jueves, 23 de noviembre de 2017

Excontralor de Javier Duarte, acusado de irregularidades, quiere ser auditor de la ASF


Veracruz.- Iván López Fernández, excontralor en la primera mitad del sexenio de Javier Duarte y candidato perdedor por la vía independiente a la alcaldía de Emiliano Zapata, formalizó su registro en el Congreso de la Unión para intentar ser el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para el periodo 2018-2025.
Conocido en el sexenio pasado como Iván El Terrible, López Fernández perteneció al círculo cercano de Duarte de Ochoa y fue artífice para fincar, desde el primer año de gobierno (2011), empresas sin ninguna validez legal ni jurídica, pero sí con cuentas bancarias ávidas de recibir recursos oficiales.
El aspirante a suceder a Juan Manuel del Portal, entre otros tres solicitantes, reapareció el 18 de noviembre de 2016 en el pleno del Congreso local de Veracruz para tratar de encarar -sin lograrlo- al entonces contralor, Ricardo García Guzmán, expolítico cercano a Duarte y hoy afín al gobierno de Miguel Ángel Yunes. Al no lograr su objetivo, despotricó con la prensa al asegurar que “todos sabían” de la creación de más de 600 empresas fantasmas.
Dichas empresas operaban -dijo López Fernández- en una red que abarcaba a la mayoría de dependencias estatales de Veracruz.
“Yo no me aguanté de nada, las denuncias e irregularidades yo puse al tanto a la Auditoria Superior de la Federación… El famoso escandalito de las empresas fantasmas no son 17, ni 25 como lo han dicho ustedes (la prensa), son más de 600. Yo tengo los documentos”, aseguró.
En entrevista en aquella ocasión, Iván López admitió que, aunque sabía de la existencia de irregularidades, solo notificó a la ASF y calló.
De la constitución de empresas inexistentes para desviar recursos -dijo entonces-, tenía conocimiento el gobernador Javier Duarte, los secretarios de despacho, el titular del Órgano de Fiscalización (ORFIS) –ente local similar a la Auditoria Superior de la Federación (ASF)- y los contralores generales del Estado que lo sucedieron en el cargo, como Mauricio Audirac –hoy en prisión preventiva- y el último, Ricardo García Guzmán, hoy exonerado por el gobierno de Yunes Linares.
“Estaban avisados todos, a ustedes (reporteros) no tenía por qué decirles nada. Lo sabía el gobernador, lo sabía el ORFIS, todos lo sabían”, insistía López Fernández.
Contralor general del Estado al inicio del sexenio duartista, se quejó que con el caudal de escándalos que ciernen a la actual administración, el ultimo contralor, García Guzmán, lo quiso “extorsionar” con dinero. Sin embargo, se negó a decir de cuánto.
“No tengo por qué decirles la cantidad para saciarlos (sic). Voy a actuar ante la autoridad correspondiente”, dijo.
En el Palacio de Gobierno, a Iván López la clase priista también lo incrimina de haber tejido negocios y constituido empresas y despachos contables para hacer auditorías externas a las dependencias del gobierno de Javier Duarte y a los ayuntamientos, apoyado por el hoy diputado federal del PVEM, Edgar Spinoso, quien fue Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y muy cercano al último exgobernador priista.
Aunque López Fernández solía presumir vida austera, a través de una prestanombres, compró 107 parcelas en un solo movimiento, que equivalió a la adquisición de 60 hectáreas en el municipio de Emiliano Zapata, donde perdió como candidato a la alcaldía por la vía independiente y donde pretendía prestar sus servicios a la cementera Apazapan, según una denuncia pública documentada por el periódico Crónica de Xalapa.
“Era a través de una prestanombres, Elisa Ponce Segovia, donde el excontralor general, Iván López compró 107 parcelas, traducidas en 60 hectáreas, en el municipio de Emiliano Zapata, en aras de brindar servicios de piedra a la cementera Apazapan”, detallaron funcionarios de Catastro Municipal y de Tesorería del Ayuntamiento del PRD, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias.
Fue en un terreno pedregoso, en una malla ciclónica ya delimitada, donde vecinos comentan que el personaje ya metió maquinaria pesada y está dinamitando el terreno en aras de darle uso industrial.
El encargado de vigilar las declaraciones patrimoniales de un centenar de funcionarios de primer nivel durante la primera parte del gobierno de Javier Duarte también utilizaba prestanombres para hacerse de bienes muebles e inmuebles, a través de Elisa Ponce Segovia.
Durante su campaña como alcalde, López Fernández tapizó las comunidades de Rinconada, Dos Ríos, La Cumbre; lo mismo en bardas, tinacos y espectaculares con su nombre y bajo el aval de una asociación civil de su pertenencia denominada Observatorio Ciudadano.

Proceso

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