Ciudad de México.- El Pleno cameral aprobó el dictamen que adiciona el artículo 419 Bis al Código Penal Federal, para incluir las peleas de perros como delito y sancionar con seis meses a cinco años de prisión y el equivalente de 200 a dos mil días de multa, a quien posea, crie o entrene estos animales con el propósito de hacerlos participar en riñas.
También, a quien organice, promueva, patrocine o venda entradas para asistir a peleas de perros; posea o administre una propiedad donde se realicen; permita que menores de edad las presencien, y los realice con fines de lucro.
Las mismas sanciones se incrementarán hasta en una mitad cuando se trate de servidores públicos y se impondrá un tercio de la pena a espectadores o asistentes a peleas de perros, establece el dictamen que fue avalado con 291 votos a favor y 1 en contra, y enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
En la fundamentación, el presidente de la Comisión de Justicia, diputado Álvaro Ibarra Hinojosa (PRI), expresó que una de las prácticas más deplorables que puede utilizar un ser humano es la violencia hacia otro ser vivo, que por sus propias características y condiciones se encuentran en desventaja, es decir, indefenso. “Este tipo de patología incluye al maltrato animal”.
Indicó que, en la actualidad, una de las formas más comunes del maltrato animal es la pelea de perros, la cual ha proliferado exponencialmente casi en todo el mundo en las últimas décadas, debido a las fuertes sumas de dinero que se manejan en apuestas y, por ende, el reporte de grandes ganancias para quienes participan en ellas. “Es decir, desde la clandestinidad se ha construido una industria”.
Es primordial, afirmó, tomar cartas en el asunto y hacer lo propio para inhibir esta lamentable práctica y con reformas adecuadas, como los que se contemplan, combatir el crecimiento de un negocio basado en la crueldad hacia los seres vivos.
Ibarra Hinojosa subrayó que lo que se busca con esta propuesta es combatir el maltrato animal, específicamente la pelea de perros. Con estas reformas se sancionarán, entre otras conductas, a quienes organicen u ocasionen que menores asistan a eventos en los que se lleven prácticas tan lamentables. Con esta reforma, detalló, México se une a países como Chile, Estados Unidos y Suiza, que cuentan con una sanción específica para las personas que fomenten esta actividad.
En los posicionamientos, la diputada Norma Edith Martínez Guzmán (Encuentro Social) señaló que un acto tan cruel y vandálico como la organización de peleas de perros es una conducta antisocial que merece ser perseguida, castigada y reprendida con severidad. Se trata de un fenómeno social de alta complejidad y lesividad que niega todo indicio milenario de domesticación y rompe con una relación muy antigua, explicó.
De acuerdo con un estudio realizado por la organización Personas por un Trato Ético de los Animales, de Latinoamérica, las peleas de perros a menudo están ligadas a otro tipo de delitos, incluyendo las apuestas ilegales, inherentes a este tipo de situaciones, pero también drogas y asesinatos.
Francisco Javier Pinto Torres, diputado de Nueva Alianza, argumentó que conforme a la Declaración Universal de los Derechos del Animal, el desconocimiento y desprecio de las garantías de los animales han conducido al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra ellos mismos.
“Es nuestro deber proteger el planeta y las especies que lo habitan. Es momento de demostrar que verdaderamente somos humanos y nos preocupan esos animales que nos han acompañado desde hace más de 10 mil años”, añadió.
La diputada Verónica Delgadillo García (Movimiento Ciudadano) precisó que en México no existe una legislación que pueda prohibir las peleas de perros. En algunos estados, hay algunas leyes que sólo los sancionan como falta administrativa, y “lo que hoy aprobamos establecerá la penalización y la prohibición de las peleas de perros en el propio Código Penal Federal, y todo lo relacionado con estos espectáculos”.
Este es un tema que tiene un gran respaldo de la sociedad. Un estudio demostró que el 99 por ciento de los mexicanos rechaza y repudia las peleas de perros, y el 85 por ciento pide que se sancione a los organizadores de las peleas de perros, subrayó.
Por Morena, el diputado Alfredo Basurto Román consideró que en la tipificación de este precepto legal, hay incongruencias y existen tecnicismos jurídicos que no han sido abordados, incluso de técnica legislativa que faltó de abordar, para que fuera perfectamente tipificado este delito.
“Le estamos aventando una bronca a los ministerios públicos para que puedan integrar una averiguación o una investigación. Queda al libre arbitrio, tanto del ministerio como del juez, tipificar con exactitud qué es el maltrato animal y qué no. Es decir, cómo determinar con exactitud en qué momento se está, en un momento dado, en una pelea de perros”, agregó.
El diputado José Refugio Sandoval Rodríguez (PVEM) destacó que esta reforma incorpora como tipo penal la promoción, inducción, asistencia, participación y ayuda para la realización de peleas de perros. Con esto, dijo, se atenderá un serio problema sobre el cual diversas organizaciones civiles en México han venido manifestándose y exigiendo una solución.
Las peleas de perros involucran tortura, maltrato y explotación, por lo cual rompen con los principios de respeto a todas las formas de vida e invalidan el derecho de los animales a tener bienestar. Por ello, resulta indispensable contar con un marco jurídico elemental que garantice su derecho a vivir y a ser respetados, agregó.
Arturo Santana Alfaro, diputado del PRD, puntualizó que hoy se generan sanciones penales tendentes a combatir el maltrato animal, específicamente el relativo con los caninos. “Debemos conocer a los animales, entenderlos para protegerlos y evitar la extinción de muchos de ellos”.
El dictamen, abundó, trata de respetar cualquier forma de vida, fortaleciendo la perspectiva de que los animales son seres vivos, dotados de plena capacidad de sentir y sufrir y, por tanto, se les debe garantizar una vida digna, libre de sufrimiento innecesario.
De Acción Nacional, la diputada Patricia Sánchez Carrillo relató que las peleas son organizadas por personas que al hacerlo no solamente demuestran su total carencia de escrúpulos, sino exhiben una conducta patológica que pudiera derivar en actos criminales en el futuro, al no tener absolutamente nada de sensibilidad. “Nadie, en su sano juicio, puede disfrutar de este tipo de eventos”.
Añadió que en los últimos años la sociedad ha desarrollado una sensibilidad hacia las especies animales. “Estamos conscientes de que muchas de ellas nos aportan alimento y abrigo, esto nos obliga a no incurrir en prácticas que infrinjan dolor innecesario o excesivo, sobre todo con las que de manera natural convivimos”.
El diputado Pablo Elizondo García (PRI) indicó que las peleas de perros son una expresión categórica de la violencia, representan un espectáculo bárbaro e involucran la tortura, el maltrato y la explotación animal, en el cual dos o más caninos se enfrentan a muerte ante muchos espectadores.
Puntualizó que la lucha para erradicar el maltrato animal, es una responsabilidad de todos. “A nosotros nos corresponde legislar para contribuir a que si un país puede juzgarse por la forma en que trata a sus animales, México está del lado incorrecto de la historia”.
También, a quien organice, promueva, patrocine o venda entradas para asistir a peleas de perros; posea o administre una propiedad donde se realicen; permita que menores de edad las presencien, y los realice con fines de lucro.
Las mismas sanciones se incrementarán hasta en una mitad cuando se trate de servidores públicos y se impondrá un tercio de la pena a espectadores o asistentes a peleas de perros, establece el dictamen que fue avalado con 291 votos a favor y 1 en contra, y enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
En la fundamentación, el presidente de la Comisión de Justicia, diputado Álvaro Ibarra Hinojosa (PRI), expresó que una de las prácticas más deplorables que puede utilizar un ser humano es la violencia hacia otro ser vivo, que por sus propias características y condiciones se encuentran en desventaja, es decir, indefenso. “Este tipo de patología incluye al maltrato animal”.
Indicó que, en la actualidad, una de las formas más comunes del maltrato animal es la pelea de perros, la cual ha proliferado exponencialmente casi en todo el mundo en las últimas décadas, debido a las fuertes sumas de dinero que se manejan en apuestas y, por ende, el reporte de grandes ganancias para quienes participan en ellas. “Es decir, desde la clandestinidad se ha construido una industria”.
Es primordial, afirmó, tomar cartas en el asunto y hacer lo propio para inhibir esta lamentable práctica y con reformas adecuadas, como los que se contemplan, combatir el crecimiento de un negocio basado en la crueldad hacia los seres vivos.
Ibarra Hinojosa subrayó que lo que se busca con esta propuesta es combatir el maltrato animal, específicamente la pelea de perros. Con estas reformas se sancionarán, entre otras conductas, a quienes organicen u ocasionen que menores asistan a eventos en los que se lleven prácticas tan lamentables. Con esta reforma, detalló, México se une a países como Chile, Estados Unidos y Suiza, que cuentan con una sanción específica para las personas que fomenten esta actividad.
En los posicionamientos, la diputada Norma Edith Martínez Guzmán (Encuentro Social) señaló que un acto tan cruel y vandálico como la organización de peleas de perros es una conducta antisocial que merece ser perseguida, castigada y reprendida con severidad. Se trata de un fenómeno social de alta complejidad y lesividad que niega todo indicio milenario de domesticación y rompe con una relación muy antigua, explicó.
De acuerdo con un estudio realizado por la organización Personas por un Trato Ético de los Animales, de Latinoamérica, las peleas de perros a menudo están ligadas a otro tipo de delitos, incluyendo las apuestas ilegales, inherentes a este tipo de situaciones, pero también drogas y asesinatos.
Francisco Javier Pinto Torres, diputado de Nueva Alianza, argumentó que conforme a la Declaración Universal de los Derechos del Animal, el desconocimiento y desprecio de las garantías de los animales han conducido al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra ellos mismos.
“Es nuestro deber proteger el planeta y las especies que lo habitan. Es momento de demostrar que verdaderamente somos humanos y nos preocupan esos animales que nos han acompañado desde hace más de 10 mil años”, añadió.
La diputada Verónica Delgadillo García (Movimiento Ciudadano) precisó que en México no existe una legislación que pueda prohibir las peleas de perros. En algunos estados, hay algunas leyes que sólo los sancionan como falta administrativa, y “lo que hoy aprobamos establecerá la penalización y la prohibición de las peleas de perros en el propio Código Penal Federal, y todo lo relacionado con estos espectáculos”.
Este es un tema que tiene un gran respaldo de la sociedad. Un estudio demostró que el 99 por ciento de los mexicanos rechaza y repudia las peleas de perros, y el 85 por ciento pide que se sancione a los organizadores de las peleas de perros, subrayó.
Por Morena, el diputado Alfredo Basurto Román consideró que en la tipificación de este precepto legal, hay incongruencias y existen tecnicismos jurídicos que no han sido abordados, incluso de técnica legislativa que faltó de abordar, para que fuera perfectamente tipificado este delito.
“Le estamos aventando una bronca a los ministerios públicos para que puedan integrar una averiguación o una investigación. Queda al libre arbitrio, tanto del ministerio como del juez, tipificar con exactitud qué es el maltrato animal y qué no. Es decir, cómo determinar con exactitud en qué momento se está, en un momento dado, en una pelea de perros”, agregó.
El diputado José Refugio Sandoval Rodríguez (PVEM) destacó que esta reforma incorpora como tipo penal la promoción, inducción, asistencia, participación y ayuda para la realización de peleas de perros. Con esto, dijo, se atenderá un serio problema sobre el cual diversas organizaciones civiles en México han venido manifestándose y exigiendo una solución.
Las peleas de perros involucran tortura, maltrato y explotación, por lo cual rompen con los principios de respeto a todas las formas de vida e invalidan el derecho de los animales a tener bienestar. Por ello, resulta indispensable contar con un marco jurídico elemental que garantice su derecho a vivir y a ser respetados, agregó.
Arturo Santana Alfaro, diputado del PRD, puntualizó que hoy se generan sanciones penales tendentes a combatir el maltrato animal, específicamente el relativo con los caninos. “Debemos conocer a los animales, entenderlos para protegerlos y evitar la extinción de muchos de ellos”.
El dictamen, abundó, trata de respetar cualquier forma de vida, fortaleciendo la perspectiva de que los animales son seres vivos, dotados de plena capacidad de sentir y sufrir y, por tanto, se les debe garantizar una vida digna, libre de sufrimiento innecesario.
De Acción Nacional, la diputada Patricia Sánchez Carrillo relató que las peleas son organizadas por personas que al hacerlo no solamente demuestran su total carencia de escrúpulos, sino exhiben una conducta patológica que pudiera derivar en actos criminales en el futuro, al no tener absolutamente nada de sensibilidad. “Nadie, en su sano juicio, puede disfrutar de este tipo de eventos”.
Añadió que en los últimos años la sociedad ha desarrollado una sensibilidad hacia las especies animales. “Estamos conscientes de que muchas de ellas nos aportan alimento y abrigo, esto nos obliga a no incurrir en prácticas que infrinjan dolor innecesario o excesivo, sobre todo con las que de manera natural convivimos”.
El diputado Pablo Elizondo García (PRI) indicó que las peleas de perros son una expresión categórica de la violencia, representan un espectáculo bárbaro e involucran la tortura, el maltrato y la explotación animal, en el cual dos o más caninos se enfrentan a muerte ante muchos espectadores.
Puntualizó que la lucha para erradicar el maltrato animal, es una responsabilidad de todos. “A nosotros nos corresponde legislar para contribuir a que si un país puede juzgarse por la forma en que trata a sus animales, México está del lado incorrecto de la historia”.
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