibido un pago por su liberación, que de acuerdo con versiones obtenidas de funcionarios federales ascendió a 65 mil pesos.
Autoridades federales y del estado de México aseguran que ya han entrevistado a algunos habitantes de la zona donde fue encontrado el cadáver, pero no quisieron proporcionar la ubicación exacta ‘‘para no entorpecer las investigaciones’’.
Sin embargo, ya han solicitado las grabaciones de algunas cámaras de vigilancia en los municipios mexiquenses de Santiago Tianguistenco y Capulhuac, aunque no hay muchos negocios o viviendas que cuenten con estos sistemas.
María Villar abordó un taxi en la zona de Santa Fe, una de las zonas de mayor plusvalía en la Ciudad de México, donde muchas empresas desarrollan sus actividades en edificios de lujo. Presuntamente la mujer fue llevada hasta el estado de México y para ello se solicitaron las grabaciones que se realizaron en la caseta de la autopista México-Toluca, para tratar de descubrir el vehículo en el que la española fue plagiada.
Hasta el momento, indicaron los funcionarios entrevistados, no se tiene conocimiento del momento en que la mujer fue sacada de la ciudad y trasladada a una zona semirural del estado de México. Villar Galaz pretendía llegar a su casa, que se localiza en la colonia Polanco, otra zona de alta plusvalía en la capital mexicana.
Gustavo Salas Chávez, titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), declaró a medios de comunicación que a pesar de que la ciudadana española fue asesinada, no falló la negociación realizada por elementos de la Policía Federal (PF) con los secuestradores.
El funcionario dijo que los familiares de María Villar Galaz tuvieron una ‘‘prueba de vida’’ al término de la negociación, pero los plagiarios no cumplieron los acuerdos y rompieron la comunicación. ‘‘Por ello acuden ante la Seido a presentar la denuncia correspondiente; sin embargo, el cuerpo apareció en el estado de México (…) No hubo ninguna falla en la negociación’’.
Sostuvo que las autoridades tienen ‘‘un perfil criminal del grupo; estamos trabajando en ello en coordinación con las autoridades del Edomex y la Ciudad de México’’.
Señaló que si bien no estaba en condiciones de señalar los montos exigidos por los captores, ‘‘lo que sí puedo reiterar es que del planteamiento original el monto fue reducido de manera importante durante las negociaciones’’ con los plagiarios.
De acuerdo con información de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), el cuerpo sin vida de la ciudadana española fue localizado el 15 de septiembre por habitantes de una comunidad llamada El Mirasol, del municipio de Tianguistenco, cerca de un camino de terracería.
Al filo de las 11 de la mañana, los habitantes informaron a la policía municipal y hasta después de las tres de la tarde se notificó a las autoridades estatales, las que realizaron el levantamiento del cadáver dos horas y media después.
La PGJEM informó que la ciudadana española María Villar murió de asfixia por sofocación, según reveló la necropsia practicada, y ello habría ocurrido la noche del 14 de septiembre. Sus restos fueron trasladados a la Ciudad de México para los trámites de repatriación a España.
Gustavo Salas dijo que este caso no significa que ‘‘esté en peligro la vida de los extranjeros que están en México, ni que estén en riesgo los viajeros o quienes decidan internarse en territorio nacional o que la actividad delictiva esté dirigida precisamente a extranjeros que estén en nuestro país’’.
Las autoridades mexicanas afirman que no fallaron las negociaciones con los plagiarios, quienes redujeron sensiblemente las demandas económicas, pero los secuestradores no cumplieron, rompieron la comunicación y asesinaron a la sobrina del presidente de la Federación Española de Futbol, Ángel María Villar.
En cuentas de redes sociales se publicaron algunos avisos de amigos que pidieron ayuda para localizarla tras su desaparición. Pero ya no existen datos ni fotografías; algunos de los mensajes de María Villar ya no se encuentran, porque alguien que opera sus sitios ya colocó la leyenda ‘‘en recuerdo de VG María’’, lo que es indicativo que están por darlas de baja.
La mujer, de 39 años de edad, fue secuestrada y asesinada un día después por sus captores a pesar de que habían recibido un pago por su liberación, que de acuerdo con versiones obtenidas de funcionarios federales ascendió a 65 mil pesos.
Autoridades federales y del estado de México aseguran que ya han entrevistado a algunos habitantes de la zona donde fue encontrado el cadáver, pero no quisieron proporcionar la ubicación exacta ‘‘para no entorpecer las investigaciones’’.
Sin embargo, ya han solicitado las grabaciones de algunas cámaras de vigilancia en los municipios mexiquenses de Santiago Tianguistenco y Capulhuac, aunque no hay muchos negocios o viviendas que cuenten con estos sistemas.
María Villar abordó un taxi en la zona de Santa Fe, una de las zonas de mayor plusvalía en la Ciudad de México, donde muchas empresas desarrollan sus actividades en edificios de lujo. Presuntamente la mujer fue llevada hasta el estado de México y para ello se solicitaron las grabaciones que se realizaron en la caseta de la autopista México-Toluca, para tratar de descubrir el vehículo en el que la española fue plagiada.
Hasta el momento, indicaron los funcionarios entrevistados, no se tiene conocimiento del momento en que la mujer fue sacada de la ciudad y trasladada a una zona semirural del estado de México. Villar Galaz pretendía llegar a su casa, que se localiza en la colonia Polanco, otra zona de alta plusvalía en la capital mexicana.
Gustavo Salas Chávez, titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), declaró a medios de comunicación que a pesar de que la ciudadana española fue asesinada, no falló la negociación realizada por elementos de la Policía Federal (PF) con los secuestradores.
El funcionario dijo que los familiares de María Villar Galaz tuvieron una ‘‘prueba de vida’’ al término de la negociación, pero los plagiarios no cumplieron los acuerdos y rompieron la comunicación. ‘‘Por ello acuden ante la Seido a presentar la denuncia correspondiente; sin embargo, el cuerpo apareció en el estado de México (…) No hubo ninguna falla en la negociación’’.
Sostuvo que las autoridades tienen ‘‘un perfil criminal del grupo; estamos trabajando en ello en coordinación con las autoridades del Edomex y la Ciudad de México’’.
Señaló que si bien no estaba en condiciones de señalar los montos exigidos por los captores, ‘‘lo que sí puedo reiterar es que del planteamiento original el monto fue reducido de manera importante durante las negociaciones’’ con los plagiarios.
De acuerdo con información de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), el cuerpo sin vida de la ciudadana española fue localizado el 15 de septiembre por habitantes de una comunidad llamada El Mirasol, del municipio de Tianguistenco, cerca de un camino de terracería.
Al filo de las 11 de la mañana, los habitantes informaron a la policía municipal y hasta después de las tres de la tarde se notificó a las autoridades estatales, las que realizaron el levantamiento del cadáver dos horas y media después.
La PGJEM informó que la ciudadana española María Villar murió de asfixia por sofocación, según reveló la necropsia practicada, y ello habría ocurrido la noche del 14 de septiembre. Sus restos fueron trasladados a la Ciudad de México para los trámites de repatriación a España.
Gustavo Salas dijo que este caso no significa que ‘‘esté en peligro la vida de los extranjeros que están en México, ni que estén en riesgo los viajeros o quienes decidan internarse en territorio nacional o que la actividad delictiva esté dirigida precisamente a extranjeros que estén en nuestro país’’.
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