Texcoco, chingar o chingarse
Por: Gabriel Cuevas
Texcoco, Estado de México.- Tomar lo mejor que existe en el mundo es la tarea de todo ser humano que se precie de serlo.
El municipio de Texcoco parece ser administrado por gnomos, carentes del sentido de la vida misma, y por consiguiente ignoran qué hacen sobre la faz de la tierra.
¿Son solo cuestiones existenciales? Como una interrogante fue la respuesta desafortunada de dos empleadas, convocadas por el hombre fuerte del partido Morena como señuelo para engañar a los “clasemedieros” texcocanos en el pasado proceso electoral, quienes desconocen qué significado tiene para la vida republicana la figura del municipio libre y soberano.
Lo mejor que ofrece la vida a una persona siempre será el lugar donde reside, donde pasa la mayor parte de su tiempo de vida, donde se realiza en las tareas base de su sustento y vestido, y para ello paga impuestos, para que los administradores hagan su trabajo, el de administrar los recursos públicos y redistribuyan la riqueza a través de obras y servicios con eficiencia y honradez.
Imposible pedir al olmo dé peras. Imposible creer en la posibilidad de obtener respuestas decentes, cuando la conducta es más próxima a la liviandad, pereza y desenfreno, para dejar de lado la pasión de servir a los demás, a la población generadora de riqueza. Recordemos siempre que los servidores públicos no generan riqueza.
En ese contexto, la población de Texcoco parece estar cada vez más lejos de lo mejor de la vida misma, de la vida provincial, tranquila, segura y llena de paz, para dar paso a proyectos personales disfrazados de planes para el municipio, de exagerada corrupción y contubernio con otros actores de la vida pública de otros niveles de gobierno; y más allá de todo, ver a sus gobernados como enemigos, como adversarios, como esclavos de sus odios, rencores y malhadada vida por provenir de los bajos fondos sociales, aunque hayan estudiado en instituciones privadas, el origen marca, el origen avasalla y el origen agota toda posibilidad de mirar a los demás como sus iguales.
Octavio Paz apunto en su obra donde dibuja a los mexicanos: chingar o chingarse, y en Texcoco parece que en la administración municipal el verbo chingar es el que mejor se conjuga.
AlianzaTex
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