Ciudad de México.- Ahora que el priismo nacional anda en el sótano de las preferencias electorales rumbo al 2018 y le urge una limpia de imagen ante la opinión pública, ha vuelto los ojos hacia Veracruz, específicamente a la zona de los Tuxtlas, aunque no en busca de los brujos de Catemaco, sino más bien, de los magos que habrían sido cómplices de la desaparición de miles de millones de pesos del presupuesto público en el gobierno anterior.
En ese sentido, los estrategas del PRI han emprendido una campaña de mea culpa que tiene como ariete al Sistema de Administración Tributaria (SAT), para investigar y llamar a cuentas a los miembros del sistema priista que fueron agarrados con las manos en la masa, es decir, en el escándalo, que es lo se castiga, no el pecado.
El caso es que el largo brazo del SAT, al parecer, llegó hasta Los Tuxtlas indagando las cuentas del diputado federal por este distrito, Jorge Carvallo Delfín, a quien relacionan estrechamente con los negocios y contratos asignados a empresarios veracruzanos que fueron proveedores del gobierno del estado en el sexenio de Javier Duarte de Ochoa. Tal es el caso del empresario xalapeño Andrés Beceiro, padre de Rocío Alejandra y Andrés Guillermo Beceiro Delfín, primos hermanos de Jorge Carvallo Delfín.
De acuerdo con el diario Notiver, la empresa Especialidades Médicas del Sureste cobró, de 2010 al 2013, al Gobierno del Estado más de 109 millones de pesos por la venta de medicamentos; el problema de fondo es que a la empresa se le relaciona con el suministro de medicamentos clonados a enfermos de cáncer, como la fórmula Avastín, y pese a que en 2011 el laboratorio Roche reveló que los medicamentos eran apócrifos, el gobierno de Javier Duarte fue omiso y siguió comprándole medicamentos.
También son investigadas las empresas Suministros MAXBEC cuyos accionistas principales son los primos del diputado federal Jorge Carvallo. De acuerdo con el acta constitutiva esta empresa tiene 18 giros comerciales diferentes, pero ninguno relacionado con el suministro de medicamentos. Entre estos se encuentra la exportación e importación de granos y semillas, como pimienta, café y cacao; el diseño y confección de prendas de vestir y accesorios como bisutería; o el abastecimiento de ropa interior y de ropa de vestir y casual.
Pero también se investiga al Grupo Empresarial HEBEREN. Según las indagatorias, la familia Beceiro Delfín, es propietaria de hoteles, gasolineras y otras empresas que eran proveedores del Gobierno estatal, razón por la cual el SAT sigue el rastro a través de cuentas donde se ha detectado un presunto lavado de dinero. Además de la investigación contra los primos, el Sistema de Administración Tributaria busca indicios en las cuentas personales de Jorge Carvallo que no coinciden con los ingresos que percibe, además de que es sotto voce el presunto enriquecimiento inexplicable del diputado, su flotilla de tráileres, su avión privado y sus ranchos.
Hay que recordar que Carvallo Delfín fue el operador de confianza de Fidel Herrera y posteriormente de Javier Duarte, con quien fue titular de la Sedesol, secretario particular y presidente del Congreso local, donde pervirtió a placer las relaciones laborales y sindicales de los empleados para chupar el presupuesto del Poder Legislativo. Cómo dan vuelta los tiempos, como decía el viejo sabio de la política, Don Fernando Gutiérrez Barrios, que es “una rueda de la fortuna”. Hoy el Toluco es uno de los impresentables del PRI rumbo al 2018.
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