Córdoba, Ver.- Insaciable la sed de dinero en Tránsito del Estado ya que desde la dirección a cargo de Arturo Martínez Cruz se piden diversas cuotas a los delegados en las diferentes delegaciones del estado.
Uno de los casos más grande de corrupción que se vive en la dependencia de Tránsito se da en esta Ciudad de los Treinta Caballeros, que por fortuna cuando la fundaron no había vehículos motores, porque hoy en día los agentes viales a cargo de Giovanni Herrera Ortiz, el flamante delegado que ocupa cuatro guardaespaldas y que anda artillado hasta los dientes, exige grandes cantidades de dinero a todo conductor que viva la osadía y aventura de transitar por esta ciudad del café.
Desde su llegada se vieron cambios en la delegación que buscaron el beneficio propio y particular, incluso en los elementos que forman parte de su círculo de corrupción quienes cambian de vehículos que con su salario en su vida podrían tener, el claro ejemplo es un Perito de nombre Aldo quien desde su arribo a la corporación se dedica a la compra venta de vehículos.
Los trabajos más eficientes de esta corporación corrupta se realiza durante la noche cuando los automovilistas son el blanco ideal de todos estos seudos oficiales, las detenciones van desde un faro no prendido hasta un conductor que sea visto saliendo de un restaurante donde aplican su famoso operativo de Alcoholimetría, el cual termina recaudando cantidades desde los 10 mil pesos hasta los 25 mil.
El consejo coordinador empresarial y el comité de contraloría ciudadanía han hecho caso omiso a las múltiples quejas de abusos en contra de los automovilistas locales y foráneos quienes solo se resignan a esperar el término de esta fatal administración.
Uno de los casos más grande de corrupción que se vive en la dependencia de Tránsito se da en esta Ciudad de los Treinta Caballeros, que por fortuna cuando la fundaron no había vehículos motores, porque hoy en día los agentes viales a cargo de Giovanni Herrera Ortiz, el flamante delegado que ocupa cuatro guardaespaldas y que anda artillado hasta los dientes, exige grandes cantidades de dinero a todo conductor que viva la osadía y aventura de transitar por esta ciudad del café.
Desde su llegada se vieron cambios en la delegación que buscaron el beneficio propio y particular, incluso en los elementos que forman parte de su círculo de corrupción quienes cambian de vehículos que con su salario en su vida podrían tener, el claro ejemplo es un Perito de nombre Aldo quien desde su arribo a la corporación se dedica a la compra venta de vehículos.
Los trabajos más eficientes de esta corporación corrupta se realiza durante la noche cuando los automovilistas son el blanco ideal de todos estos seudos oficiales, las detenciones van desde un faro no prendido hasta un conductor que sea visto saliendo de un restaurante donde aplican su famoso operativo de Alcoholimetría, el cual termina recaudando cantidades desde los 10 mil pesos hasta los 25 mil.
El consejo coordinador empresarial y el comité de contraloría ciudadanía han hecho caso omiso a las múltiples quejas de abusos en contra de los automovilistas locales y foráneos quienes solo se resignan a esperar el término de esta fatal administración.
NE
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